Perros que solo ladran Seguir blog

monicaa2 Mónica Carramiñana Villacañas El deseo de la sociedad de verte colapsado, arruinado, agotado de luchar en una guerra sin significado aparente...El derramar lágrimas que no cesan por motivos inexplicables hasta percatarte de que solo tienes que seguir adelante, aunque en el camino haya pozos de soledad e incertidumbre, de dolor insaciable que se cuela en lo más profundo de tus entrañas... 0 reseñas
Historia No Verificada

#338 #reflexiones #nuncamirareatras
Perros que solo ladran
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Intentan que me trague mis palabras mientras vivo en una continua inanición

Y, como de costumbre, cada día hacen rebajar la autoestima y la felicidad de todo aquel que no comparte sus ideales, sus malos modales, sus estúpidas formas de ser. Hechos que hacen que a diario, esto sea un infierno, y si no, te hacen encerrarte en ti misma, creyendo que así sus problemas disminuirán, pero desconocen que en realidad, lo que están haciendo es aumentar esa tensión, ese odio continuo hacia ellos. Todo cuánto me inculcaron, era falso, pero no tanto como cada beso, cada caricia, cada abrazo que creí reales, los mismos de los que pensé que aliviaban los males que iban apareciendo, pero con el tiempo, me percaté de que solo los escondían para que así, junto con l golpe de realidad, la puñalada fuese aún más dolorosa. Siempre ejecutan la misma práctica, acabando con un fin mental que hace que descanses mientras te das cuenta del pecado que cometiste al nacer. Ese fue uno de los mayores errores que puedes llegar a cometer. Nunca te van con sus deslealtades a la cara, sino todo lo contrario, rajando cada vez más todas las cortinas de luz que colocaste en ese mundo de oscuridad que te invadía. Independencia. El factor que marca la diferencia entre la libertad y la muerte. Ratas que buscan entre tu basura para juzgarte y dañarte. Alimañas en busca de cualquier tipo de hecho que te pueda perjudicar de aquí a un futuro. Las mentiras aumentan a medida que pasa el tiempo, haciéndome desear un futuro mucho más incierto, pero acabando con todo este complot con el que convivo. Medidas que no llegarán, junto con una libertad deseada pero imposible de conseguir aquí. Engañada de manera minuciosamente preparada, lo que conlleva una posterior desconfianza que se perfecciona día a día. Latigazos de realidad que duelen cual bala. Una bala que no llega, una bala que no acabaría con este sufrimiento, pero que ayudaría a remover sus conciencias. Porto una gran presión, un gran peso inaguantable. Todo un mundo sujetado por una pequeña hormiga. Nadie la ha prestado ayuda jamás, y cabe esperar que nadie lo vaya a hacer. Unas fuerzas inexistentes que procuran sujetar un mundo del que no forma parte, que buscan sobrevivir ante un muerte lenta y dolorosa. Una agonizante espera. Un entrañable recuerdo que intenta litigar todo aquel peso que sostiene, pero no es suficiente. Intentan acortar un camino que ya estaba escrito, un libro con las páginas contadas. Vergüenza siento al saber que mis raíces provienen de un árbol caído y que, por mucho que intenten reanimar, va a seguir tendido por los suelos. Una vida muerta, una eterna espera que jamás cesará. Las culpas inculcadas, las continuas agresiones mentales, los continuos vaivenes emocionales…Hechos que perjudican un futuro ya de por sí desesperanzado. Tiempo contado con los dedos de las manos, cada mota, cada una de ellas única e irremplazable, pero que han sido desperdiciadas en este mundo de fracaso y desdén. La ignorancia con la que me amenazan diariamente, la misma que hace que les mire con la cara que se merecen. Intentos de consolidación, de retomar todo aquello que perdieron con su forma de ser, con su forma de preferir el agua antes que la sangre, de pisar sus ramas antes de perder aquello que piensan eterno. Un comportamiento irracional e incomprensible que se apoderó de sus cuerpos. Creía conocer a lo que en su día denominé familia, pero me equivoqué, pues estas personas poseían dos caras, pero en ninguna de ellas tenía cabida mi existencia. Cada uno de ellos se me hace insignificante y rara vez racional. Quemé sus recuerdos con el fuego que querían para calcinar mi forma de ser. Ahogué sus comentarios en el mismo agua que ellos prefirieron para convivir. Una preferencia extraña, y para mí, inaguantable. Una momia que pretende corroer todo un globo que protege mi tranquilidad. Una aguja que pinchó mi burbuja y que conllevó un ahogamiento inminente pero esperado. Protuberancias en un mundo plano, una cordillera en medio de un amplio valle. Sentidos fuera de un alma retorcido e insensible. Incapaz de conocer la cordura, los remordimientos, la verdad por encima de todas las cosas. El amor que juré arrancar y que dejó mi alma sin precedentes para luchar. Una incomprensión que abunda en una atmósfera tóxica, colapsada del humo de un infierno que me hicieron admirar. Una admiración que nunca llegó a existir. Un asesinato donde el culpable está claro. Personajes que habitan en un mundo de ficción. Personajes que se metieron demasiado en su papel, quedando sumergidos en un mundo triste y ficticio. Desde mis inicios creí que la sangre perduraría eternamente, pero solo eran falsas creencias. Mitos que nos inculcaron para que no sospecháramos del futuro que nos depararía. Una melancolía infinita que prometieron borrar, pero que solo agravaron. Una tortura que me arrebata el sueño, dejando mi cuerpo cansado cuando ya vivía al límite de la explosión. Un amor que nunca existió, pues eligen a cualquier perro que se encuentran como mascota, abandonando a aquellos que siempre estuvieron allí. Sin filtros, sin tener ningún tipo de cuestión acerca de ello. Un perro que se ha ido comiendo sus conciencias, dejando sus mentes anoréxicas, válidas para inculcar sus aparatosas ñoñerías de perro callejero que nunca conoció a una familia. Un dueño con alergia a su existencia. Sarcasmo es sus palabras y olvido en sus ojos. Una dictadura donde, si das el mínimo paso, te fusilan. Sin importar quién seas o quién quieres ser. Una llegada a un lugar lejano donde juraron no volver. Mentira tras mentira. Intentan cerrar una yaga con cinta adhesiva. La misma que utilizaron para callar mis verdades, las que mi mirada gritaba. Roces que no hacen el cariño, sino una guerra de movimientos, donde todos se posicionan en recuerdos que creen dolorosos y tan solo son motas de polvo en medio de un gran volcán. Intentan que me trague mis palabras mientras yo vivo en una continua inanición.

1 de Noviembre de 2020 a las 19:55 0 Reporte Insertar 0
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