Se refiere al hecho de que cuando uno no es capaz de afrontar su tara, su miedo, ésta se hará tan fuerte y poderosa que adoptará forma propia y te controlará, mientras tu verdadera esencia queda perdida en medio de ninguna parte. Por el contrario, permitirse crecer en la auto aceptación, entendiendo que nuestras taras no son tales sino semillas de avance personal, puede ser una de las claves de esa ansiada felicidad que todos queremos encontrar. (Extracto basado en la Saga Disociativo).

Miedo. La sola mención de la palabra pone los pelos de punta. Es una emoción normal, de esas que llaman "primarias" y tiene una función adaptativa. Sin embargo, un exceso de miedo puedo paralizarnos e impedirnos funcionar y eso es lo que me pasa a mi. —Usa el miedo como aliado en vez de como enemigo —me dijo un tipo una vez. —¿Cómo podría? —Escúchalo —respondió—. Utilízalo para huir y tomarte el tiempo que vas a necesitar en razonar y regresar.