frank-baes1578424927 Frank Baes

Niord, el mejor pescador de la isla Canario, sufre las consecuencias de una fuerte tormenta y termina solo en medio de un mar desconocido para él. Salvado por una misteriosa criatura, el joven marinero tratará con todas sus fuerzas de sobreponerse al cruel azar y de recuperar la vida que ha dejado en puerto.


Thriller/Mystery Not for children under 13.

#relatoscortos
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Luego de varios días a la deriva en mar abierto, por fin una tormenta acabó con la miserable travesía del Flamante Albatros, la más grande nave pesquera de isla Canario. Sus tripulantes, diestros marinos, ahora servían de alimento a los peces y otra suerte de criaturas marinas, mientras Niord, el mejor de todos ellos, luchaba con todas sus fuerzas por alcanzar el mástil que flotaba junto al cadáver de su capitán. Pero el esfuerzo de nada le valió, pues la corriente del mar fue más tenaz que el pobre Niord, que al final terminó por entregarse al abrazo de las prepotentes aguas.


«Una canción» imaginó Niord mientras su cuerpo se hundía y empezaba a sentir una sofocante presión.


«No... espera …es cierto. Es una canción aquello que escucho» volvió a decirse. Intentó abrir los ojos, pero la oscuridad se hacía más densa y apenas refulgía la tenue luz que alcanzaba la cara del mar. El cansancio le obligó a cerrar los parpados nuevamente.


De repente algo le haló hacia la superficie. Sentía como su cuerpo ascendía mientras las pesadas extremidades parecían tirar de él hacia el fondo del abismo, sin embargo, decidió que era una última farsa de la esperanza absurda y no quiso tratar de usar sus ojos.


- Estoy en lo profundo del mar – se dijo Niord -. Aun así... estoy...estoy oyendo una canción.


Al despertar se hallaba completamente solo (o eso creyó) en una lengua de arena rodeada de un mar que parecía hecho de espejos. El dolor más inmediato provenía de su costado izquierdo; tenía tres costillas rotas y el hombro luxado. Para añadir a su mala fortuna, la porción de arena sobre la que se encontraba no era extensa y no había vegetación alguna o una fuente de agua potable en todo el lugar. Sólo contaba con la sombra producida por lo que sería un viejo navío encallado contra aquella lengua de arena. Hizo un doloroso esfuerzo por sentarse y poder cubrirse del sol, no obstante, este mínimo impulso casi lo mató.


¿Cómo te sientes? – preguntó una suave voz a la derecha de Niord, lo que le causó sobresalto. Pero, para cuando este se giró para ver de quien se trataba, solo notó un borboteo en el agua.


- ¿Hay alguien ahí? - preguntó Niord sin obtener respuesta. Sospechaba de su imaginación. Luego, agotado, Niord cerró los ojos.


Cuando despertó nuevamente, motivos del dolor, la sed y el hambre, se notó maravillado ante lo que la vista le revelaba. Algas, peces crudos y una concha con agua, de la mano de una figura femenina de indecible belleza. Por supuesto, Niord creyó que era otro ardid de sus sentidos, tratando de distraerlo de su lamentable suerte, y no dio crédito a todo aquello. Seguía escuchando una hermosa canción en su cabeza y no a través de sus oídos y, para colmo, veía lo que parecía un ángel nadando sin prenda alguna en un mar laminado. Se frotó los ojos y los abrió lentamente, pero donde estaba la mujer solo se percibía un rastro de espuma. «Una ilusión entonces – pensó».


- ¿Eh? ¿pero qué...? - se halló sorprendido al ver que las algas y peces, además del agua, seguían allí. Después de meditarlo un rato tomó una decisión. Ilusión o no, era preferible engañar a la mente y llenar el estómago con lo que la imaginación tuviera sobre la mesa, o en este caso, la arena.


Horas más tarde, con una luna oculta sobre cielos parcialmente nublados, Niord comenzaba a sentir que aumentaba la fiebre, en tanto que el dolor en las costillas y hombro izquierdo empezaban a hacerse intolerables.


- (¿Por qué no habré muerto? ¿queda más por sufrir? ¿por qué el destino prolonga mi dolor?). Finalmente, con sus últimas fuerzas gritó - ¿¡Por qué!? Entonces una voz respondió – “Por mí”.

Jan. 7, 2020, 8:04 p.m. 0 Report Embed Follow story
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