khbaker K.H Baker

Sentir como la adrenalina recorre cada centímetro de su cuerpo siempre ha sido una sensación indispensable para Martín pero, pronto, se dará cuenta de que su amor por las alturas puede convertirse en su peor pesadilla.


Short Story All public.

#alturas #vértigo #suspense
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Primera parte.

La aventura formaba parte de su vida, le entusiasmaba la sensación vertiginosa que provocaban los lugares más apabullantes, por lo que no se lo pensó dos veces cuando su mejor amigo le dio en mano el billete de avión que le llevaría a Francia. No era la primera vez que Martín visitaba los Alpes franceses pero, en aquella ocasión, no iba a ir solamente a disfrutar de la sensación que producía ver como sus pies se hundían en la nieve, sino que iba a poder verlo todo desde arriba, suspendido a casi cuatro mil metros de altura.

El camino del Chamonix Skywalk estaba plagado de visitantes que, como él, esperaban sentir la sensación inigualable que se formaba en la boca del estómago al mirar hacia abajo desde una altura considerable. El frío le helaba la nariz y la punta de los dedos, sin embargo, era agradable sentir aquel ligero entumecimiento, por lo que no se molestaba en ponerse guantes.

Los primeros copos de nieve comenzaron a caer cuando el cubículo transparente de tres metros cuadrados se encontraba frente a Martín, clamándole con impaciencia que pisara su grueso suelo y admirara las vistas desde allí arriba. La pendiente le cortaba la respiración y una amplia sonrisa se instaló en sus labios.

Martín se quitó las botas de montaña tal y como indicaban las normas de seguridad y se puso unas zapatillas de andar por casa, ayudando así a que el cristal blindado no se arañara ni perdiese su impoluta calidad.

En el momento en el que puso los pies sobre la plataforma del cubículo sus músculos se tensaron, las vistas eran impresionantes pero, al mirar hacia abajo, no pudo evitar experimentar el tan conocido vértigo. Comenzó a caminar sobre la plataforma hasta acercarse a la pared acorazada de cristal que tenía ante él y desde la que se podía ver con claridad todo el Aiguille du Midi. El vaho de su aliento se escapaba entre sus labios y enturbiaba la imagen de los picos más altos, Martín pasó la mano por el cristal para limpiar la huella de su aliento y volvió a sonreír. Por un momento creyó escucharlo todo, el tic-tac de su reloj de pulsera, los latidos acelerados de su corazón y el sonido del cronómetro que avanzaba con rapidez, contando los minutos que faltaban para que dejase el cubículo libre para otra persona.

Aquel cúmulo de sensaciones eran asombrosas pero, entonces, el cronómetro llegó a cero y tuvo que retroceder para abandonar el cubículo que tan vivo le había hecho sentir durante unos minutos que a él se le antojaron escasos. A mitad de camino hacia la piedra que le devolvería al mundo real, Martín se dio cuenta de que no había hecho ninguna foto de aquel bello paisaje desde las alturas y, con movimientos rápidos, volvió al final de la caja transparente para disparar la cámara de su móvil. El flash, activado por culpa del error y las prisas, rebotó en el cristal acorazado y le cegó por un instante. Las luces blancas se superpusieron ante sus ojos y Martín se apoyó torpemente en la pared acristalada, llamando la atención de los presentes.

Los gritos comenzaron a resonar en sus oídos cuando todavía estaban desvaneciéndose las últimas motas blancas que nublaban su visión. Martín alzó las manos, intentando indicar que estaba bien pero, cuando abrió los ojos, se dio cuenta de que la gente no gritaba por su estado de salud, al menos, no en el que se encontraba en esos momentos. El cristal se había resquebrajado bajo sus pies pero, ¿cómo había ocurrido aquello? Se suponía que estaba metido en una caja de cristal blindado, que más de diez centímetros de acorazamiento recubrían aquel cubículo. Martín intentó mantener la calma, respirar con lentitud, pensaba que, si se impulsaba con la suficiente fuerza, quizá pudiera llegar a la zona segura pero, cuando intentó agazaparse para coger impulso, un crujido volvió a resonar bajo sus pies. La raja en el cristal comenzaba a extenderse poco a poco.

Aug. 15, 2019, 6:50 a.m. 3 Report Embed Follow story
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Francisco Javier Francisco Javier
Mantiene el suspenso y describe bien.
September 01, 2019, 21:27
JM J. R. Montero Á.
Me encantó este capitulo.
August 30, 2019, 16:44
Daniel Guerrero Daniel Guerrero
Me quedo con ganas de saber como sigue a continuación 😃😃😃
August 15, 2019, 07:06
~

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