hatadama Hatadama

Esta es la historia de vida de un joven llamado Aome Koru estudiante japones el cual vive capitulos de su vida los cuales seran inrremplasables, de hecho capitulos de su vida que en verdad no podran ser inrrenplasables.


Memoir & Life Stories All public. © 2018, Hatadama

#NovelaAnime #tragedia #historia #VidaEscolar #VidaRomantica
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Recuerdos

365 días, eso es lo que un año tiene, 768 días han pasado desde ese entonces.


Hokkaido, Otaru, día 22 de diciembre de 2015.


Había terminado mi segundo año de secundaria para ir a tercero, era diciembre y eran fechas de vacaciones, claro hasta entrar el próximo año a clases.


Las luces deslumbraban toda la zona de la estación y centros que estaban muy bien adornados por días festivos, ya que todo diciembre se adorna con luces y algunas que otras decoraciones algo navideñas, pero con el estilo occidental, la nieve no cesaba y era un gusto, el sentir las pequeñas partículas de frío caer una tras otra desde el cielo y al mirar arriba se transformaba en un fondo de belleza sin fin, la luz natural del cielo, la nieve cayendo, y las luces colocadas hacían de la noche algo bello, pero yo sabía que este día era algo especial y que no debía de quedarme parado a solo observar tan deslumbrante vista, pues tenía que ir a la fiesta de Sai, mi mejor amiga y compañera, desde primero de secundaria la conozco.

Camine hacia su casa y en un puesto me encontré a Satoru, un amigo que conocí hace unos meses en el instituto, el es el segundo de la clase, claro en primero esta Sai, me agrada su actitud genial, pero hay ocasiones en las que me da dudas de esa actitud tan positiva que podría llamar la atención en algunos momentos, creo que hay algo que el aun no me ha querido decir, espero que en verdad se encuentre bien. Fui con él hasta llegar a la casa de Sai, al llegar encontré a su pequeña hermana sentada mirando al cielo y alado de ella estaba su mascota, un gato de felpa, el cual lo nombro Kami, su mirada parecía la de una niña sin ganas de nada, supongo que debía de estar aburrida ya que es la única niña pequeña de ahí.

-Hime-sama, porque está ahí sentada con mirada perdida, es acaso que espera a un príncipe apuesto, que llegue a decirle palabras con gracia y así conquistar su corazón? - le dije acercándome gentilmente a ella.


-En ese momento volteo la mirada-.


-Veo las estrellas mi subordinado, y sí, estoy a la espera de mi príncipe, para que el me lleve a comprar muchos dulces y muñecos de felpa para que Kami mi gato protector tenga más amigos. - dijo Yumi alegremente -


De un momento se paró y empezó a jugar con su muñeco muy alegremente salte y salte alrededor de la entrada de la casa aplastando la nieve que se acumulaba allí; es decir muy pocas veces ves a una niña saltando tan graciosamente en la entrada de su casa con un gato en la mano.

- ¡oh mi príncipe pronto llegara! – dijo Yumi con energía -

-Acariciando la cabeza de Yumi y elogiándola por lo linda que se veía y lo buena niña que era , Sai abre la puerta preocupada por su hermana pequeña, pues se escuchaba mucho ruido a fuera por los gritos de alegría de Yumi y eso hacia como una función de alerta de que yo había llegado-


- ¿porque tanta alegría Yumi? – dijo Sai con mirada mirada de sorpresa -


Momento en que desvía la mirada se percata de nuestra presencia y nos saluda.

Sai portaba un hermoso kimono por lo visto hecho por su tía, era de color negro con el bordado de un dorado muy brillante, y la faja atada en su cintura hacía que su figura resaltara más dejándola más bella de lo que parecía.

Estaba sorprendido por como se veía era tal belleza que dejaba sin palabras. Y dejando mis pensamientos a lado Sai nos dice que pasemos lo que hizo que dejara las nubes.

Satoru interrumpiendo a Sai como siempre le comenta a cerca de como se veia con ese kimono de una manera en la cual yo era causa de tal suceso.


-Vaya que ese kimono te va bien, diría que es algo llamativo y reluce a su cien por ciento, pareciera que te arreglaste muy bien para que Koru te aprecie. - dijo Satoru con una sonrisa burlona -


-P~pero que dices eso no es así. - dijo Sai sorprendida por su comentario. -


Avergonzada desvió la mirada y entre miradas cortas me volteaba a ver, yo disimulaba para que no hubiera más incomodidad, pero, entonces voltee y Sai y yo cruzamos miradas, la suya se tornó en un modo tan inolvidable, la luz de la luna y el frío hicieron que su rostro se pusiera pálido y sus ojos de color azul brillante, fue como si al verla me estuviera congelando con su mirada era tan intenso su rostro, lucia hermosa, su cara pálida con las mejillas sonrojadas y la expresión sorprendida que la dejaba en un "¿Pero que?".


No soporte ni un minuto más e intente desviar la mirada sin tensar las cosas ya que me estaba avergonzando mucho con su linda mirada, pero, al parecer ella igual lo hizo. Entonces Satoru hablo para desviar la tensión.


- A, esto, ¿dejaran de verse y congelarnos o meternos a la casa? - dijo con una sonrisa de duda -


- He… Satoru pero que andas diciendo no nos estamos mirando…, pero, si creo que sería buena idea entrar, hace mucho frío aquí afuera- Miré a Satoru y con vergüenza le respondí a su comentario un poco vergonzoso -


Dejando la charla incomoda fui a decirle ala pequeña Yumi que igual se metiera, no le vaya a dar un resfriado. Entonces Sai y Satoru se adentraron a la casa, y yo cargue a Yumi en mis hombros y con cuidado pase la puerta, al estar adentro se sintió muy cálido, el hedor que venía de la cocina era exquisito, parecía que preparaban algún estofado o alguna delicia, pues olía muy rico, y el calor de la casa era tan reconfortante que me hacía sentir en casa. Procedí a bajar a Yumi de mis hombros y con cuidado dejarla de vuelta a tierra, y en eso Yumi me dijo algo susurrando que me sorprendió, si lo recuerdo muy bien fue algo así -


- Hermano…, no nos dejes solas a Sai y a mí, quiero pasar estos ratos buenos y aunque crezca y me comporte como chica rebelde los querré a los dos, es así como se comportan algunas chicas de la edad de Sai ¿no? - dijo con una tierna y suave voz que inundo mi corazón de ternura y sentimientos -


Me dejo sorprendido que me dijera eso, era como si me quisiera decir que yo también soy su familia y que quiere estar junto a mí y Sai para siempre, aunque crezca, ¿eh?, sabemos que crecerá y tendrá familia, pero, eso todavía falta y aunque crezca sé que Yumi no se olvidara de nosotros y nosotros de ella, así que no tengo que preocuparla de ahora en adelante al igual que Sai y ser un buen hermano mayor para ella, y… algún día decirle a Sai lo que en verdad siento por ella, pero siento que al decirle nuestra relación acabaría y no sería igual , y entonces me sentiría nefasto con ese suceso, pero espero que no suceda como lo pienso. Al seguir note que la sala estaba adornada al tipo navideño occidental algo muy común y que en la chimenea estaban colgados los calcetines de color rojo con los nombres de la familia de Sai y que adentro de ellos contenía dulces y otras cuantas cosas de relleno para que así disimulara estar lleno, era tan gracioso en la forma en el que estaba adornado el calcetín de Yumi y estando alado del de Sai algo común, pues no estaba adornado. Luego mire al otro lado de la sala y observe el árbol con los regalos junto a él y las luces puestas alrededor de este, las luces brillaban en forma destellante por cada segundo, ese efecto ya visto en casi algunos adornos navideños con luces, al igual que la estrella que estaba en lo más alto de el árbol con un color dorado brillante y muy deslumbrante, hacía que el árbol tornara el ambiente a uno cálido, y con todos aquí se transformaba en uno más familiar y divertido. « ¿acaso son las cosas así en casa? »- pensé -


Pero mi respuesta era clara y sencilla, era un no; pues aunque las fechas de celebraciones demuestren un entorno familiar, y en donde todos pueden socializar y entender más a alguien, pues, ese no era mi caso, la forma en que papa es con esos días, es triste y casi nunca está en casa así que no me importa si estoy o no con él, porque aún tenía a mama aquí en mi corazón y en este collar que ella me obsequio , cuando tenia 6 años mama murió en un accidente cuando iba de paso al hospital por un medicamento, yo estaba muy enfermo y no podía respirar, fue lo que parecía una persecución en automóvil a un par de pillos que habían robado un dinero, ocasionaron que una pipa llena de petróleo volcara y derramara el contenido y que las chispas del golpe provocaran una explosión, que por buena y mala suerte acabara con ellos y mala por los policías que hacían su trabajo y la gente que laboraba en puestos familiares y sobre todo que mamá muriera. Eso fue muy triste para mí pero más para papá, tanto que olvido por completo que tenía un hijo y familiares, solo gritaba el nombre de mama y con furia en ocasiones me miraba, con un rostro confundido y agobiado sin saber lo que sucedía en su alrededor, como si fuera un animal perdido, he vivido con mi padre después del accidente de mamá sin saber porque no podía vivir con mis tíos o abuelos, vivir constantemente solo cada día y día, eso me dejo con un aura solitaria, pero, fue entonces que a los 12 conocí a Sai, que se había mudado a dos casas atrás de la mía, un día camine devuelta a casa después de clases por donde siempre, un camino el cual tiene dos rutas pero terminan en una sola , con mi rostro de siempre de alguien solo sin tomar en cuenta todo alrededor, pero en eso vi a Sai saliendo de la otra ruta tenía en su rostro una sonrisa brillante, fue la primera vez que veía una sonrisa tan pura y honesta a todo su esplendor me quede sorprendido al verla cuando paso del otro lado de el camino, era tan corta la distancia, que en ese momento al cruzar miradas mi corazón sintió algo sorprendente, fue algo que no me sucedido desde esos días en que veía a mamá llegar a casa.


-Ya estoy en casa, ¿Cómo estuvo tu día?, ¿Estas bien? - eso es lo que decía mamá -


Es como si viera la sonrisa deslumbrante y profunda de alegría de mamá en ella, algo muy extraño, era tan confuso todo lo que pasaba en ese instante por mi mente y mis recuerdos, y en ese preciso momento se percató que la observaba con una mirada de nostálgica y tristeza, al darse cuenta se detuvo, me vio detenidamente e inclino la cabeza un poco a la izquierda.


– Oye, oye, hola, mi nombre es Sai; Sai Asakami, ¿estas triste? me percate por la manera en que me veías, pensé que me veías por algo mas pero en este corto momento decidí mejor preguntarte en vez de sacar conclusiones algo locas - dijo aquella chica con una voz suave y delicada -


De mis labios salieron dos palabras simples y sencillas ante esa pregunta, con mis ojos despavoridos y algo húmedos, por las pequeñas gotas de lágrimas que querían salir de mis ojos y escurrirse por mi rostro.

- Si - dije con voz quebrada -


La pequeña niña de cabello suelto color plateado y al verse con la luz tornaba un color muy hermoso como la nieve en verano, y sus ojos que no tenían combinación con su cabello de un color rojizo claro casi siendo de color rosa o más bien un vino, y sus mejillas coloridas.


-ven, vamos juntos hay un parque por aquí pero no estés triste – me dijo con una sonrisa -


Su expresión sincera me fue de buen gusto y que yo fuera buena compañía al llegar al parque me llego al fondo y sin querer me quede parado por unos segundos no después de caer de rodillas y comenzar a llorar como todo un niño pequeño, en eso se sorprendió de mí, y en vez de dejarme ahí o evitarme se arrodillo y me abrazo y mientras me acariciaba la cabeza con delicadeza.


– Tranquilo, no llores más, no comprendo porque lloras, pero, debe de ser por algo que te sucedió, y por cómo me mirabas creo que fue mi culpa, ¿no es así? – dijo preocupada por mi forma en la que le respondí a su pregunta con mi llanto -


Mi llanto no cesaba, pero entre respiros fuertes soltaba palabras,.


- L~lo siento- dije -


-¿Por qué?- dijo -


Mis palabras fueron más que suficientes para que ella me abrazara más fuerte y entonces cedí, y la abrase con mis fuerzas debilitadas por el frustra miento y tristeza. Sin darme cuenta me quede dormido en su regazo en el delicado y algo áspero césped, donde había un muro en el que ella estaba apoyada durmiendo, y al parecer ya era muy tarde, pues ya no se veía muy bien el atardecer y la oscuridad sucumbía poco a poco la poca luz del sol, con discreción me levante y algo avergonzado me levante, la mire por unos segundos, su rostro era tan hermoso, y la luz de la noche por fin cayo y alumbro su rostro, esa combinación de efectos naturales hizo aún más potente su divinidad, y entonces se despertó delicadamente, y me miro.


- Entonces, ¿cuál era tu nombre? - me pregunto con un tono de voz dudosa -


Me quedé sorprendido de que me preguntara eso después de levantarse y el hecho de abrazar a un completo extraño que empezó a llorar sin sentido ante ella, pero no me iba a quedar callado y aumentar aún más la incomodidad de lo que había pasado, y mejor cedí a responderle.


- Koru, ese es mi nombre, Aome Koru- dije con nervios -

Después de presentarme le conté lo sucedido y el hecho por el cual llore después de verla, lo que hizo que se quedara conmovida. Al terminar de contarle todo con una cara de felicidad se paró tan repentinamente de un salto y con más felicidad aun tomo su maleta y me pregunto la calle por la que vivía.


- A unas cuatro calles de aquí- le respondí con aun más nervios-

– A cuatro calles de aquí ¿eh? - dijo entre dientes lo que me causo una ligera preocupación -


Al terminar de susurrar se acercó a mí, me tomo de la mano y dijo con una voz alegre-


- Vamos apúrate ya es de noche, ¿qué tal si me acompañas a casa?, después de todo en la noche es peligroso que una chica ande sola. –


- Si - Tragando mi saliva, con vergüenza y nervios le respondí -


Entonces comenzamos a caminar mientras platicábamos.


– Eh, oye, perdón por llevarte a esto, y por llorar sin razón ante ti, creo que es algo muy raro que un extraño exponga algo como eso, y más si no conoces a alguien. –


Al decir eso mi pena se fue y la vergüenza y tan solo me desanime y preocupe por lo que dijera, pero, fue lo contrario.


– No, no es así, sabes es raro que los chicos de ahora expongan sus sentimientos de ese modo, ahora solo demuestran una personalidad prepotente y sin sentimientos o respeto hacia los demás, y son unos completos tontos. - respondió con gentileza -


Al decir aquello me dijo la realidad sobre lo que algunas personas sienten de verdad y que no solo es lo opuesto a eso o alguna otra malicia que esconden como una moneda la que tiene dos caras y cada una tiene un lado diferente, al parecer Sai era una de esas chicas diferentes con sentimientos reales y sinceros no como algunas de las demás que son esclavas de sus deseos y posesiones.


Al llegar a la casa de Sai observe la gran casa de color blanco , me encantaba como estaba decorado por fuera en el jardín aunque no podía ver mucho por dentro pues estaban unos muros y un gran portón que era la entrada hacia un largo camino de piedras hacia la puerta de la casa, discretamente me balanceaba hacia un lado para observar mejor, pero no podía ver por la oscuridad, y al parecer Sai se había percatado de que estaba de curioso y se dirigió rápido adentro de la casa gritándome desde lejos que esperara, al regresar inhalaba y exhalaba de manera desenfrenada, al calmarse se dirijio hacia mí y me tomo de las manos dándome un pequeño llavero en forma de una cajita de color dorado que tenía un grabado que decía Last Memories, y estaba leyendo aquel bordado y repentinamente Sai me interrumpió por sorpresa.

– Desde este momento haremos que nuestras cajas tomen cada recuerdo que pasemos, cada momento divertido o triste, cada momento que sea inolvidable, que al mirar las cajas nos recuerdo aquellos momentos en los que nos divertíamos juntos, que dices Aome-kun. - Dijo con bastante alegria, sinceridad y algo exaltada -


En ese momento deje caer mi maleta , y tome con fuerza el llavero y abrase a Sai y con fuerza en mi voz le dije-


- Si, por supuesto, cada momento, no debe ser olvidado, tu y yo seremos amigos por siempre, Sai Asakami-


Quien diría que en ese momento cambiaría mi forma de vivir y mi sentido de ser.


Ya había pasado meses desde que Sai y yo nos habíamos hecho amigos, se acercaba verano y las vacaciones al parecer eran extensas, y por alguna corazonada Sai tenía algo en mente, algo muy excéntrico para mí.


Al llegar las vacaciones de verano, Sai me invito con sus amigas a ir a un lugar, el cual me describió muchas veces en clases de un sitio relajante en donde el sol y el agua con la brisa marina hacían que fuera hermoso, y en verdad se escuchaba espectacular, pero yo desconocía esos lugares, no me sonaban en particular, de hecho solo conocía de mi casa a la escuela, al hospital, y el centro que claro era como un solo circulo y no salía de este, Sai me presento a sus amigas y era algo gracioso, pues después de presentarme ante ellas me puse a pensar lo hermosas que eran y era anormal que me llevara bien con ellas, poniendo en cuenta como soy.


Era de mañana y era el día en el que iba a ir con Sai y las chicas de paseo, si se podría decir, me levante aun con pereza con una cara ajetreada y dolor muscular en la parte de abajo del omóplato, pero eso no era lo que me inquietaba, lo que en verdad importaba era la chica que estaba parada enfrente de mi con un vestido de playa y un gran sombrero al parecer hecho de paja y con un pequeño bolso agarrándolo con ambas manos. Me frote con cuidado los parpados y al percatarme de que esa chica era Sai, salte de la sorpresa cayendo debajo de la cama, levantándome y apoyándome de mis brazos en la cama con una cara de confusión me quede mirándola fijamente.


En eso me respondió tranquilamente sin ninguna preocupación.-


-Que sucede alguna pesadilla? -


– No es esto allanamiento? ¿Mejor dicho, que haces en mi habitación?, no sabes que no deberías de entrar a la casa de alguien, así como nada, ¡para colmo esperar a que despierte para sorprenderlo y que se caiga de su cama provocando que se accidente! – le respondí algo agresivo dada la situación, con una expresión de vergüenza con enojo y algo de sorpresa, porque había una chica en mi habitación


-Era como uno de esos clichés de los animes en los que te despertabas y estaba enfrente tuyo, era como ese efecto satisfactorio de un chico como yo. Al despabilarme me dirigí hacia la puerta, y con mucho cuidado y delicadeza la tomé del hombro y le dije-


– Sai tú de verdad que me sorprende, estoy molesto, pero, aun así, gracias por despertarme ya tenía que no me despertaban de esa manera-


Observe su cara todo sonrojada y avergonzada, si lo que le hubiera dicho hubiera sido algo malo o quizás fue un mal momento haber dicho aquello, de todas formas, no creo que hubiera sido algo tan grave. Después de dirigirme al baño y llevarme la cara decidí darme una ducha, por qué rayos que si que olía mal y eso no es bueno estando alado de una chica tan linda como Sai. Después de ducharme decidí cambiarme y ponerme algo de ropa común según mi selección de ropa, que casi toda era ropa informal, pero de todos modos vamos a una playa a un lugar vocacional según lo que escuché de ella, así que no era necesario que me pusiera dudoso e intentar llevar algo ostentoso.


Sai se veía muy emocionada tanto así que ya había alistado sus cosas y las había traído a mi casa, le iba a decir algo de lo que creí que ya no tendría caso así que decidí mejor preparar mis cosas para poder irme con ella y dirigirme a adonde las chicas y ella se iban a encontrar.

Después de un rato caminando hacia la estación, note algo muy peculiar en el entusiasmo de Sai, pero creo que era más felicidad y empatía. - de aquí vamos a ir a un lugar vacacional y todos nos íbamos a divertir, o eso era lo que creía. - pensé enseguida. -


Llegamos a la estación y ahí estaban sus las chicas esperándonos con entusiasmo llegue y platiqué con alguna de ellas después de eso nos unimos todos al bus que nos dejaría en donde sería el lugar donde íbamos a tomar unas vacaciones, al llegar al lugar indicado bajaron todas con mucha desesperación o más bien la alegría de haber llegado.


-Ayude a Sai y a las demás a llevar su equipaje, de todos modos, yo soy el hombre, así que debería de hacer eso más seguido.-


Llegando al hotel reservamos una habitación para hospedarnos, pero lo más trillado fue que sólo rentaron una habitación y fue ahí en donde entonces supe que algo andaba mal pues, -¿dónde iba dormir?.- pensé con desesperación.


Apenas eran como las dos o tres de la tarde y entonces decidimos hacer una actividad mientras dejaban nuestro equipaje en la habitación, la primera idea de Sai fue jugar un tipo de juego común en estos lugares, algo llamado twister un juego de grupo.


Sai coloco una lona de medio tamaño sobre el suelo, al extenderla por completo se revelo que era uno de eso juegos grupales que juegan algunos muchachos en la plaza de Otaru. Se me hizo algo raro que ella quiera que jugara eso, sabe que no me agrada, es uno de esos tipos de juegos algo vergonzosos en los que tienes que estar muy cerca de alguien.


-Muy bien es hora de jugar, todos preparados- Sai grito con ánimo -


La manera en que lo dijo me causo un poco de escalofríos. Miraba como las demás chicas se colocaban en el tapete y sentado me quede a observar.


-Que estas haciendo debes de ponerte en el tapete también- Dijo Sai muy cerca de mí, tomándome de sorpresa me jalo el brazo llevándome hacia el tapete. -


-Bien y ahora que quieres que haga, no encuentro el sentido de esto ya llevamos mucho rato perdido aquí- dije desesperadamente para no jugar a esto. -


-No seas malo solo vamos a jugar un poco mientras suben las maletas y arreglan la habitación- Me respondió Sai con una mirada amenazante pero linda a la vez. -


-Mm, de acuerdo solo jugare una vez esto, estás de acuerdo- Le respondí aun sabiendo que era una mentira que me libraria de esto. -


-Si- dijo Sai sonriéndome con esa sonrisa tan bella pero descarada. -

-Empezó el juego y Sai comenzó a girar un pedazo de ruleta la cual tenían unas cuantas indicaciones. Entonces Sai dijo Muraki-chan pie derecho en azul, Sajime-senpai mano derecha rojo, Miryu-san mano izquierda azul, y yo pie izquierdo azul.


-Oye Sai segura que así es este juego- Dije muy avergonzado. -


-No te preocupes Aome-kun así es el juego, ¿no es divertido acaso?- Dijo Sai sin ninguna preocupación -


«No diría que divertido más bien erótico » pensé enseguida después de lo que me dijo.


-Bueno, siguiente paso, Muraki-chan, mano izquierda rojo, Sajime, pie derecho en verde- dijo Sai


Esto ocurrió durante las próximas horas las que estábamos aquí en la plaza del hotel, de hecho, este momento no fue tan molesto como pensaba, mas bien era un poco agradable, aunque algo vergonzoso.


Sai se carcajeaba viéndome avergonzado por el juego y que esas chicas estaban tan cerca, algo que me sorprendía mas era el hecho de que todas eran demasiado hermosas, Sai de por si era bella, pero por alguna razón hoy estaba más hermosa, Sajime-senpai también lo estaba, Muraki-san y Miryu-san igual. Cada una tiene lo suyo, Miryu-san con su raro pero hermoso color crema de su cabello, con un color de ojos algo peculiar como avellana o café como al observarlos detenidamente te perdieras en ellos, el aroma de su cabello era tan profundo que te hipnotizaba, y su bello y frágil rostro, suave a la vista con una faceta tan hermosa , Muraki-san con su cabello largo negro y sedoso como la noche más oscura pero bella iluminada por la grande y bella luna con las estrellas adornándolas como si quisieras que no brotara el amanecer, claro también Sajime-senpai, la forma algo madura de ser emanaba una aura de responsabilidad y autoridad, pero había algo que no cuadraba con esa aura y era su forma de ser, algo un poco tsundere, pues no demostraba sus sentimientos en si, eso era algo lindo de ver, sus ojos de color azul y su cabello negro algo largo pero no tanto como por hasta la mitad, llegándole por debajo de los hombros recortado de una forma peculiar, por alguna razón era difícil no sentirte fuera de lugar estando con ella por lo bella que era, su mirada era tierna al igual que su manera de avergonzarse por cualquier cosa, y Sai, tan hermosa, como si estuvieras en presencia de una princesa, no, una reina, pues su gentil voz, con su cabello plateado largo y sedoso eran algo hermoso, sus ojos color vino eran tan hermosos que en cada atardecer o anochecer estos tornaban una faceta distinta, en el atardecer brillaban junto al sol haciendo que estos tomaran mas color resplandeciendo junto con todo su ser, y en la noche, su cabello te envolvía de su hermosura y aroma, como si estuvieras viendo a la luna directamente y esta te abrazara y calentara, brillaba al igual que sus ojos, estos en vez de oscurecerse brillaban mas con la luz de la luna volviendo mas gentil y hermoso el brillo de estos y la mirada de Sai. Cada una de ellas tenían facetas increíbles, no solo su belleza sino también sus sentimientos y forma de actuar y ser, y era increíble aunque yo por otra parte no tenía nada de especial por lo que se me era malo de que mi presencia manchara la de ellas, así era como me sentía y claro, suponía que me veían ellas.

El día todavía no se acababa, pero era algo ya tarde como 5 de la tarde y si no nos organizábamos iba a ser un desastre. Me acerque a Sai a decirle sobre el tema, ella con cara despreocupada me dijo que no preocupara que ya estaba resuelto eso, que ahora era momento de prepararnos para la diversión nocturna. Claro era de obvia razón alterarme al no saber de que se trataba a lo que se refería Sai con aquello que comentaba de "Diversión nocturna".

La noche llego a justo momento, estaba vestido con una chamarra negra, unos pantalones casuales, una playera blanca, y unas botas negras que hacían juego con lo demás, esto si mal no recuerdo había sido unos regalos de Sai, y algunas recomendaciones de vestir. Mis pensamientos en ese momento volaron y debatieron el hecho de como yo me encontraba aquí « como fue que me dieron el privilegio de divertirme y reír con amigos, cuando fue el momento en el que salí de ese agujero llamado vida, la rutina tan miserable a la vista y forma en la que me sentía por eso » pensé con impotencia.


No duro mucho para que la tristeza invadiera mi ser, me batí a llorar con silencio pensando por lo que había pasado y por el hecho de que ellas eran amables conmigo, yo que no les he hecho ni un favor o ayudado en algo -Mi mirada volteo hacia el cielo diciendo -Es que acaso esto es una clase de broma, como es que esto esta sucediendo, no soy merecedor de esta felicidad-


En ese momento la brisa de la noche empezó a soplar haciendo de esta una la cual no podía olvidar como si nada, pues los momentos de mi vida, en los que aborrecía y todo en lo que me convertía en un ser que pisaba y respiraba este mundo tan grande y hermoso iban a cambiar por completo, por un tiempo.

Nov. 24, 2021, 11:42 p.m. 1 Report Embed Follow story
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Hatadama Hatadama
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November 21, 2019, 03:06
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