jinisus Jinisus De Kim

Tenían todo, su lazo era perfecto y sus almas se esperaban hacia años para consumar su destino, pero algo, alguien se metió en medio, ¿y ahora? Uno pudo remplazó pero al otro no le quedaba nada 🍁🍁🍁 🌿Esto empieza como YoonMin pero no les garantizo que termine como tal. 🌿Cuenta con algo de contenido adulto homosexual 🌿La historia es completamente mía queda prohibida la adaptación total o parcial de la obra 🌿Es ficción, no se hagan muchas expectativas en cuanto a los temas culturales que se toquen 🌿Es un omegaverse sorry bae 🌿créditos al creador del fanart que use en mi portada. 🌿basada en la época de Silla y Silla unificada (cosas que son reales de la historia coreana) aproximadamente entre los siglos IV y VI.


Fanfiction Bands/Singers For over 18 only.

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Introducción: Danza frustrada

El abrasador viento del norte azotaba las tierras de la bella capital de Silla acompañado de una lluvia que parecía no tener inicio ni final, y en un camino de tierra vuelta lodo por la lluvia entre los campos de cosecha de los cheonin, se escuchaba el resonar de uno tras otro los cascos de treinta y cinco corceles que en un segundo pasaban al lado de algún campesino en medio de su labor; dejanban atrás de sí el eco de los cascos de sus purasangre, que curiosamente venían de Goguryeo transportando treinta y tres soldados de élite de aquella poderosa región.


¿Qué hay de los otros dos jinetes?


Estos no eran soldados, ambos vestidos con un hanbok fino junto con una capa que cubría sus cansados rostros luego de tanto tiempo sobre el caballo, uno alto con facciones duras y arrugas que corroboraban su edad, una cicatriz bajo aquel manto de su brazo prueba de su experiencia en el arte de la guerra. No podía tratarse de nadie más que del viejo gobernante de las extensas tierras de Goguryeo, mientras que al borde del sueño, se encontraba su heredero un joven de apenas doce años con la piel tan blanca y pulcra como lo fue la de su madre, poseedor de unos ojos grises de felino que estaba amenazando con cerrarse o por lo menos eso parecía hasta que su padre dijo que descansarían pronto.


Aquel muchacho miró al frente por primera vez en horas, sus ojos grafito contemplaron con un enorme alivio como se abrían a su persona los portones colosales de la capital de Silla dándoles la bienvenida, a un paso directo que no tardarían más de diez minutos en cruzar. Hasta que una vez frente a la bella puerta roja del palacio del rey de Silla se abrió para sus lejanos visitantes.


El joven heredero al trono de Goguryeo se bajó del caballo como si de un soldado se tratase, doce años no parecía mucho pero a esa edad Min YoonGi sabía cabalgar a caballo tan bien como su padre con la diferencia de que su resistencia era notablemente menor a la del hombre de edad, no pasaron más de cinco minutos cuando salió a recibirlos un hombre canoso con un Hanbok rojo vino con detalles dorados alrededor del mismo.


Definitivamente se traba del Rey de Silla, su vecino territorial más cercano.


–Adelante– fue lo único que pronunció antes de hacer un reverencia pequeña al igual que el otro gobernante.


YoonGi imitando a su padre hizo una reverencia, entró caminando después de su padre; fue entonces cuando pudo notar que detrás de ese hombre había una mujer ligeramente más alta que él, de rostro pulcro y delicado con unas facciones que seguramente años atrás fueron las de una mujer de rostro tierno, porque ahora su rostro era igual de delgado.


No podía dejar de mirar por todos lados por más que lo intentaba, ¿Por qué el palacio era tan bello?, su padre le había dicho que Silla era territorio pobre.


Volvió a mirar al frente e intentó escuchar algo de la conversación de ambos adultos, no los siguió por mucho tiempo porque luego de unos cuantos segundos detrás de los mayores el Rey Min se detuvo frente al muchacho.


–YoonGi, toma– dijo, poniendo en sus manos una caja- La reina te llevará con su hijo para que le des el regalo que hemos traído por su fiesta de cumpleaños.


–¿Cumpleaños?


–Eso mismo, no te había dicho porque estaba algo distraído, ¿Por qué no buscas al príncipe Park?, y le entregas tú mismo el obsequió. También pueden jugar juntos pero sin alejarse mucho– el hombre le dio una mirada que tenía un mensaje en ella.


Un mensaje que YoonGi supo interpretar tan pronto como lo miro, esa mirada decía algo como Hazle platica o quizá era más como un Distrae al mocoso para que no nos interrumpa.


Definitivamente el rey Min no era el padre más amoroso del mundo, pero si quería a su hijo. YoonGi había sido hasta aquel momento todo lo que se esperaba que fuese, responsable, educado, obediente y sobre todo hace unas semanas se había presentado como un alfa a pesar de las constantes dudas del Rey Min, que creyó seria beta si tenía suerte.


Tal como lo había dicho su padre la hermosa omega sonrió con ternura a ese chico tan tierno, esto claramente en opinión de la susodicha.


La mujer como todas las mujeres de alta sociedad vestía un hermoso Hanbok, YoonGi reconoció que era fino y elegante como los que solía usar su madre.


–Bueno entonces, ¿Cuantos años tienes YoonGi-shi?– Le pregunto.


–Doce– respondió este, sin algún tipo de honorífico debido a su repuesta tan cortante.


–Bueno veo que eres algo tímido, aún así espero que puedan llevarse bien Jimin y tú, el es tímido igual, ahora está con su instructora de danza– sonrío cálidamente– tal vez puedas ver un poco de la danza, pero intenta que no te vea es algo tímido con el público nuevo.


Y terminada la explicación de la reina ambos se encontraron frente a otra puerta roja aunque está con detalles dorados que decoraban sus bordes.


Eso hizo pensar al príncipe Min ¿Que tipo de obsesión tiene esta gente con el rojo?


Era cierto que los palacios de toda la región incluyendo a sus vecinos de Baekje tenían un gusto por el rojo pero los majestuosos palacios de Goguryeo no se limitaban solamente al llamativo carmesí, tenían tonalidades jade, grisáceas y diferentes tonalidades de rojo.


La mujer le dedicó un asentimiento al joven Min y se alejo con elegancia.


El muchacho de piel blanca empujó la puerta con cuidado de no hacer mucho ruido y está lo llevo a una habitación sin techo, con varios árboles y varios ha cientos, rojos igual que la plataforma que se encontraba en el centro de aquella habitación tan peculiar, sobre la cual habían dos personas, en una esquina también había personas pero todas estaban tocando instrumentos.


Una mujer alta y esbelta vestida con un Hanbok blanco con detalles verdes en el y siguiendo sus pasos a la perfección un niño bajito vestido con un Hanbok negro con detalles dorados en las mangas y los bodes, cabello rubio grisáceo una extraña combinación de rasgos acompañados de unas mejillas prominentemente tiernas y unos bellos labios tan parecidos a los de la reina.


El príncipe Min se escondió detrás de un arbusto frondoso y observó con atención aquella danza que solo había visto unas cuantas veces en la corte, sin embargo no era algo muy normal en la familia real que alguien se interesase mucho por aprender este tipo de danzas aunque tampoco era algo mal visto.


El pequeño niño de cabello rubio seguía en compás con la músico los movimientos de su maestra quien hacía con su abanico posiciones extrañas, algunas rápidas y tan bellas que al pequeño notablemente le costaba seguir aunque jamás borró su sonrisa.


Justo en el climax de aquella melodía sinfónica el príncipe Min cometió el error de dejarse llevar por la hermosa danza del heredero de silla, pisando una piedra y cayendo sobre el arbusto que para su mala suerte tenía espinas.


El pequeño Park Jimin sorprendido por la presencia de público inesperado perdió el equilibrio cuando pisó accidentalmente su Hanbok y hubiese caído de cara contra el suelo de no ser porque su instructora fue más rápida y lo sostuvo del brazo.


–Lastima, era casi perfecto Jimin, sigue practicando con lo del público o jamás te permitirán presentarte en la corte.


Paso seguido la mujer lo soltó con cuidado, fajando que el cuerpo de niño se deslizara lentamente por el suelo, Jimin no levantó la mirada pero una vez la mujer salió YoonGi se acercó al niño con vergüenza por estar todo sucio y lleno de espinas.


El joven heredero de Goguryeo se paró frente al niño que aún seguía en la plataforma sin emitir sonido o movimiento alguno y le ofreció su mano.


–¿Piensas quedarte ahí tirado todo el día?– le preguntó con algo de sarcasmo.


Jimin levantó el rostro y lo miró con el sueño fruncido y los ojos llorosos.


–No te conozco– Le soltó– ¿quien eres?


–Si, bueno yo tampoco te conozco, Soy Min YoonGi, príncipe heredero de Goguryeo hijo de...


–Bueno Min YoonGi, arruinaste mi ensayo de danza, creo que ya estás muy grande para estarte escondiendo detrás de los arbusto– La voz de niño sonó molesta.


–Soy mayor que tú, ten algo de respeto enano, lo siento por haber interrumpido tu practica pero no voy a pelear con un niño de cinco años...


–¡tengo siete!– chilló molesto.


–Bueno igual soy mayor que tú.


El más alto estabas punto de retirar su mano cuando Jimin la jalo con fuerza para levantase, sacudió el polvo de su Hanbok y se talló los ojos.


–¿Y tú cuantos años tienes?– preguntó interesado.


–Doce


–Wow, con razón eres tan alto, creo que eres incluso más grande que Hoseok.


–¿Quien es Hoseok?


–Es mi hermano mayor, el también es alto pero no tanto como tú.


–¿Si es tu cumpleaños porque no estás durmiendo?


–¿Dormir?– cuestionó él menor– Nadie hace eso en su cumpleaños, eso puedes hacerlo todos los días.


–Bueno el que es heredero al trono no puede despertarse tarde ni dormir temprano– dijo con superioridad.


–Eso es mentira, papá me dijo que ahora soy el heredero al trono y yo puedo dormir todo lo que quiera, pero dormir es aburrido así que me despierto temprano y juego o bailo– abultó sus mejillas.


YoonGi parecía no poder entender como era posible que aquel niño fuese el heredero al trono si era el hermano menor, era sumamente extraño pero no tardó mucho en sospechar la razón.


–Bueno entonces Silla es más extraño de lo que pensé.


–Bueno yo jamás he viajado a Goguryeo así que no se como es el lugar de donde vienes.


YoonGi sacó la pequeña caja que su padre le había dado por el cumpleaños de Jimin se la extendió al niño.


–¿Eso es para mi?– preguntó con sus ojos brillando.


–Bueno aquí no hay nadie aparte de nosotros y a mi estas cosas no me gustan- contesto con desinterés.


–Aveces no se si me habla en serio o se ríe de mi– puchero él bajito.


–Me lo dicen seguido


–Bueno me lo quedo– informo para luego agarrar la cajita y abrirla- estás cosas brillantes son bonitas pero mi padre no me deja usarlas seguido.


–Eres de la familia real ¿Porque no los usarías?


–Porque me gusta mucho jugar y los pierdo, ya perdí dos reliquias familiares– el pequeño niño río mostrando la falta de un diente.


YoonGi sonrió enternecido por el pequeño pero antes de que ambos pudiesen terminar su conversación la reina entró en el recinto.


–Me alegra que se lleven bien, pero Jimin estás todo sucio y en la noche es la celebración, tienes que arreglarte, príncipe Min ven un momento enviaré a alguien para que le indique donde se quedará– le informó.


Y como no podía ser de otra manera el chico asintió sin decir palabra alguna.

Unos cuantos minutos después entró por la puerta una de las empleadas del palacio y lo llevo a una alcoba grande y bella y le fue informado que su padre se encontraba en la habitación de al lado.

Esperando el momento más prudente para hacer una visita al cuarto de su progenitor el príncipe Min durmió durante un par de horas hasta que escuchó la puesta de al lado de su Alcoba ser abierta y consecutivamente cerrada.


Cuando pidió permiso para entrar al cuarto de su padre y este se lo concedió no dudó mucho antes de sacar a flote sus dudas sobre silla.


–¿Porque el príncipe Jimin es el heredero si tiene un hermano mayor?


–Porque el otro es un bastardo que nació de una aventura entre el rey con una empleada, ese niño no puede ser un rey si ya hay un hijo con sangre legítima, incluso si este es menor– le explicó el mayor– Ya que hablamos de esto, preferiría que no te relacionases mucho con el bastardo, siempre es más útil una amistad con un rey que con un miembro de su corte.


–Pensé que Silla era un lugar más pobre por cómo me lo habías descrito, su palacio es casi tan grande como el nuestro y sus calles son bonitas.


–Eso es porque estamos en la capital, su rey vive con estos lujos y riquezas mientras su gente pasa pobreza, por eso no son una región rica.


–¿Y Entonces porque quieres hacer tratos con ellos?


–Las alianzas nunca sobran YoonGi en algún momento podrían ser de utilidad.


Y aunque YoonGi no entendió del todo la respuesta de su padre en ese momento no pasarían muchos años antes de que entendiese de que iba todo ese teatro de las alianzas.



Oct. 2, 2019, 2 p.m. 1 Report Embed Follow story
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José Mazzaro José Mazzaro
Excelente introducción
December 17, 2020, 23:29
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