naiara_dg Naiara Domínguez

Alma lleva enamorada de él desde el colegio, y ahora, que se ha convertido en uno de los mejores escritores del país, se derrite entre sus libros. Le admira tanto que decide compartir con él su mundo y su pasión por sus libros mediante cartas anónimas que le hace llegar sin remite. Alex guardará esas cartas como un tesoro, y se aferrará a la idea de saber quién es la chica de las cartas, sin saber que está más cerca de lo que cree. [...] Allá donde estés, siempre bajo tu misma luna.


No-ficción Libros No para niños menores de 13.
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1. Bajo tu misma luna

Recojo el sobre que dejé en la mesilla de noche tratando de buscar el nombre que entre sus palabras no encontré. Leo una y otra vez la carta en busca de algo que pueda decirme quién es ella, pero nada. ¿Quién será?


"Mi corazón como una sierpe,

se ha desprendido de su piel

y aquí la tengo entre mis dedos,

llena de heridas y de miel."


Perdóname, pero no sabía cómo empezar este seguido de letras, probablemente sin sentido. Pensé que tal vez a alguien tan especial como tú, le gustaría leer algunas líneas de un grande como lo era Lorca. Y he elegido mi poema favorito.

La poesía me calma y me evade del mundo loco en el que vivimos. Desde que era muy pequeñita, me dormía en los brazos de mi padre escuchado rimas asonantes y consonantes de alguno de los tantísimos libros que guarda. Él me enseñó a apreciarla y a entenderla, y ahora no sé vivir sin un poquito de su magia. Magia como la tuya, la que sale de tus letras.

Por mucho que lea una y otra vez versos plasmados en los libros que más adoro, jamás había sentido la necesidad de escribir a alguien a quien creo admirar, sin apenas conocer. Porque lo que consigues tú con tus libros, no lo había sentido jamás.

Solo quería escribirte para devolverte un pedacito de la ilusión que se refleja en tus historias.


Gracias por compartir con el mundo tu pasión y tu talento.

Allá donde estés, siempre bajo tu misma luna.


—¿Qué es? —Casi como un acto reflejo arrugo el papel en el interior de mi mano y me llevo la mano a la espalda.

—Cosas mías. —Esboza una sonrisa socarrona y suelta una carcajada. Muy típico de Manu, mi hermano.

—¿Una admiradora secreta?, ¿Alguna amiguita que tienes por ahí escondida?—Cierro la puerta con fuerza dejándole fuera.

—Sieso. Solo venía a avisarte de que tu Steward acaba de llegar—me grita mientras oigo el claxon de un coche en la calle. Avanzo hasta la ventana y compruebo que es el coche de Dani. Por fin llega.

—Mamá, me voy ya. Te llamo cuando llegue a Madrid. No te preocupes que todo irá bien. —le digo rápidamente mientras bajo las escaleras. Me acerco a dale un beso en la frente y mi hermana se acerca con el semblante triste, con la pequeña en brazos. —No me olvido de vosotras, no. Pórtate bien y haz caso de mamá y de la abuela. Te prometo que a la vuelta te llevo al parque de atracciones. —Sara sonríe y aprovecho para posar mis labios en una de sus sonrojadas mejillas.

—Te quiero, rubia—le digo al ver esa carita de puchero a la que ya me tiene acostumbrado cada vez que salgo de viaje. Pero por muy habituado que esté, me rompe cada vez que lo hace.

Hoy tengo que volver a Madrid tras unas cortas vacaciones en casa. Toca empezar a preparar el siguiente libro, y aunque el manuscrito está terminado, llega el momento más complicado. Es hora de corregir y ponernos todos de acuerdo en cada una de las palabras que saldrán a la luz en unos meses. Dani, uno de mis mejores amigos desde pequeño, y ahora mi representante, por llamarle de alguna manera. Es la persona que vive el día a día de este trabajo conmigo. Él me lleva y me trae, me acompaña a las giras de firmas, a Madrid, a las entrevistas… él se encarga del papeleo y de las negociaciones tanto con la editorial como con otro tipo de contratos. Hoy me recoge en casa, y como siempre viajamos juntos a Madrid donde nos espera el resto del equipo para ponernos a trabajar de inmediato.

—¿Preparado?

—Nervioso. —Dani me mira sonriente y sin decirme nada más arranca el coche y partimos hacia Maria Zambrano para coger el tren. Me levanto ligeramente porque noto algo en el asiento que me molesta, y descubro que es la carta que leí hace unos minutos en casa.

¿Pero de quién será esa carta? Tiene que ser de alguien de Málaga porque la carta viene sin remitente y estaba en el buzón.

—¿Y eso, Alejandro? —Dani me mira intermitentemente mientras conduce.

—Una carta.

—¿De una fan? —Me encojo de hombros y le miro serio.

—Supongo... no sé. —Hace una mueca algo extraña y se ríe. Su risa es algo peculiar y resuena en todo el coche.

—Pero a ver, hijo mío. ¿Cómo que no lo sabes? —Suspiro y trato de devolver la hoja a su estado original. Carraspeo y empiezo a leerla.

—¿Qué, me entiendes ahora?—le digo al acabar la carta. Me mira confundido.

—Hombre, una fan es, pero una fan un poco....

—Especial —murmuro.

—No era la palabra que tenía en mente, pero... podría servir. Y ¿Cómo se llama?

—No lo pone. De hecho, no hay más información. Nada. Ni hay remite.

—Estupendo—ironiza. Se encoje de hombros. Parece que el tema terminó, aunque a mí me sigue rondando en la cabeza durante prácticamente todo el trayecto.

Llegamos a Madrid sobre las cinco de la tarde y en un par de horas me esperan en Luna, la editorial, para hablar sobre cómo vamos a trabajar durante el resto de semanas. Vuelvo a la vida de "Alex", el disfraz que ha creado este "mundo" al que tanto amo; la literatura, y que me toca ponerme de nuevo.

Un mes de vacaciones me sabe a poco, y más teniendo en cuenta que el último año ha sido una auténtica locura en todos los sentidos. Tres libros con sus presentaciones, giras de firmas, entrevistas, sesiones de fotos y una larga lista de tareas que ocupaban mi agenda sin permitirme volver a la realidad como Alejandro, el malagueño que nació hace casi veinticinco años.

Cristina y Natalia son las dos personas que me hacen de madre cuando no puedo tener a la mía cerca. Natalia es mi editora, y Cristina, es, a parte de mi alma gemela, la persona que se ocupa de mi agenda y también la persona que creyó en mi desde el primer manuscrito. Luego está Angélica, que se encarga de gestionar la publicidad y las campañas de márketing de cada uno de mis libros; Sofía, la jefa de prensa de la editorial y Camilo, el director de Luna. Mi pequeña familia literaria en la que me apoyo cuando estoy lejos de casa.

Llego a la planta de ficción y me esperan todos en la sala de juntas. Parece que llevan un rato hablando de cómo van a ir las cosas a partir de ahora. En la mesa hay varios ejemplares encuadernados del manuscrito y el que tiene Natalia está plagado de post-it de colores con anotaciones.

—¡Alejandro! Bienvenido de nuevo a tu casa. Espero que te hayan sentado bien las vacaciones. Ahora empieza el trabajo duro—me dice Camilo acercándose a estrecharme la mano. Camilo no suele acudir a nuestras reuniones, pero agradezco que haya venido. Supongo que eso quiere decir que las cosas van por buen camino y que está contento con los resultados.

—Gracias Señor Milani. Estoy de vuelta con más ganas que nunca. He aprovechado para inspirarme estos días. Tengo mil ideas nuevas en la cabeza.

—Así me gusta, muchacho. ¡Vamos a sacarle jugo a esas ideas entonces! Te dejo en las mejores manos—.

Milani sale del despacho y empezamos con la reunión. Están muy contentos con el nuevo manuscrito y ya le han puesto hasta fecha de publicación. Tendremos que correr para que todo llegue a tiempo, pero me hace feliz que sigan confiando en mí y en mis libros.

—Entonces hemos previsto lanzarlo para el 6 de Diciembre.

—Hay que moverse rápido entonces—murmuro.

—Estamos a principios de mayo, Alejandro— se ríe Cristina.

—Pero todavía es un borrador. No hemos tocado temas argumentales, ni hemos revisado las tramas, ni personajes. Tiene que pasar por revisiones, hay que crear la portada, el eslogan, preparar la campaña…

—Después de las mil revisiones que le has pasado tú mismo, no creo que le hagan falta muchas más. Está perfecto. No hay incoherencias, ni tema argumental tan complejo que cambiar. Este manuscrito podría salir mañana mismo a la calle y se vendería como churros. Sin campaña, sin revisiones y sin eslogan— sentencia Natalia. Sonrío porque me hace sentir tranquilo la seguridad que tiene. —Mañana nos reunimos los dos y vemos de qué podemos tirar para acabar de perfeccionar las tramas y los personajes. Vuelves a Málaga y lo trabajas con calma. Mientras Sofía, Angélica y yo nos centraremos en la campaña. Cuando tengas los cambios se los haces llegar a Cristina. Faltará que escribas la dedicatoria, los agradecimientos y que acabes de resumir la historia para la sinopsis. Y todo listo. El niño saldrá en diciembre bien abrigadito.

—Eres la mejor.

—Eso lo sé, pero ayuda bastante el equipo que te rodea y que el escritor sea como tú.

Cristina, que me conoce como la palma de su mano, se acerca a mí y me rodea con su brazo.

—Pasará enseguida. No te darás cuenta y estarás presentando el libro en Callao. —En callao dice... qué guasa tiene Cristina...

—De todas formas, creo tener la portada ideal—me dice Angélica tendiéndome el ipad. —Creo que le da un aire perfecto para lo que estás intentando transmitir.

Asiento y sonrío.

—Es perfecta.

Al salir de la reunión, las chicas me proponen salir a cenar con ellas. Dani se une poco después y me dispongo a pasar una noche divertida en un ambiente al que todavía no estoy del todo acostumbrado.

—Te veo raro —me dice Cristina. Ella es la más sensata del equipo, es la persona que más me conoce y sabe cómo me siento con solo mirarme, así que cuando algo me preocupa, suelo apoyarme en sus consejos.

—Ya sabes como soy... quiero que todo esté perfecto. No quiero que por salir rápido, esté mal. Y… bueno, tengo miedo de que todo se haya esfumado.

—¡Pero qué tontería! Lo que tiene que esfumarse es esa idea de tu cabeza. Pero si todo sigue igual. Hasta parece que va a mejor. Tus lectores siguen ahí. Solo tienes que mirar las redes para ver que tienen más ganas que nunca de leer tu próximo libro—sonrío al oírla. No sé si para tranquilizarle o porque me ha convencido.

—Le doy vueltas a todo demasiadas veces. Perdóname —murmuro finalmente.

30 de Octubre de 2020 a las 18:28 0 Reporte Insertar 8
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