Más que un juego. Seguir blog

ophelialibertine Ophelia Libertine Acerca de lo que somos cuando nadie mira, sobre lo que callamos y gritamos por dentro cuando las luces se apagan y el telón interno nos remite un remanso de paz o de furia. 0 reseñas
Historia No Verificada

#escribir
AA Compartir

Sincericidio

Quizás, lo que nos pasa, es que no somos nada claros.
No somos transparentes porque no nos han enseñado que la sinceridad es la única llave capaz de abrir todas las puertas;
que ser natural es ser uno mismo sin artificios;
que ser honesto es ser consciente y coherente con lo que se piensa.
Nos sobra el ego.
Quizás, lo que sucede, es que no estamos acostumbrados al esfuerzo; que siempre culpamos al otro; que no sabemos por dónde nos sopla el viento; que nos queremos demasiado a nosotros mismos y lo hacemos mal, al mismo tiempo.
Pero lo he estado pensando...
Lo que nos ocurre es que somos egoístas. “yomimeconmigo”, nuestro ombligo y nuestras circunstancias y luego, ya más tarde si eso, te busco en algún momento; después de mí, por supuesto.
Quizás lo que pasa es que no sabemos valorar lo realmente necesario, lo que se percibe, se intuye o se necesita: la fraternidad, el amor, el cariño, lo sincero.
Lo importante son los que están y nos hacen la vida más fácil, los que cuentan con nosotros a pesar de todo, los que nos quieren sin esperar nada a cambio... Todo eso es lo realmente necesario.
Siento una lástima terrible por esta sociedad del consumo, del usar y tirar, del embalaje sin contenido, de la atrofia emocional.
Hoy tú y mañana otro.
Me da pena.
Sí.
Nadie es perfecto, solo compatible en traumas.
Quizás sea eso lo que nos pasa.
Nos hemos convertido en un montón de pensamientos nada claros, por antonomasia; un barullo mental sin salida, un lío de palabras no acordes a lo que pensamos...
Y los pocos que quedan con luz, se acaban fundiendo.
Se acaban estropeando.
“Sincericidas” los llamo. Sinceros suicidas.
Perdidos entre heridas, mentiras y confusiones sintomáticas.
Hundidos.
Mirando perplejos e inconscientes el horror de ese otro bando.
Esos que pasan por la vida siendo oscuros y sin luz donde observarlos.

24 de Noviembre de 2019 a las 01:01 0 Reporte Insertar 0
~

Una

Me fascinan las personas auténticas. Aquellas que no tienen una cara y cruz.

Las que se muestras sin tapujos, sin vergüenza. O sin necesidad de aprobación constantes.

Las que son capaces de apaciguar cualquier tormenta a través de su luz.


Auténticas.


Me apasionan las personas que son como un libro abierto.

Como un manual didáctico y misterioso.

Aquellas que no precisan reafirmarse constantemente sobre lo que creen que son y se permiten, sencillamente, ser.

Las que posee un corazón grandioso.

Aquellas cuyas emociones compartidas son verdaderas, así como sus gestos, sus acciones y sus letras.

Cuyo reflejo interior es muy fácil de entrever.


Auténticas.


Me gustan las personas de verdad.

Las que no se parecen a una fotocopiadora.

Inigualables, indescriptibles, impresionantes. Y también las singulares, las enigmáticas, las que derrochan pasión:

Que no necesitan apagar a nadie más para brillar con luz propia,

que no requieren de halago constante y saben escuchar,

que entienden cómo cuidar cualquier tipo de corazón.


Auténticas.


De verdad.

Sin filtro.

Honestas.

Y con infinitas ganas de estallar de emoción.

17 de Noviembre de 2019 a las 23:34 0 Reporte Insertar 0
~

Cuando nadie te mira.


Las palabras que no decimos por no herir, lo que callamos por no parecer estúpidos. Las ideas mediocres acerca de nuestra existencia y las ganas contenidas. Las canciones que tarareamos pensando en alguien, imaginando un futuro idílico de película de Wes Anderson.

La forma en la que investigamos nuestro cuerpo, cómo nos acariciamos el pelo o miramos el punto fijo en la pared para no pensar en nada. La forma que tenemos en expresar nuestros miedos y nuestros errores para creernos más fuertes de lo que somos. Los lugares que visitamos para no ser menos, para mostrarle al mundo que somos mucho más que un puñado de huesos y de desvelos, aunque nos parezcan una mierda y no nos aporten nada excepto malgasto de tiempo.

La última visita al doctor y al terapeuta, el último secreto a voces, la foto guardada a escondidas que sabes que deberías tirar y ese archivo de en la computadora que con un nombre encriptado para que nadie sea capaz de encontrarlo.

La manía tonta de oler las sábanas limpias y recoger las cosas como si alguien viniera a visitarte. Los libros que no has leído, pero que a todos haces creer que sí, por que al empezar el segundo capítulo te parecieron tremendamente aburridos, así como la peli de culto que te hace dormir en los quince primeros minutos.

Lo que somos cuando nadie mira, poniendo muecas frente al espejo ppara entender qué imagen es la que damos al resto, qué queremos que ellos perciban, que pretendemos aportar..

Quizás seamos el fondo de un montón de desórdenes desalineados buscando una constante en la que aparentar integridad, sin mostrar el foso, no vaya a ser que nos apaleen el ama, no vaya a ser que nos hagan daño.

La cara más amarga, la de la pena inconsciente y sublime. La manía estúpida de hacer siempre como que no pasa nada, aunque nos pase todo.

Somos lo que nos callamos, los desvelos, los sueños tórridos, el desamor, la indiferencia, el lastre, la frustración, la pereza y la necesidad.

Si ellos supieran.

10 de Noviembre de 2019 a las 16:01 0 Reporte Insertar 1
~

Estoy

Aquí habitan unas cuantas cicatrices subyacentes trepando por mi epidermis desde el talón hasta la sien, desde el dedo meñique hasta la ceja, pasando por el torso y enredándose por la cabeza.

Aquí se acumulan dudas enmascaradas y daños corrosivos, colaterales o directos.

Y sensaciones enraizadas exentas de culpa pero condenadas al desapego.

Y lastre emocional.

Y fracasos con olor a naftalina.

Aquí se amontona el precio de los riesgos asumidos...

O no.

Y condenas de prescripción ajena.

Y algunos rastrojos secos que de vez en cuando arden al mero rose de un dedo, o una palabra, o una ilusión pasajera, como hogueras de salvavidas.

Y miedos convalecientes.

Y mensajes no enviados.

Y alguno que no debería haber llegado a destino.

Aquí hay muchas cosas que no puedo contarte a voz alta y que deberás ir descubriendo. Hay heridas con nombres y apellidos.

Frustraciones con olor a desidia.

Incongruencias y desórdenes.

...

Pero también hay ilusión.

Aquí hay muchos abrazos a la espera de ser compartidos.

Y miles de sueños que pretenden cobrar forma.

Y libertad compartida.

Y deseos ocultos.

Y la suficiente valentía que me permite hacer algo nuevo.

Aquí está latiendo algo demasiado grande.

Aquí hay deseo y nuevos sentimientos.

Y unas ganas incontenibles de poner el contador a cero y explotar en fuego.

Por que aquí estoy yo.


Y todo esto es mucho más que un juego.

2 de Noviembre de 2019 a las 15:52 0 Reporte Insertar 0
~
Leer más Página de inicio 1