Nos bajamos del auto y nos dirigimos a su habitación, en realidad, estaba nervioso. Ella no sabia que era lo que yo pensaba. Tenía miedo. Mañana me iría del condado, no sabia como decirle, no tenia idea de que excusa ponerle para dejarla tranquila. “¿Iba a visitar a mi hermana?” “¿Necesito tiempo?” “¿Tomaré cursos extracurriculares?”. Solo existía un motivo, era ella y no podía decírselo. No tengo idea de lo que siento o si es pasajero, no quiero ilusionarla, me siento confundido.

Tome sus cosas de la mesa y nos dirigimos a mi auto, todos los viernes teníamos planes, pasábamos la tarde en su casa, veíamos documentales de desapariciones en Netflix, después nos preparábamos para ir al bosque, un bosque no muy lejano, solíamos contemplar el paisaje y platicar, siempre era así. -Bien, es hora de irnos… ¿Ya pensaste que veremos el día de hoy?- pregunte mirando hacia el camino mientras manejaba. Ella solo me miro sin decir nada, así permaneció hasta que llegamos a su casa.

Caminé hasta la cafetería, buscándola con la mirada, hasta que la encontré. Se veía tan pura, tan sencilla, tan hermosa. Me dirigí hacia la mesa donde se encontraba. Al encontrarme con la mirada, sonrió de oreja a oreja perdida en sus pensamientos. -¡Tierra llamando a Ginn! Pensé que te encontrarías fuera de la biblioteca Gianna- dije haciéndola salir de sus pensamientos. -Te esperé aquí, supuse que tendrías hambre, ya he pedido por ti. Desde que nos conocemos siempre he llegado tarde a clases.

El día comenzaba, era frio y lo sentía fúnebre, a decir verdad, justo hoy era un día así. Me levanté como pude de la cama y miré la hora, ya era tarde, tenía mensajes y llamadas perdidas de Gianna, mi mejor amiga. “Te espero en la cafetería” 8:30 am “Ya pedí tu desayuno favorito” 8:40 am “No te quedaste dormido, ¿cierto?” 8:45 am - ¡Maldición! – dije levantándome de golpe. Me aliste con lo primero que encontré, tome las llaves del coche y me dirigí al instituto. Deje el auto aparcado cerca.

Un día mi psicóloga me dijo que la única responsable de mis emociones era yo. ¿Qué se hace en el caso de sentirse molesta y llorar? Sentirse feliz, y llorar. Sentir frustración y llorar. Sentir angustia y llorar. Cada emoción repite el mismo ciclo. ¿Es la única reacción?

Hace unas semanas salió un anuncio el cual pertenecía a la famosísima banda Pink Floyd, aquella que tenía esa hermosa canción nuestra, ¿lo recuerdas? Decidí asistir a aquel concierto en vivo desde Praga, anhele ese día, ese día en el que mi subconsciente quiso dejarte ir. Hace unos días fue al fin aquel concierto, el cual fui sin tu presencia. Lo más extraño fue sentir tu aroma atravesar por mi nariz impregnando mi cabeza de recuerdos tuyos…

Min Yoongi y él llevaban dos años y medio de noviazgo, cada día sentía que podría quererlo más, los días eran bonitos a su lado, incluso en el sexo, se podría decir que su noviazgo comenzó con un engaño él era el amante, se habían conocido por coincidencia de amistades, él era de otro grupo, cursábamos la preparatoria y aquel día soleado mientras apoyaban a sus equipos de fútbol, sus miradas cruzaron, al notarse el uno al otro fue un choque de emociones.

Tú entre libros, yo entre música, ¿tiene congruencia? ¿Realmente seríamos el uno para el otro? No sé por qué demonios te pienso tanto, ¿tú lo haces? No lo creo, solo me quedo no totalmente satisfecho, pero si conforme de tener al menos tu amistad, de tener tu confianza…. Próximamente.

El cuerpo de mi madre yacía sin vida en el suelo. Todos pensaron que la había matado, pero no fui yo. Al otro lado de la habitación, podía ver a la persona que lo hizo, pero denunciarla me condenaría por completo. No podría hablar, el secreto que guardaba mi madre me involucraba, el decir alguna palabra me daría un pase directo a la perdición y la memoria de mi madre, quedaría pisoteada.

Caminé un poco el cielo estaba nublado, era un día diferente a otros. Observe como el nuevo vecino batallaba para juntar la fruta de la acera. Aceleré el paso para ayudar a levantar su fruta. — Buenos días, ¿le ayudo a levantar su fruta? — dije agachándome a recogerla. — Gracias muchacho eres muy amable, ojalá encontrara más chicos como tú. — Dijo levantándose completamente y yo continué recogiendo la fruta. De repente sentí un gran golpe en la nuca….

Lo escribo ahora, dicen que existen más síntomas de la enfermedad que hace que comiences a perder la memoria, no quiero perderla. Mi nombre es Kim Taehyung tengo 18 años tengo un perro llamado Yeontan, un pecesito. Y esta es la historia de mi cruda realidad. Abaddon: Se refiere a un abismo insondable generalmente vinculado al mundo de los muertos. El Sheol (un lugar de oscuridad al que van los muertos).

Sólo escuchaba las voces de Jimin preguntandonos si habíamos tocado alguna pertenencia de Min SunHee al encontrarla. Un gran escalofrío recorrió toda mi espalda. No dije nada, ni voltee a verlos ni un poco. El miedo había invadido mi ser, necesito idear un plan no puedo dejar que sepan. ¿O sí? ¿Realmente meterían las manos al fuego por mi? Al momento de ayudar a levantar a Jimin, me herí con una rama. Mi gran error: revisé la chamarra que me parecía conocida. Mi sangre quedó ahí.

Varios meses pasaban, continuamos viéndonos. Cada día era bello, lleno de mariposas en mi estómago. Me emocionaba de verlo, de esperarlo cada noche. ¿Cómo podía dejar de quererlo? Esa noche saliendo de trabajar como cada noche. Lo esperaba hasta su hora de salida. De repente un mensaje inesperado apareció en la pantalla de mi celular, era él. "No podremos irnos juntos hoy, ella vendrá a visitarme y me iré con ella". Todo lo que había de emoción en mi, en un chasquido... Desapareció.

Buenos días, cariño! Y un Emoji. Eran los mensajes de todas mis mañanas. Cada día me cuestionaba, ¿estoy haciendo mal? mi respuesta siempre es “Sí”. Cometí un grave error. Enamorarme de él, de alguien que tiene una persona esperando cada día por verlo. Continuará…

Durante varios meses era nuestra rutina, regresar a casa juntos. Nos volvimos más cercanos, hablábamos diario vía mensaje, a veces videollamadas o llamadas de voz. En ocasiones hablábamos hasta tarde y uno de los dos se quedaba dormido, o los dos al mismo tiempo. Una ocasión me tocó a mí, estaba a punto de cortar la llamada. El escuchar su respiración me hizo sentirlo cerca, me sentía tranquila. Dormía tranquilamente escuchando su respiración, suena cursi.

Cerré mi espacio de trabajo, nos dimos un abrazo era tanto tiempo sin verlo, cada noche yo siempre tomaba el autobús, ese día decidimos caminar para tener tiempo de platicar. La noche era oscura y fría, un clima perfecto para recordar. El trayecto se hizo corto, dicen por ahí que cuando el tiempo pasa rápido es cuando mejor lo vives. Llegamos a la base de autobuses. Por suerte, nos quedaban cuarenta minutos de platica, vivimos por la misma zona. No quería que el tiempo avanzara.

Me sentía muy emocionada, siempre ha sido mi amor platónico ¿han sentido ese movimiento en el estómago, esas nauseas que dan, pero no por devolver el estómago, esa electricidad que recorre tu cuerpo cuando te sientes muy feliz, ¿taquicardia afectiva? ¿ansiedad? no tengo la menor idea. La hora se acercaba, nunca había deseado tanto salir de trabajar. Sentía un hormigueo en las palmas de las manos, temblaba. Hasta que por fin dieron las 8 de la noche. —Buenas noches, señorita. ¿Nos vamos?

Luego de un año me encuentro trabajando en una plaza, haciendo mi inventario de mercancía. —Buenas tardes, ¿me vendes de tus productos? ¿Mi corazón latió como loco? Sí. Volteo lentamente, es él. —¿Cómo has estado? — me dijo muy sonriente. — Muy bien, tenía tiempo sin verte, ¿trabajarás en la plaza? —Así es, ¿a que hora sales de trabajar, quieres que te espere? — me dijo con mirada picara. Yo asentí, teníamos mucho que platicar, el siguió su camino a su trabajo. Estaba a 50 metros de mi.

¿Un hombre puede ser amigo de una mujer? Esa pregunta revoloteaba en mi cabeza, era viernes mi taller había comenzado desde temprano. Era cumpleaños de mi mejor amigo, no tenía un regalo para darle. Le compré un pastelito de empaque, lo cité en un receso y se lo entregué y lo abracé. Ese abrazo tuvo sentimientos distintos. Yo tengo novio. No es normal sentir eso.