El Tao, por su flexibilidad, por su carácter alternativo al rígido Confucianismo es una escuela filosófica fascinante, libre , alternativa.
En Oriente han encontrado una solución más acertada que en Occidente para resolver la cuestión del Dualismo (Bueno/Malo, Frío/Calor, Dulce/Amargo) que presuntamente rige todas las cosas en el Universo.
El Kanon clásico occidental define este Dualismo por opuestos rígidos .En Oriente, la filosofía del Tao o Taoismo interpreta este dualismo por opuestos que son a la vez complementarios.
Yin y Yang son los conceptos interconectados que explican e integran los extremos.
El Yin se asocia a lo oscuro, a lo frío, a lo femenino y a lo pasivo. El Yang, su opuesto y a la vez su complemento, es la luz, la actividad, lo masculino y la representación del cielo.
Yin y Yang no son absolutos. Se contraponen a la vez que se complementan. En el Yin hay parte de Yang; de la misma manera, el Yang lleva partes de Yin en su interior. Ambos se consumen y retroalimentan, se multiplican y se dividen de manera infinita.
En un Universo en constante transformación , jamás estático, los dos elementos, en su interacción mantienen el equilibrio del Todo.
Pero volvamos a recapitular sobre lo dicho hasta ahora. Desde el siglo XX se registra un movimiento sin precedente de emancipación femenina. Preguntado en una ocasión sobre esta cuestión , el líder chino Mao Ze Dong ( o Mao Tse Tung, como prefieran) respondió de manera algo evasiva que "Las Mujeres son la mitad del Cielo".
Si es cierto que el movimiento es constante, que hay una dinámica y una evolución permanentes en el Universo, merece la pena volver a la conceptualización del Yin como elemento esencialmente femenino.
Aceptamos el Yin como equivalencia de la Tierra, pues la Mujer genera vida y tiende a volcarse en los lazos afectivos en las familias y grupos afectivos. Los crea pero también los criba, selecciona lo más idóneo para el colectivo , excluye lo que según su criterio es dañino para el mismo o su jerarquía dentro de él.
Si discutible es el elemento de oscuridad como netamente femenino, aún más lo es el rasgo de pasividad.
La Mujer, al menos en Occidente, se ha alzado y abierto camino. Pese a que algunas novedades en materia legal están dejando al hombre en una posición muy precaria y esto está tensionado, y mucho, las relaciones entre los géneros , quizás en Oriente, en América Latina, en África haya llegado el momento de que las féminas conquisten su mitad del cielo.
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