1566617928 Francisco Rivera

¿Has estado atado a la idea de cómo vivir bajo la administración del tiempo? Quimera o no, en estos momentos no puede dudarse de lo que hemos hecho con el tiempo que aún poseemos... ¿Gustas acompañarnos? Y, agregamos otras historias...


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#vivir #el-tiempo-de-vida #personae
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¿Cómo debe vivirse?

Estoy en esta oficina pública y ante mi vista veo un afiche reproducido en copia fotostática tamaño oficio donde su lectura sugiere una verdad que se hace incuestionable:

No puedo detener el tiempo...

Esta oficina tiene una fundamentación que me resulta eufemística: Dirección General de Administración del Tiempo.


Y, en la lectura de su Manual de Procedimientos, leo lo siguiente:

La Dirección General de Administración del Tiempo Laboral es la encargada de revisar y analizar el concepto y su correcta aplicación del tiempo de labores, atenida a su estricto horario de desempeño de los trabajadores, con independencia del nivel que ocupen en el organigrama de esa instancia de atención, información, orientación y canalización de lo competente a sus funciones particulares y específicas.

Mi pasmo se sacude en el momento de haberlo leído, pues esta mañana, por ejemplo, el sabor cobrizo de mi aliento y saliva se juntan en el instante en que me pregunto lo siguiente:


¿Cómo debo vivir la vida que hasta ahora vivo...?

Luego, recién concentro mi auto reflexión al dudar del porqué de la falta de apetito no sólo en ese momento en que me incorporo de la cama.

Tampoco durante la ducha.


Ni cuando me cambio y visto el traje de calle.

Esa rémora, de: ¿Cómo debe vivirse? no me la enseñan mis padres pues ahora ellos me faltan.

Tampoco encuentro instrucciones de aprendizaje y de enseñanza en cada uno de los grados de educación desde la primaria hasta la educación superior e incluso de posgrado a doctorado.


Y, por si esto no bastara, desde mi propia noción de vida.

¿Sólo a mí me pasa esto...?

Mientras en la oficina de atención pública espero sentado en una silla de diseño ergonómico que alguna vez lo fue en sentido utilitario.


Me atrapa una porción de sentido del tiempo, de su discurrir.

De su evidencia y de su asociación al paso inminente de instantes que, en sucesión de momentos determinados, discurren en segundos y minutos; en horas y días; en meses y años...

¿En qué tal y correcto uso del tiempo se desgasta dicho asiento donde me veo...?


No sin parcial incomodidad me siento como un ser mobiliario cual silla secretarial: un tanto desvencijada por pesos corporales indistintos. de hombres como de mujeres, y que, acaso ese manual establece en algún lugar de su texto administrativo, lo siguiente:

... cuya asignación presupuestal de administración aplicada a propósitos del aprovechamiento del tiempo laboral, permita al personal adscrito en esta Dirección General, desempeñar sus funciones de manera eficiente y productiva...

¿Y esto, escrito y descrito me refleja como trabajador asertivo, productivo y eficiente en las tareas encomendadas del día a día...?


En un incierto contexto de oficina me extraña ser, aquí, un sujeto con calidad de servidor público: todo dechado de virtudes administrativas en términos de tiempo de trabajo y de tiempo trabajado.

De ser un tipo que aprovecha cuánto recomienda ese texto y sin embargo, una siguiente duda me asalta de manera abrupta:

¿Y qué ocurre fuera de tal ámbito laboral?


Sé todo lo contrario por respuesta: me desaparto de las aplicaciones administrativas.

Dejo al garete el sentido productivo de tal manejo.

Me desdigo de tal hacer pese al contrato que me convoca a ser un ser humano productivo, que supone y reconoce su aportación individual a favor de la administración pública aplicada, no para hacerlo en provecho de sí mismo.


Sino ser falaz y vacío.

Despersonalizado, sin sentido y, además, enajenado...

¿Me faltó algo más...?


Ahora bien, otra incógnita perenne se siembra en mi interior respecto a cómo es que debe vivirse la vida a partir de la vigésima parte del siglo veintiuno vivido donde me pregunto:

¿Cómo optimizar el rendimiento del tiempo del que dispongo?

¿Debe decirse así?


¿Debe serlo así y no, de otra forma?

Mis interrogantes deben quedar postergadas sin duda alguna ante una realidad inexcusable: y justo ahora, debo acudir al llamado del jefe inmediato superior.

Por ahora amartillo el gatillo de mi pistola visceral y me apresto a enfrentar a tal superior jerárquico-administrativo.


Quien es parte del ser, del estar y del hacer cada día que paso en este absurdo diario vivir en relación a cuánto debo escuchar desde él sin chistar ni media palabra:

—El tiempo es nuestra simple medida de lo que somos dentro de esa Dirección de Área... —, dice así, mientras él habla y habla por todos y cada uno de nosotros... —, y agrega tras su pausa acostumbrada: —de quienes aquí, laboramos, claro está —, y concluye, mientras se observa las pulcras manos y acomoda su chamarra invernal con logotipo de la instancia de gobierno que representa.

Luego, sin más hablar lo que habla, pregunta por nosotros si en efecto escuchamos su habladuría; y una duda personal en él tiene como respuesta nuestra absoluta indiferencia.


Se trata de entender cómo un estado de entendimiento en lo que dice de modo nebuloso pasa a ser asentido por cada una de las personas que integran su plantilla laboral, pues todos estamos reunidos en su oficina.

Nos miramos y cruzamos las miradas dentro de un estado de mudez y de no saber de qué nos habla.

Es decir, todos estamos a una, vaciando su interpretación plural ante lo que suponemos asimilado, aunque de manera parcial y en singular.


Todos sabemos que somos lo siguiente: subalternos.

Integrados al personal convocado para estar atentos a lo que se plantea dentro de una Junta General, donde dejamos o continuamos estando imprecisos en lo que se ha dicho.

Estamos ante algo no establecido en nuestra mente donde él, nuestro jefe, convoca, así nada más, sin sentido para ello y obligados a reunirse, para escuchar y casi nunca, también, para opinar...


Ante ese ejemplo, me pregunto, extrapolando lo narrado:

¿En qué momento continúo yo, invocando algo, sin tener claro el para qué, el por qué o con qué fines lo hago y, lo que es peor, lo continúo haciendo...?

Después de esa función extra, ahora me encuentro fuera del trabajo en tanto viajo en transporte público ó Metrobús.


Tengo por fondo músico-ambiental: Best of Trip Hip-Hop & Downtempo & Hip-Hop Instrumental.

Y mi persona abstracta comparte el asiento concreto en el lugar de la sección de Ventana de Emergencia.

Llega hasta mi mente una aparición en mi estado consciente abrumando una parte de la intersubjetividad que me asalta la cordura al visualizar con imaginerías barrocas lo que hace algunas horas antes tuve qué escuchar a como diera lugar, pues el demiurgo que todo lo sabe nos endilga una meta a cumplir de manera cotidiana:


Una meta general de nuestra Dirección General es que todo su activo humano adquiera conciencia de que la administración del tiempo dependa totalmente de la administración parcial de cada uno de nosotros, y de que haga raíz en nuestros propios hábitos...


El contrasentido que me provoca en lo personal se atiene ante esta disyuntiva:

A) Si lo aplico a conciencia en lo laboral:

B) ¿Se ciñe sólo ante ese ámbito?

C) ¿Si no lo hago en mi vida propia, quiere significar que soy disfuncional e inconsciente administrador del tiempo y paso a ser un segundón, un tercerón o un cuarterón de categoría?


Y bien, ahora, en el trayecto de regreso a casa, tras un empujar y pujar.

Codear a diestra y siniestra en el vagón del metro, recuerdo que, dentro de condiciones de conectividad de Wifi, debo darme tiempo para repasar en mi mente ciertos principios de revisión y análisis de las metodologías de uso del tiempo.

Las recientes sesiones de capacitación compartidas dentro de esta semana dan pie a comentarios diversos y, tras concluir esas condiciones de instrucción de aula cerrada y temporal, paso a desdecir en la práctica todo lo recibido en esa aula.


Es decir, no estoy en disposición de afectar la zona de confort laboral donde hago lo que hago, pues hasta este momento mantengo una idea de que todo va en proporción de acuerdo a lo que nos pagan.

Así termino haciendo lo que creo debe hacerse dada la reducida suma de lo pagado y recibido quincena a quincena...

¿Qué de ilícito tiene esto con respecto a lo lícito del sueldo devengado


¿Cuándo hago más de lo que se tiene estipulado pagar y se fundamenta dentro de la categoría en la que estoy asignado sin que hasta el momento se haga justicia a la multi funcionalidad desempeñada día tras día?

Esto que ahora escribo, me vuelve revisionista y re-analista de conceptos, sin poder demandar una correcta aplicación del uso del tiempo y una paga correcta en esa manera de desempeñarme laboralmente.

De inmediato me paso a un interrogar sobre lo siguiente:


¿Será por esto que hasta en la administración de la libido y del acervo de testosterona debo pasarlo por este tamiz de hacer todo bien y cuidar de no extremarse más que en los límites que establece el propio trabajo administrativo?

Aclarando que aún no lo he medido del todo, empiezo a mediarlo poco a poco... es decir, como algo que no deja de resultar extraño a mi manera de ver y sentir dentro del mundo laboral.

Por ahora, hago este primer alto en este relato; en su continuidad y esfuerzo posterior para tratar de identificar qué tipo de instrumento de auto evaluación debo elaborar para mejorar ese mítico uso del tiempo, que aún no aplico a conciencia.


En mi vida...

Y, bien, amistades lectoras de ambos sexos, me quedo vegetando en la isla del conocimiento del uso de herramientas que completan el apoyo necesario para personas como yo, que aún no controlan el uso correcto del tiempo dentro de la disyuntiva que me aqueja:

¿Vale la pena para mi vida y cómo debo vivirla?


Amistades lectoras:

¿Qué os parece?

¿Les ocurre por igual a alguno de ustedes...?


CONTINUACIÓN

¿TIEMPO PARA QUÉ?

May 7, 2020, 9:56 p.m. 1 Report Embed Follow story
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Francisco Rivera Francisco Rivera
Algunas consideraciones sobre lo intangible del tiempo y de lo que de éste hemos hecho en nuestro diario vivir.
May 07, 2020, 22:00
~

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