— ¿Por qué me cubriste? — Hiciste algo en contra de las reglas. Merecías salirte con la tuya.

Los androides mataban a la gente para reemplazarlos y tomar el lugar de sus dueños. Estaban en todas partes, se veían y actuaban exactamente igual que sus antecesores. Lo único que los distinguía de los humanos era su luz parpadeante proveniente de la palma de la mano. Una pequeña publicidad. "Gracias por contratar nuestro servicio de seguros: Una vida duradera"

La habitación donde estaba tenía tonos naranjas, era cálida. Así suelo recordar a mamá. Al extender mi mano arrastré una secuencia de colores que rompieron el esquema frente a mis ojos. Ahora la iluminación parecía como si estuviésemos en una playa a pesar de ser un cuarto. Con un poco de incertidumbre, me doy la vuelta para ver mi cuarto en tonos naranjas. Extendí mi mano, el lugar ahora era lúgubre. Como un vacío en el corazón que no fue llenado. ¿Por qué reconozco este lugar como mi cuarto?

Te veo en el castillo que construí para el hijo de la luna En la cuna de un rey benevolente En el camino de un soldado herido En las historias que he escrito. Te siento en la brisa que me reprocha el no llevar cobijo En el abrazo que brinda el sol de ocaso En los paseos donde me hallo ser preciado En los mil y un esfuerzos que hago Eres el cuarto de hora antes de la cena porque recuerdo que todos los días valen la pena Me acompañas en memoria porque eres todos mis mundos y todos mis tiempos.

— Y es que el motivo de esta guerra es tan lastimero... Estamos luchando por una tierra que, en el fondo, sabemos que no merecemos...

La ley del mínimo esfuerzo a dado frutos para bien y para mal. Para bien, ha empujado personas para emprender un destino. Para mal, ha cercenado sueños con un "pudo haber sido" y a soñadores que al volver a casa susurraron: "Ojalá hubiera dado más".

Volví a mis raíces un viernes escuchando la radio. Me preguntaba en qué punto perdí el norte y por qué mi alma ya no era alegre. Escuchaba la voz que era fiera y decía "¡Pelea por el futuro! El camino lo encontrarás de nuevo" Pero cariño... Solo he improvisado. Sé que no puedo mantener la farsa toda una vida. El camino es humo ahora y no sabes cuánto deseo tirarme al fuego, unirme a él, ser cenizas y resurgir de ellas para decirles a todos que, la verdad, perder no fue tan malo como creía.

Más allá del mar, que fue la tristeza. Más allá del cielo, que fue mi gozo. Más allá de este cuerpo, que fue mi medio. Más allá de todo solo hay en mi una eterna gratitud. Por los tsunamis de mi mar. Por las estrellas que pude tocar. Por los sentimientos que me permitieron ser humana, y ser plena. Gracias por el trayecto que representó este año. Siempre camino antes que destino. Feliz año nuevo a todos los que caminan su sendero.

Ahora vivía el sueño de los viejos. El sueño de estar en la Luna y verla como hogar. Habían rascacielos en el perpetuo creciente menguante del satélite. Pero... ya mi amor no estaba en las estrellas. Era la inconformidad lo que movía mi alma y este mortal cuerpo. Mirando hacia abajo al lugar donde nací, vi al ser más hermoso de mi vida después de los eclipses. Vi de nuevo el lugar en el que debía estar. Y es que ahora, formando parte del firmamento Caer hacia sus brazos no era tan descabellado.

Cuando te tuve en frente, mis cicatrices se abrieron de nuevo como ventanas en primavera. Cuando estuve frente al espejo, mi reflejo se abrió el pecho y pude ver que dentro había un florero. Nada de rosas. Nada de felices tulipanes. Solo un florero que esperaba ansioso de que yo volviese al agua para florecer. El corazón se desangra a verdades. La historia se a olvidado. Ahora solo quedan retazos, no de lo que fue, sino en lo que ahora es.

Miré al cielo, con el alma entre las manos y ofreciéndolo al firmamento. Una estrella fugaz pasó y le pedí mi más sincero deseo. Creo fielmente que ella lloró toda la noche porque no sabía cómo concedermelo.

“En la villa del señor… Oh… Hay tantos hombres buenos anhelando tocar el cielo… Y en su inmensa bondad encuentran las puertas de mi morada… Hombres buenos y de bendita voluntad, esta es su casa: La casa de las almas tranquilas y mancilladas…”.

“Me pregunto entonces, qué causa más terror, si darte cuenta que el mundo se está rompiendo físicamente y los demonios emergen de las grietas, o que te encierren junto a los "idos" de mente y entender que los demonios que veías se metieron en sus cuerpos".

Dentro del silencio de la tarde descubrí el primero de mis más profundos deseos: Despertar de este sueño recurrente que es la vida gris.

— Creo fielmente en dos puntos y a parte de una vida: De donde la ira y la desidia nacía el motivo de la vida y de donde la devoción y la entrega, nacía la mayor de las venganzas.

Por favor déjame ir. Abandona mis sueños. Deja en paz los luceros que me dan ganas de vivir. Olvida los paseos que nunca dimos, que solo viven en tu memoria. Deja de pedirle a la vida que me haga regresar a tus días. Cariño, entiende que ésta decisión fue un viaje de no retorno. Después del dolor viene la calma. Todo volverá a tener sentido. El silencio es mi aliado pero ahora me susurra tu nombre. Esta vez el destino no va a conspirar a tu favor. No cederé mi esperanza de ser feliz.

Debatir entre el querer paz y el deber de hacer las cosas cuando no estás seguro de ninguna, es la lucha de cualquier hombre decente en una gran ciudad.

”Soy pagano de los viejos tiempos pero creeme cuando te digo que hay vida en los rezos sin parafernalia".

“Bajo el oscuro firmamento como testigo, las almas contrarias encontraron su eterno equilibrio. De la Vida y la Muerte nació la más sincera muestra de amor eterno y mortal. La Muerte se había enamorado de la fuerza y la alegría de los días. La Vida había encontrado finalmente la paz que no encontraba en su vaivén". Fragmento de la Saga Legaleis.

— Quizás la vida sea un día. — ¿Qué? — Fíjate —él se acomodaba en el asiento para verme dispuesto a soltar su explicacion—. Despertamos y nos enfrentamos al día. El inicio es inseguro pero abriste los ojos. Todo lo que conlleva ese día: Lo que dijiste, lo que dibujaste, lo que lloraste. Pero antes del fin estamos mirando fijo al atardecer porque es lo más hermoso que jamás tocaremos para luego cerrar los ojos una vez más. ¿Acaso no es morir viendo lo hermoso y volver a vivir para encontrarlo?

Creo fielmente en los actos ciegos de la valentía, en el coraje que impulsa a alguien a defender a otro.

Estoy aquí: Habitando un cuerpo ajeno. Un cuerpo enfermo. Un cuerpo sin sueño. Un cuerpo sin espíritu. Un cuerpo sin consuelo. Un cuerpo sin dueño.

No hay personas que llegaran en el momento justo para evitar la tragedia. No llegó la tarde apasible para consolar tus penas. No llegó la canción que te haría sentir comprendido. Solo estás tú, sentado en el sofá preguntándote si ésto es una señal o una crueldad. En ambos casos, sigues siendo tú. Eres tú quien te da el vaso de agua. El que te consuela el llanto que no brota. El que calma tus angustias. El que te dice que vas a estar bien. Que todo estará bien. La única constante eres tú.

“Un día como hoy hace muchos años cuando tenías 2 años, se lanzó una muchacha de 16 por el balcón de su casa allá donde vivo porque su mamá era demasiado fuerte con ella. Eso pasó a las dos de la tarde, ella no la dejaba convivir con nadie y resultó que ese día la habían invitado a una fiesta. Su mamá no la dejo ir y sabrá Dios qué le dijo que ella saltó por la ventana de un piso ocho al jardín del edificio. Ella era hermosa, pero su madre tenía tantos complejos..." Anécdotas de la abuela

Como el sitio donde van a parar mis escritos sin destinatario me permitiré ser honesta. He pasado más tiempo fingiendo estar feliz que viviendo. Solo veo el mundo con colores fríos pero a fuerzas estoy intentando ver lo bueno que aún existe. Así que si algo mío los conmueve sepan que un escritor es sobre todo, como dijera Onetti, un buen mentiroso.

Confieso que este lugar es donde dejo caer lo que en mi mente lleva dando vueltas por varios días. Sin cuidado, sin intención, pretendiendo existir como un chiste que siembra duda. Sin embargo me gusta pensar en todo aquello que aún no a sido escrito. Esos personajes que aún no se han creado. Esas historias que se mantienen silenciosas esperando su momento perfecto de florecer.

Y es que cómo no amarla, si siento que puedo ver su alma cuando canta.

— Le dijiste que no tenía sentimientos y lloró toda la noche por eso.

En la puerta de la nevera yacía tranquila una nota que decía: “Dejo este recado por si regresas. Me he ido".

“Si no hay en cada uno de mis versos un acento de eternidad, habré malgastado mi tiempo..."

Carta no enviada. Escribo esta carta con la intención que nunca tengas que leerla. Este papel sirve de cojín para amortiguar el golpe de mi alrededor y para declararme a mí mismo en un triste estado de bancarrota. Linda, he tocado fondo. Me he dado cuenta justo ahora cuando te dije que me sentía mal y que quería un abrazo. Eres la persona más importante en mi vida. Al leerlo con tu voz mi corazón quedó en silencio. Por primera vez me di cuenta de que tu cariño no me ofrece salvación.

Su voz resonó severa en mi cabeza, tan clara como el día en que sellaron por el resto de mi vida el destino que viviría. “Seguirás conociendo a la misma persona en diferentes cuerpos hasta que aprendas la lección”.

Cariño, no reserves todo ese amor a un quizás. Ama fuerte, que los demás te vean llegar a un lugar y sientan la alegría de estar en paz. Haz que sepan que los quieres. Luego es tarde, nieta mía. El reloj no entiende el "después" o las excusas. Es un Dios rencoroso que los pecados no perdona.

— Viste —el jefe se reía de la manera más sádica posible al ver entrar a su empleado con el que lo seguía de mala gana— Que te envié a alguien para que te vigilara a ver si estabas haciendo el trabajo o no El hombre que iba al frente, hastiado de que siempre pusieran en tela de juicio su trabajo frente a todas las personas se dio media vuelta para ver a quien traía como un llavero inservible. — Ves que solo eres un soplón —soltó frente a todos los presentes incluso de su jefe que los mirababa.

“He aceptado que la muerte habita en mí. Qué todos los seres mortales en algún momento se sentirán como me he sentido toda la existencia. En algún punto nos encontraremos: Ellos en su agonía etérea, yo en mi agonía perpetua. Pero les daré la tranquilidad que aprendí a tener para que todo sea más fácil, más simple, menos doloroso". Breve fragmento de un relato.

Seré breve con mis palabras. No tengo mucho tiempo hasta que vuelva al maldito bucle que estoy viviendo. Sí, tú, el que lees esto. Ya hemos estado aquí antes. Hay que encontrar una salida pronto y por lo que más quieras no sigas las luces. No las veas. Olvidarás todo el progreso. Una de ellas a venido directamente hacia mí y me a tirado al suelo. Si encuentras esta página no te olvides de tu esposa Susan. Ella también está aquí. Oh... espera... la luz tiene mis recuerdos.. quizás la respuesta...

Aquella tarde dolías más de lo usual. Buscarte con la mirada y entender que ya no estarás más en este mundo.Que distinto eran las calles sin tu presencia.Que raro se veía la ciudad sin tener tus latidos y es que hoy más que nunca dueles porque la vida perdió su color, su sentido y su motivo por tu partida. Me he odiado tanto por permitir que la soledad se burlase de mí pero qué más puedo hacer, corazón, si eras tú quien me dabas las ganas de vivir en este descolorido mundo.

Entre susurros se escuchaba que las bestias de la grieta estaban llegando. El líder miró al mercenario y se vio a sí mismo cuando cayó. — Vendrás conmigo —de sus labios salieron las palabras que nunca había mencionado. Se acostumbró a viajar solo. Contra todo pronóstico pensó para sí: Quien no crea en las segundas oportunidades para redimirse, que cuente las que se ha dado a sí mismo.

Nada por aquí. Nada por allá. Aún cuando quieras avanzar a todos lados deberás mirar. Ignora las señales. Aborrece los consejos. Que nada te impida nadar por el lago y conocer la verdad. (Cosas que vienen a mi cansada cabeza antes de dormir).

De pequeña te observaba. No eras más que un amigo con miedo a mostrarse. De joven dejé de mirarte. Eras débil y el viento te mecía a conveniencia, sin raíces. De mayor te vuelvo a ver. Me asustas como castigo por haberte olvidado. Me gustaría que hablemos para resolver nuestros conflictos. Tú también me habías abandonado. Mamá está preocupada ya que me ve hablándole a la sombra detrás del armario donde nada vivo puede estar.

¿Cómo puedes llamar amor al prójimo al vacío que tienes en tu pecho, corazón? ¿Cómo es que puedes darle al resto un cariño que, en primeras, no puedes darte a ti mismo? Estás poniendo en peligro tu alma. No puedes dar eternamente un amor que no tienes sin pagar las consecuencias. Quiérete, corazón, solo así serás feliz. Verás que los demás se alegrarán contigo por una simple razón: Lograrás, con tu presencia, que ellos también se quieran.