Heartless Follow story

Es increíble como funciona el universo, intentamos balancear lo bueno y lo malo para así justificar el resultado de nuestra vida. Pero seamos sinceros, nunca podemos estar un 100 porciento seguros de si al final de nuestra vida la balanza se inclino mas para un lado o simplemente ni se movió.
Mi vida inicio como cualquier otra, un bebe de un matrimonio joven descubriendo lo que es estar vivo. No fue hasta quecumplí 1 años cuando todo cambio, deje de ser "normal" y pase a ser "especial", y pensar que lo único que hice fue encontrar aWaldo.
Mi padre amaba los juegos que desafiaban el ingenio, aun sabiendo que era muy malo para resolverlos. Pero el más desafiante fue el más simple de todos: "where´s waldo". Recuerdo que odiaba que mi madre lo encontrara antes que el,competían y siempre perdía en 30 segundos. Un día decidieron competir mientras mi padre me tenia en brazos, me dijo que estaba en su equipo y que teníamos que encontrar al hombre de gafas, tarde 5 segundos en encontrarlo y poner mi diminuto dedo sobre él. Fue hasta despues de que encontrarlo 5 veces mas que ellos decidieron llevarme a un psicólogo.
Despues de varios análisis resulto que no había nacído con una inteligencia sobrehumana, sino que mi nivel de reconocimiento de lo que me rodea era mayor al resto. Siempre que mi padre buscaba las llaves yo apuntaba a donde estaban, pensaban que sabia donde estaban porque reconocía las cosas brillantes, pensaban que simplemente era un niño observador. Lo curioso fue que luego de saber lo que podía hacer mi padre no me dejaba de desafiar en todos sus juegos, y cada vez que lo derrotaba se sentía mas y mas feliz.
Luego de 5 años de juegos tuve mi primer obstaculo en la vida y llego como una bomba de tiempo. El niño observador había nacido con un corazón débil y necesitaba un trasplante. Recuerdo como mis padres sonreían forzosamente para no preocuparme, recuerdo que no podía caminar por mas de 3 minutos o me cansaba, pero lo que mas recuerdo de aquel entonces era aquella sonrisa que venia del otro lado de la habitación. Desde el momento que me ingresaron en el hospital el niño que compartía la habitación conmigo no dejaba de sonreír. Si soy sincero no me molesto que lo hiciera, sentía que probablemente había pasado un tiempo desde que estuvo en contacto con otro niño, supongo que sentí lastima por el. Le pregunte porque estaba aquí, a lo que el solo apunto a su garganta, al parecer no podía o no debía hablar. Comunicarme con el se torno un desafió, ya que desde pequeño yo nunca fui la clase de persona que iniciara una conversación, pero el me inclinaba a hacerlo.
En solo un par de días sin siquiera darme cuenta ese niño sin decir una palabra se convirtió en mi mejor amigo, me enseño lenguaje de señas y yo a robar chocolates del bolso de las enfermeras, aun si fuera una mala influencia a su madre no le importaba, o eso creí hasta que lo hice reír por primera vez. Su garganta no dejaba de doler, se ahogaba y intentaba respirar, al desmayarse frente a mi me di cuenta de la gravedad de su enfermedad y vi lo fácil que seria para el desaparecer para siempre. Los doctores lograron salvarlo pero le dijeron a sus padres que sivolvía a forzar su voz podría perderla para siempre, fijaron su operación para el día siguiente y lo alejaron de mi para evitar que pasara algo similar de nuevo.
Al otro día no podía dejar de culparme por lo que paso, intentaba dormir para no preocuparme tanto pero temía soñar con su muerte. Sin importar cuan preocupado estuviera supongo que me dormí por unos segundos, porque cuando me di cuenta tenia esa enorme sonrisa frente a mi rostro de nuevo. Preocupado le pregunte que demonios hacia ahí, a lo que solo respondió dandome un chocolate, me hizo feliz saber que estaba bien pero también me puso muy triste, mi amistad lo pone en riesgo y no se da cuenta. Lo tome de la mano y lo lleve con las enfermeras, había estado en cama desde que me internaron y no debía caminar a no ser que fuera para ir al baño, sabia que cada minuto de pie ponía mi vida en riesgo, pero la suya era mas importante.
Al llegar a recepción note que no había nadie para ayudarme a encontrar su habitación, mi única opción fue pedirle que me guiara pero el no quería que caminara, le mentí diciéndole que me sentía bien hoy y logre convencerlo, en el camino seguía buscando a alguien pero al parecer era un día ocupado. Debía llevarlo con su madre, debía verlo seguro y tranquilo, en un par de horas lo operarían y sabría que estaría bien, pero... sin darme cuenta... el que estaba tirado en el suelo intentando respirar era yo. Mi corazón no podía resistir mucho más, quería decirle que no se preocupara, que esperara a que alguien viniera seguramente alguien pasaría por esos pasillos en cualquier momento, pero ya era demasiado tarde comenzaba a desmayarme cuando lo escuche... un grito de ayuda de una voz rota y gastada, casi ni se oía pero yo lo sabia, era su voz o al menos lo que quedaba de ella... no dejo de gritar hasta que alguiena pareció, lo ultimo que recuerdo antes de perder el conocimiento fue esa enorme sonrisa cubierta de sangre y mis ojos queriendo olvidarla.
Luego de un mes en terapia intensiva desperté con un nuevo corazón, pero eso no me hizo feliz. Mi madre lo sabia y me dijo que él estaba bien, pero no tuvo el valor de decirme que perdió su voz, eso lo supe mucho despues investigandolo por mi cuenta. Sin importar el resultado, se que el no se arrepiente de conocerme pero desearia que lo hiciera, por lo cual no puedo evitar odiar mi existencia.