La miro y el fuego se aviva, una combustión interna que pierde el sentido,una frágil amenaza que se convierte en instante...

... Primero fueron sutiles contactos, repentinos roces, después ingresos directos al templo, acentuando nuestras respiraciones, acalorando mis fogosas exhalaciones... #Suspiros de Afrodita

Me vuelvo a verte pero con cuidado de que no te des cuenta. No podría soportar que supieras que sigo colada por ti hasta las trancas aún cuando te lo negué. ¿Cómo iba a aceptar que me gustabas arriesgándome a que me rechazaras? Mi pequeño corazón no quería arriesgarse después de todo, tenía miedo del rechazo y no lo culpaba después del daño que le habían hecho. Aparto la mirada e intento olvidar que la besas como querría que me besaras a mi.

Todo puede cambiar en un suspiro. En un segundo una vida se escapa de las manos, en un segundo una sonrisa se apaga. Solo quedarán los recuerdos de aquellos corazones que fueron marcados.

En un suspiro toda la noche... En un suspiro la vida pasa... En un suspiro tuyo vi toda la creación... En un suspiro supe que aún me amas... ...Y yo te amo a ti...

El tiempo se detiene cuando el corazón sufre, como explicar que los días se hacen largos y las noches eternas mientras suspiras aferrado a tu almohada.

Perdido, cansado, correndo no meio de uma floresta temendo olhar para trás, porque tudo indica que as árvores serão a única coisa que eu vou ver. Parei, a floresta ficava mais densa e as árvores maiores, hesitei e bastou um segundo para eu perder a cabeça

O suspiro final vai acontecer Juntem-se todos para ver Hoje é o dia de morrer Veja que dia tão bonito para morrer.

Que son los suspiros. Sonidos sordos, que salen de la boca involuntarios prendidos del cabello de princesas, galopando sobre el viento, perdidos en la luz y extraviados en la oscuridad tan delicados y bruscos a la vez que denotan tantos sentires. Pero los suspiros no solo se presentan como un sonido, hubo en algún tiempo que eran luz dentro de las profundidades del pensamiento, la tierra y el mar. Eran lo que nos formaba porque un suspiro puede crear una nueva vida, del tamaño que fuese.

En tu boca yace la desembocadura de mi inspiración. Tan venenosa, y yo, tu verdugo, bebiendo de tí como un sediento que anhela la muerte entre el calor de tus brazos, y el refugio de tus piernas. Apriétame fuerte, para que te adueñes de mi último suspiro en la lujuria de tus labios.