Los Jardines de Antioquía, una construcción del cristianismo contemporáneo, una fascinante idea de la ingeniería moderna. A simple vista una maravilla arquitectónica, por dentro una estructura a base de dinero, secretos y oscuras revelaciones.
—Todo aquel que entra no vuelve a salir —Asegura doña María Ortiz de la Parra, residente de la localidad de los Jardines, en Sevilla, al sur de España—. El vecino de enfrente hace dos años se metió en esa cosa y le tienen estrictamente prohibido que abandone la secta, porque eso es lo que es, una secta. El hombre lleva una pobre vida de ermitaño. No le permiten que hable con nadie que no sea del gremio, no le permiten que se vista como el resto de las personas normales, ni que responda los buenos días o salude, o sea, nada. A todos nos ignora y sigue su camino, como si fuéramos qué bichos o qué cosa rara.
—¿Por qué cree que sea eso?
—Pues, hijo, porque ellos dicen que somos pecadores, porque somos unos mundanos y miles de cosas más; pero ellos tienen más pecados que nosotros, porque se encierran y nadie sabe qué hacen allá adentro.
Un asesinato que baña a la iglesia.
—Mi hija murió —dice Rosa Elena Ocampos—. Mi hija murió y no me explicaron más nada. Un día me llamaron, vinieron, y me dijeron: mire, su hija acaba de aparecer ahorcada de un árbol.
¿Una organización criminal?
—Yo llevaba las cuentas, hacía las facturas, recibía los pagos y listo, la depositábamos en una cuenta de Andorra.
¿Qué se esconde en los Jardines de Antioquía? ¿Qué ocurre dentro de sus muros de más de diez metros de largo?
—El fin está cerca y no lo quieren entender, El Señor vendrá pronto y todo lo que está sucediendo son meras señales, pero son ciegos, no lo perciben y por eso se comportan como se comportan. El demonio los tenta, esa es la única verdad, porque son débiles de espíritu.
Averiguaremos toda la verdad con respecto a la iglesia de los Jardines de Antioquía. Nos adentraremos en lo profundo de unas de las organizaciones más herméticas en los alrededor de Sevilla. Resolveremos paso a paso cada uno de sus misterios, sus extrañas costumbres, sus pecados y sus terribles mentiras.
Los Jardines de Antioquía, una seca de sangre.
A continuación.
Gracias por leer!
Una historia bien narrada y que emociona, más aún porque toca muy cerca la realidad de la corrupción, del poder y del fanatismo. ¡Con mayor razón, la recomiendo!
Una historia muy interesante, perfectamente narrada y que abarca en una forma muy completa varios de los matices mas peligrosos del oscuro mundo de las sectas. Este es un escrito que recomiendo al 100%
La intensidad sigue subiendo en cada capítulo. Me muero de ganas de saber como se desarrollara el final.
Una historia llena de detalles que te harán preguntarte si el lugar y la secta existen en el plano real, porque cada entrevista se lee como los artículos en letras pequeñas que encontramos en los periódicos. Sin dejar de lado una trama intensa, un ritmo fluido y una muy buena ortografía. ¡Felicidades al autor!