nilson-vanegas1588544790 Nilson Vanegas

Un grupo de jóvenes madrileños viajan a Ibiza a un festival de EDM, en un ambiente excitado de electrónica se dan confesiones de clima existencial que continúan hasta Amsterdam. Hay amores, amigos e intentos de eternidad por esos días.


Cuento Sólo para mayores de 18.

#verano #EDM #música #Electrónica #españa #madrid #existencial #amigos #Éxtasis
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Los extrañaba

De Ibiza a Amsterdam

Se sentía un pequeño vacío, había nacido de la falta de Alex, Ana y Manolo, sus bromas y sonrisas, y para completar el loud speaker sonaba mezclas especialmente lentas, suaves, tristes; mint acoustic decía y aparecían varios nombres, Jai Wolf, Suyano, ASCO, eran varios, todo aleatoriamente.

Era Julio y era verano, había una vida urgente en el sol, la arena, el mediterráneo, los amigos, las mujeres y donde el corazón se saciara, y los festivales de electrónica en Ibiza ya tenían fechas. El fin de semana estaba el ElectroMusic Fest, Tecno Fest y el Ibiza International Music Summit era el más grande.

Quería verlos de nuevo, nos escribimos y fue fácil convocarnos en las playas de Ibiza para el weekend en Ibiza International Music Summit.

Llegamos a la playa, la zona de acampar estaba a 500 metros de la entrada, caminamos bajo el sol con los pies en la arena, Ana se quitó los zapatos y los llevó en las manos, sonreía de dicha al sentir la arena suelta entre los dedos y todos la acompañábamos en su alegría. Los había vuelto a ver a los tres, el receso de nuestras vidas individuales y afanosas nos había premiado de vuelta en la familiaridad de muchos años.

Una cinta colorida y banderines demarcaban el lugar, muchas tiendas de campaña de ejércitos excitados se levantaban sobre la arena, asistentes alegres se movían por todas partes, mujeres y hombres en trajes de verano, almas volubles hambrientas de EDM y algo de eternidad. Nos ubicamos en el campo y tendimos la carpa donde tendríamos recesos en el día o la noche, apenas para recuperar el cuerpo, pronto nos perdimos en el horizonte de grupos de asistentes al festival.

Manolo se esforzaba en inflar un globo, nuestra bandera que elevaríamos sobre la tienda, nos permitiría ubicarla fácilmente. Le entró una llamada y fue a encontrarse con su primo, había venido con dos amigas y quería juntarse con él.

Las playas de Ibiza presagiaban explosiones de adrenalina en diferentes atmósferas musicales que esa noche y los dos días siguientes orientarían los corazones de todos en dirección del sol o de la luna.

Conocí a Valentina fue cuando Manolo regresó con su primo Ezequiel y dos amigas, Valentina y Sara, todos jóvenes madrileños que asistían para presenciar a los dioses del EDM y del verano descendiendo ese fin de semana sobre la playa, con el mar, entre mujeres y hombres vitales en búsqueda de cercanía, adrenalina, amistad y lujuria en el templo estival que era Ibiza para esos días. El centro de atención era la tarima gigante en la playa, decorada con misticismo y naciente a los pies de Dalt Vila, un cerro amurallado del siglo XVI que la cobijaba, siendo junto con el cielo todo se fondo. Muchos paneles de sonido y luces, y muchas mujeres paseando por la playa bajo un sombrero o una gorra, shorts, trajes de baño, bloqueador y mucha piel.

La apertura del festival era al anochecer pero bajo el sol sonó la primera pista, un clásico de David Guetta y encendió una chispa en el ambiente, Valentina tenía el pelo suelto, una gorra rosa, una blusa estampada con la palabra summer, short y una lata de cerveza en la mano que levantaba mientras se movía con el ritmo. -¡Uhhhh! Esto es Ibiza-

El cielo se oscureció al fin, o mejor dio su bendición a todas esas almas presentes, eran las seis de la tarde y las luces y los sonidos crearon atmósferas nuevas desde entonces. Cientos, talvez miles nos congregamos hacia la tarima, esta nacía a los pies del cerro, de cara a la brisa del mar, con el cielo despejado y atiborrado de estrellas.

Y dieron la bienvenida y la apertura al festival.

- ¡Lo amo con el corazón! Amo venir, me inspira ¿tu no? - me dijo Valentina acercándose para hacerse escuchar.

- Si, me encanta, pero yo lo amo con despecho, jajaja, yo siempre amo con despecho.

- Jajaja ¿cómo es eso?- preguntó

- Con insatisfacción y sensación de imposibilidad en las entregas, siempre, y también con nostalgia de candidez- le respondí

- Pero eso no es despecho, venga que despecho es cuando una tia te deja por alguien más. Jajaja ...

25 de Mayo de 2020 a las 03:14 0 Reporte Insertar Seguir historia
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