Llegar a la mesa, a la cita que diario mínimo compartimos un minuto en silencio, tú clavando esa mirada provocadora e incapaz de pensar todo esto que siento, porque no sabe todo lo que provoca con tan solo mirarnos, tus labios, los que cada tanto logro en tenerlos un momento en mi vista, rosados, carnudos y con estás ganas locas que tengo de besarte. Estas descuidada, y sin pensarlo dos veces, me arriesgo, con mirarte los labios, provocandote, pero no, no me pelas.
Nomás quiero besarte, morderte esa boca, esa que anhelo cada noche, cada amanecer, tú, lo quiero. Te quiero.
Gracias por leer!
Podemos mantener a Inkspired gratis al mostrar publicidad a nuestras visitas. Por favor, apóyanos poniendo en “lista blanca” o desactivando tu AdBlocker (bloqueador de publicidad).
Después de hacerlo, por favor recarga el sitio web para continuar utilizando Inkspired normalmente.