Una parte de mí quiere regresar a esa pequeña que gozaba de ir siempre a casa de la abuela...y otra parte solo quiere seguir resistiendo la ansiedad, miedos y fobias que al día de hoy padezco.

Esperar tu carta había sido un ritual constante por varias semanas. Teníamos las mismas ideas y puntos de vista, y eso hacía genial el contacto. Pero un día, la carta que envié con tanto esmero no obtuvo respuesta. Ni esa, ni las dos que le siguieron preguntando si todo estaba bien. Desapareciste sin dejar rastro, y me angustia pensar que ni siquiera dijiste adiós. Detesto la incertidumbre con la que decidiste alejarte.

A veces pensé que sabía todo, pero cuando me miraba al espejo... Perdía las fuerzas que antes tenía. Pensé que sabía todo, solo para darme cuenta de que nada sabía. Incertidumbre sobre mí, sobre ti... Creí saber que no sabía nada.

¿Cómo decírtelo de frente? Si ni siquiera puedo verte a los ojos sin avergonzarme. ¿Cómo sincerarme? Si ni siquiera sé cómo llamar esto que siento. ¿Cómo alejarme? Si cada que te veo necesito tenerte más cerca. ¿Cómo enfrentar esto que siento? Si cada que sonríes las mariposas amenazan mi cuerpo. ¿Cómo no enamorarse de alguien como tú?

Cómo saber el momento oportuno para decir adiós. Cómo saber si habrá una nueva oportunidad. Cómo saber si todo esto cambiará o seguirá igual. Cómo saber hasta dónde, hasta cuándo, hasta cuánto. Cómo saber parar, cuál es el límite. Cómo saber si lo estoy haciendo bien o si está todo mal. Cómo saber si mi percepción es la adecuada. Cómo saber que no me estoy dejando llevar. Cómo saber si habrá un mañana juntos. Cómo saber si seremos capaces de soltar todos los miedos. Dime, cómo podría saber…

¿Llegaba o no llegaba? era lo que se preguntaba mientras observaba el techo acostada en la cama, la noche se tornaba aun más fría con la lluvia que empezaba a caer del cielo. ¿Esperaba o no esperaba? era lo que se preguntaba escuchando las gotas golpear el tejado cada vez con más fuerza. ¿Huía o se quedaba? Era lo que se preguntaba mientras observaba el espacio que la rodeaba, podría golpearlo con la lámpara cuando abriera la puerta, correría entonces buscando alguna salida. ¿A dónde iría?

Aquí me encuentro abrazando al incertidumbre como mi aliada más cercana para perdonarme por no abrazarme más seguido. Soltándome de personas y lugares miedos y ausencias. Dejando atrás los vientos con viejas historias para permitirme llorar cuando algo me hace doler. Mirando más seguido el sol con una bella sonrisa en mi rostro y pedirle de vez un deseo a la estrella y a su paso agradecerle a la luna por iluminarme siempre el paso.

Al comenzar el año, estaba entusiasmado por cumplir mis doce propósitos. Logré cumplirlos todos, pero si lo hice ¿por qué no estoy feliz?

Hay veces en la vida en las que puedes tener una breve imagen de lo que viene, sabes que las cosas van a ir en picada y que no habrá un retorno. Aún con eso y pese a todo lo que pudieras hacer para mejorarlo o prepararte para ello, nunca podrás saber cómo reaccionar o lo que en realidad pasará. Una esperanza de que puedes cambiar o mejorar l situación, aunque sabes muy dentro de ti que no es posible. La falsa ilusión de tener el control.

Como se supone que uno debe saber exactamente a que vino a este mundo , cual es tu misión, cuál es el objetivo que debo cumplir o simplemente debo cumplir con una monotonía e ir investigando a diario cual es mi propósito? Por que aveces me siento vacía y sin una ruta por la cual desplazarme.

¿Tengo miedo de caer de fallar? Tengo miedo de perder todo en media hora, de perder todo en minutos, el reloj no para, y no puedo asumir la realidad. ¿Estoy jugando con fuego? Arriesgo mi destino, juego con él como si se tratara de una simple partida de ajedrez, que ya di por pérdida. ¿Por qué no estoy haciendo nada? Tal vez porque ya se que todo está perdido y que solo me quedan minutos antes de perder todo. ¿Debería despertar? Claro que deberías, pero la pregunta aquí esta en ¿Vale la pena?

qué soy? no les pregunto a ustedes porque lo saben no soy nadie me lo pregunto a mi soy lo que siento? soy lo que veo? me decepciono y a la vez me enorgullezco no veo mis estantes llenos de libros como imaginé no me veo haciendo un esfuerzo sobrehumano es un mito o soy yo el problema? a veces me veo inteligente, imbatible y otras una persona tan común que aburre de solo mirarla y es que no soy especial nadie lo es no me creo nunca y seré mediocre el resto de los días a menos que despierte

quizás, a lo mejor el optimismo alguna vez planteado está metiendo sus retoños ajenos a la fuerza, o quizás no haya nada ajeno, y simplemente todo sea participe, y yo sea participe, y sea dónde deba recorrer algo completamente servido a mis necesidades, y aún más, a mis idealizaciones, quizás no sea optimismo crudo y patético y sea algo que obedece a otra configuración de índole completamente desconocida para mí posición, quizás solo deba indagar en aquello que a mis pies está, quizás

De encontrar respuesta a este dilema, posiblemente ya no pese tanto el corazón ni la cabeza. No sería certeza sino resolución. Una bocanada de aire que me dé el aliento necesario para continuar con más claridad, hacia un camino que siempre es incierto. -Narraciones Sakura.

¿Sabes cómo se siente el amor? Yo no... O quizás sí. El amor que he sentido es espinoso y me lástima. Me hace llorar y me nubla la mente con pensamientos tórridos. Me hace temblar de miedo e incertidumbre, me hace cuestionarme la propia existencia de mi ser. Dime, alma mía. ¿Es ése el amor? Por que no lo sé, alma mía. Dime porqué ya mis gritos de auxilio no quieren salir de mi garganta. Dime ya porque este corazón mío termina de vivir y solo queda una cosa por hacer; arrancarmelo y vivir.

¡Dejemos de buscarles tantos pelos al huevo!. ¡Viví!.¡Cansadora!.¡Infumable!¡Se feliz!.¡Deja de romper los huevos!