Acabada la cena nos dirigimos hasta su casa, mientras conducía ella se recostaba sobre mí y me decía: -¿Por qué te gustan tanto las estrellas? . Entonces yo la miraba y sonriendo le respondí: -¿Por qué no miras más allá de lo que puedes percibir o tocar? ¿No son esas cosas las que realmente nos deberían impresionar?.
Ella me miró y siguió acariciándome hasta llegar a su casa, la acompañe hasta su puerta y con un suave beso en su mano me despedía, cuando de pronto se acercó a mi y me beso con gran pasión "quiero que me hagas tuya" me susurró al oído. Entonces me acerqué a ella y levantándola del suelo para que se aferrara a mi pecho entramos en su casa; besos, caricias, mordiscos, ropa aquí y allá. Suspiros. sobre la mesa, sobre el mesón, en la sala y luego hasta su recámara. "Dave Dave" gritaba con fuerza hasta que susurré "Ohh" ella me apretaba con más fuerza hasta que al fin me descargué dentro de ella, seguimos hasta el amanecer.
Me desperté, algo desorientado me percaté que no estaba ella.
-¿Cariño? ¿dónde estás?
Caminé hacia la sala y no la encontré, en el baño, en la cocina... simplemente no estaba. Entonces me vestí, recogí la ropa poco a poco que se encontraba en el suelo. Hasta que me acerqué a la cama, mientras me ponía los zapatos vi una nota en la mesa de noche.
-"Vuelvo en la tarde, en la nevera hay comida prepárate algo. Anoche estuviste increíble, con amor Hellen."
Entonces sucedió, muchas voces me acechaban al alrededor, unas me gritaba a mi oído y otras más se acercaban poco a poco como queriendo-me decir algo, acto seguido me quedé inmóvil y de repente estaba allí, un sótano vacío, tan solo polvo y algunos papeles y casilleros al rededor, no tenía idea de qué cosas eran. Logré acercarme y pude notar una pluma junto a un libro sobre una mesa de oficina, encima de ella una lámpara alumbrando lo único que iluminaba más que toda la habitación era aquella pluma y aquel libro. Me acerqué para ver de qué se trataba así que tome el libro con su pluma y empecé a escribir. Un aura me rodeó toda la piel, en el libro narraba lo que podía imaginar de algunas cosas, solo podía imaginar pocas, así que seguí escribiendo, noté que cada vez que escribía más podía ver como del aura de al rededor de mi cuerpo rodeaba aquella pluma y las letras de lo que escribía se impregnaba como un tatuaje a la piel.
"Siento el vacío que hay dentro de donde me encuentro, siento la inocencia de mi ser siendo corrompida por la incertidumbre, siento como esta habitación se me hace familiar, como un deja-bu. Miro al rededor de ella y percibo que realmente solo me encuentro yo, no se que eran aquellas voces, pero siento que tal vez eran las mismas que me trajeron hasta aquí"
Al terminar de escribir se desvanecía la habitación y poco a poco estaba de nuevo en la recámara de su cuarto. Pensé que tal vez era una alucinación. No pensé más al respecto y me dispuse a preparar mi desayuno.
Me recosté sobre su cama mirando hacia el techo y me dormí.
Sentados frente a frente y el firmamento sobre nosotros. Aquel hotel era lo suficiente alto para poder ver una parte de la ciudad y a la vez tan cómodo para bajar y subir piso a piso sin prisa. Las mesas olían a una especie de uva perfumada y el lugar se encontraba un poco vacío aún así nos parecía más cómodo. Es uno de esos lugares en los que vas a despejarte o tan solo para recordar que estas enamorado.
Las estrellas nos alumbraban mientras nosotros disfrutábamos aquella velada; ya saben... velas, vino, dos copas, ambiente suave, ligero, cena y la música... ¡ah! la música; tan suave, suave como el mantel de la mesa, como su piel, suave como las palabras a penas sentías que te deslizabas en cada frase y que parecía mantener la noche en calma.
Ella... sostenía el cigarrillo y yo su mano, disfrutábamos de la cena, sin embargo, estábamos aterrados, no nos conocíamos mucho, pero sabíamos que queríamos hacerlo. Hablábamos de nosotros y de la misma velada, nos reíamos tanto que apenas podíamos mantener el diálogo. A veces pensaba que tal vez el trago hacía su efecto pero otras veces recordaba lo que sentía antes de embriagarnos. Ella me sonreía tan dulce y a la vez lograba en un momento dado de la conversación hacer tacto conmigo. Acariciaba mis mangas en una fracción de segundo que para cuando me daba cuenta estaba lejos de mi.
-¿El cielo se ve tan hermoso o es una ilusión de la noche?
Sonreí : -Tal vez estén reclamando la cena que nos robamos de un pedazo de el.
Recuerdo que nos volteamos a ver y nos dijimos el uno al otro lo que sentíamos, pero no con palabras, ni con gestos. Las miradas bastaban para saber que aquel momento era uno de muchos que no se planean, porque al hacerlo ya habríamos robado una parte de aquel.
-Mira se que te sientes un poco inquieto porque sientes que algo hace falta en tu vida.
-Se que no necesitas más problemas para ti, tal vez sea uno más de ellos en tu vida Hellen.
-¿Por qué no me dices lo que sientes en realidad?...
-Siento que tengo muchos cabos sueltos en mi cabeza.
-Quiero ser uno de ellos
-¿Estás segura? No creo que...
-Estoy segura Dave
Ella se acercó y tan solo la magia del momento nos envolvió y sus labios saltaron con los míos a otro mundo.
En el fondo sabía que los momentos que tendría a su lado no durarían mucho, ya sea por mis inseguridades o ya sea porque tal vez y solo tal vez no deba estar junto a ella. Entonces ¿Por qué me atraía tanto? ¿eran su mirada tierna? o ¿su forma de hablar conmigo? me envolvía tanto que a veces pensaba no ser lo suficiente para ella y ¿si no soy lo suficiente para alguien?...
Lo único que sabía es que ella se interesaba en mi y yo en ella.
Me encontrarán en el país lejano de mis pensamientos, contando cada estrella en la madrugada de la hora inesperada, balanceando mi pie una y otra vez pensándote.
A veces me pregunto... qué hacen todos cuando estoy solo, me pregunto si alguien se sentirá así... Si todos se alejaron de mi o yo fui quien me alejé de todos.
De hecho me sorprende que hace no mucho tiempo tenía muchas cosas por hacer y la triste derrota en un intento de flotar con mis deseos y aspiraciones se vio arruinada por una simple respuesta. Todo por lo que había deseado se vino abajo por una simple crítica que a demás fue tan fría como la misma noche de aquella audición. Tal vez no era lo que deseaba o tal vez no estaba preparado, pero, ahora ¿Qué debo de hacer?... ¿seguir a delante con esto o dejarlo para cuando vuelva a sentirme mejor?...
Pensando en el tiempo que ha transcurrido y las cosas por las que he tenido que pasar se vuelven muy inestables con lo que siento dentro y más allá de lo que pensaba llegue a creer que estaba loco; pero realmente caí en cuenta que, pensando más y más a través del tiempo soy uno con el mundo; soy importante para cada átomo, soy el efecto mariposa y es porque cada uno de nosotros lo somos. Tenemos altos y bajos, tenemos fe en creer en lo que necesitamos, pero realmente siguiendo los pensamientos de cada quién, llego a pensar que cada vez que intento hacer algo, afecta de una u otra forma a las otras personas... Lo que necesitamos no es lo mismo que lo que queremos, necesitamos el aire, pero no sabemos que lo queremos hasta que lo damos por perdido. Necesitamos a las otras personas, pero no lo queremos hasta que nos encontramos solos. La verdad solo es una y hubo una persona hace mucho tiempo que la refutó, nos dijo lo que necesitábamos saber y con eso basta. Solo por el encontramos la verdad y la vida solo con el somos libres. Pero no libres en un pensamiento para estar atado a una costumbre. No ser libres para estar atados a una orden. Ser libres en todo el sentido del ser de la palabra. Que se sientan los valles, los ríos, las cascadas y cada volcán en las letras de ésta.
Podemos mantener a Inkspired gratis al mostrar publicidad a nuestras visitas. Por favor, apóyanos poniendo en “lista blanca” o desactivando tu AdBlocker (bloqueador de publicidad).
Después de hacerlo, por favor recarga el sitio web para continuar utilizando Inkspired normalmente.
Comentarios de
0 Comentarios