Sangre de inocentes Seguir historia

15 de mayo 2018

Ansío irme de aquí lo antes posible, mi depresión comienza a querer dominarme a ratos, no quiero volver a caer en el hueco emocional, donde suelo refugiarme para ignorar todo lo que debí hacer en su momento y simplemente decidí no hacerlo.

Llevo meses planeando mi ida, sé que el día se aproxima, puedo sentirlo y ya tengo la motivación ideal para alguien como yo, mas tarde te lo escribiré todo, primero debo afinar los detalles y probablemente tenga que esperar unos días para pasar los días en que la extraño más que nada, la herida sigue abierta y a veces sangra durante días sin parar.

16 de mayo 2018

Suelo ponerme muy depresivo cuando se aproxima tu fecha, podría escribirte toda la vida y ni así podría superar tu partida.

Perdóname por todo.

17 de mayo 2018

“El aniversario luctuoso de Daniela nunca se recordará, aquella ingrata nunca fue ni será mi hija”. Fue lo primero que dijo mi padre al ver la fecha en su celular.

“¿Daniela? Lo siento se equivocó de casa, yo solamente tengo un hijo”. Lo que le contestó mi madre a un ex compañero de mi hermana al preguntar por el cabo de año de su hija.

Daniela, empecé a escribir esto para al menos aquí poder plasmar tu nombre sin sentir culpa o ser ignorado, sé que entiendes lo difícil que es vivir con ellos, a veces desearía haberme ido contigo.

18 de mayo 2018

Hoy cumplo seis meses asistiendo a terapia, mi hermana se suicidó hace más de un año y yo simplemente no puedo asimilarlo.

Como cualquier ser humano, Daniela no era una santa, ella es y siempre será un alma incomprendida en el cuerpo de una señorita de sociedad. Lo que más extraño de ella es su risa y su voz, podría jurar que la mansión se llenaba de vida con tan solo escucharla reír o pronunciar su más tenue saludo.

Daniela merecía más que irse de este mundo por no ser aceptada por quién decidía amar, mi hermana amaba pasar los días con sus novios, pero adoraba aún más las visitas nocturnas de su novia.

Cuando mis padres descubrieron que Daniela no era el perfecto angelito que ellos necesitaban para casar comenzaron a despreciarla, me obligaban a desayunar, merendar y cenar únicamente sin ella. La excluyeron tan cruelmente que comenzaron a cortar y desechar cualquier foto en la que se encontrara.

Daniela poseía un alma fuerte, pero un día notó como su amante dejó de venir a hurtadillas a la casa, eso le rompió el corazón, pero su alma se quebró cuando vio en las noticias el cuerpo de su amada tirado en la playa y mi padre le dijo que debería de dar gracias porque tomó la decisión de quitar a la amante del camino y no a amabas, así que lo último que hizo fue colgarse en la entrada de la casa y pintar la palabra “Demonios” en la barda de nuestra residencia.

19 de mayo 2018

Me han presentado oficialmente a la que mis padres quieren de nuera, es una muchacha hermosa y de unos ojos miel encantadores, sería el sueño ideal de cualquier hombre, sin embargo, llevo enamorado de mi mejor amiga desde toda la vida.

En este trágico romance ambos nos amamos, pero ella se acaba de casar con mi mejor amigo y no hay nada que pueda hacer.

El día de la boda ella me hizo prometerle que no haría nada para arruinarlo, como es costumbre entre nuestras familias, su matrimonio fue arreglado desde el día que nacieron, bastante retrograda para mi gusto, pero no puedo luchar solitariamente contra el sistema impuesto por las familias más poderosas de la ciudad.

Aún recuerdo cuando nos escapábamos al laberinto de su familia, nos perdíamos entre arbustos gigantes, los cuales fueron testigos por tantos años de un amor tan puro, a veces pienso que eso causó que se marchitaran tan repentinamente un año después de su boda.

Regresando a mi prometida, no la detesto, simplemente nunca podré quererla de la misma forma que lo hice con Alicia.

20 de mayo 2018

He terminado la carrera de leyes, pero mi vida se siente vacía, como si no hubiese estado realmente vivo estos últimos años, tengo la sensación de haber perdido una parte de mi vida estudiando esta licenciatura. Ser abogado nunca estuvo en mis planes, en mis memorias se almacenan recuerdos de mis tardes dedicándolas a leer Sherlock Holmes y ansiando algún día poder convertirme en detective privado.

En un flashback repentino recuerdo el día en que le confesé a mi padre que no ansiaba ser otro abogado más en la familia, tenía 10 años, mi madre lloró profundamente y mi padre no me dirigió la palabra por dos semanas.

El terapeuta me aconsejaba seguir aquello que me hacía feliz, aunque nunca entendió como es ser hijo de un linaje tan importante como el mío. Carranza Del Río había sido fundado por mi familia y desde tiempos de antaño todos los descendientes debían estudiar leyes y formar parte del despacho que nuestro tatarabuelo había creado cuando esta ciudad apenas comenzaba a tomar forma del impero que es hoy.

Mi hermana era la única que entendía lo que era no querer vivir el destino que la familia ya nos había impuesto, pero todos conocemos su trágico final.

21 de mayo de 2018.

Me encuentro dejando mi ciudad natal, Carranza Del Río no es un lugar para una alma libre como la que poseo. Por años anhelé poder alejarme de aquel lugar con apariencia hermosa pero tan insípido que todos los días parecían ser el mismo, los vecinos entrometidos que nunca envejecen, la señora de la tienda que siempre posee la misma expresión de amargura que tanto la caracterizaba; ni el día más radiante le provocaba esbozar una tenue sonrisa. Mis padres tan monótonos, mis amigos tan mediocres y mis enemigos tan arrogantes, demasiado asfixiante para cualquiera con sentido común y ansias de libertad.

Mi vida ya tenía un rumbo fijo por el cual transitar, vivir con mis padres hasta terminar la universidad, trabajar en el despacho de mis padres, casarme, tener hijos y morir de un infarto por criar dos mocosos igual de soberbios y malhumorados que el padre, estuve a punto de resignarme hasta que la encontré, una noticia abandonada en el periódico estatal, algo tan mínimo me salvó de la miseria.

Mi bote salvavidas era un reportaje sobre el pueblo al que ningún turista con niños quería visitar, ya que según leí, por las noches criaturas místicas salían a cazar almas inocentes, para así saciar sus sangrientos y violentos instintos.

Me despedí del aburrimiento y de mis padres esta misma tarde con la nota en mi billetera, así que creyéndome el Sherlock Holmes que había animado mi infancia fue que decidí subirme al único autobús con destino a Orsales sin pensar en la herencia que estaba dejando atrás y en Alicia, el amor que había perdido, ni mucho menos en el corazón roto de aquella muchacha de ojos miel.

Por primera vez siento como la vina me recorre las venas, mientras escribo esto Orsales se ve cada vez más proximo, un letrero verde con letras blancas me da la bienvenida, anunciando mi nuevo comienzo y el emprendimiento de una posible siniestra aventura.