UN DIA DE PESCA
(Fábula)
Aquel día el buen monarca
quiso salir a pescar
y al ver el cielo nuboso
determinó consultar
con su pronosticador
que nunca solía fallar,
y este le dijo: "tranquilo,
que llover no lloverá."
Como su novia vivía
cerca del rio, la invitó,
y ya puestos en camino
a un campesino encontró,
montado en su hermoso burro.
Este al rey le comentó
que mejor que se volviera
pues llovería. Y llovió.
El rey no le hizo ni caso.
"¿Qué sabrá este patán,
si tengo un especialista
al que tengo que pagar,
que me ha dicho lo contrario?
Vamos los dos a pescar."
Y al llegar a su destino
llovió un poco y algo más.
Que quedaron empapados
eso se dio por supuesto.
El rey volvió a su palacio
tan furioso y descompuesto
que despidió al agorero,
y ofreciole muy dispuesto
al abyecto campesino,
el vacante y sobrio puesto.
Mas este, sin alterarse,
le comentó a su monarca
que aquellas premoniciones
no eran causa de su mente,
sino más bien de su burro
y esas orejas tan largas
que, si las tiene caídas,
llueve hasta que dicen ¡basta!
Y el rey que no era tan tonto
contrató al burro en su paga.
Y así comenzó la usanza
de contratar a los burros
como propios asesores
que van también, a menudo,
a ocupar los grandes cargos
de los gobiernos corruptos
y también mejor pagados
de este incoherente mundo.
LA PRUEBA DE SEMEN
(Chiste)
El doctor pide al paciente,
de su semen, una prueba,
y le dice que lo traiga,
-en el frasco que le entrega-,
si es posible, a la mañana.
El buen hombre, al día siguiente,
llega puntual a su cita…
¡pero vacío el recipiente!
El médico le pregunta,
sin llegar a ser hiriente:
"¿no hizo usted los deberes?"
"Perdóneme usted, doctor,
pero mi cuerpo no pudo.
Lo intenté con la derecha
pero manera no hubo,
tampoco la mano izquierda,
y sé que se lo propuso,
también le pedí a mi esposa
que tratara con la boca,
con las dos manos incluso,
y no conseguimos nada.
Se lo pedí a la vecina,
se lo puso entre las piernas
y aun así se resistía."
"¿A quién se lo pidió, dice?"
"A la inquilina de al lado,
pero a pesar de su esfuerzo
tampoco pudo, doctor,
abrir el maldito frasco."
LA PETICIÓN DE UN NIÑO
(Chiste)
Un niño necesitaba
cien euros, y cada día
rezaba para que alguien
le regalara esa cifra.
Un buen día decidió
escribirle a Dios, (¡qué fuerte!),
pidiéndole los cien euros
y, delegando en su suerte,
al correo la mandó
con la misiva de “urgente”.
Cuando el jefe de Correos
vio a quién iba dirigida,
remitió la infantil carta
al jerarca y cabecilla
Presidente del Gobierno
para que le diera cita.
Cuando abrieron aquel sobre,
se quedaron gratamente
impresionados, y dieron
las órdenes pertinentes
a la activa secretaria
y a su jefe el Presidente,
que le cursaran al niño
diez euros, pues esta gente
pensó que, por ser quien era,
sería más que suficiente
esa simple cantidad
que él creería imponente.
El niño, aquellos diez euros,
los recibió satisfecho
y, contento como estaba,
a Dios quiso agradecerlo
en otra carta que decía:
"gracias, Dios, por el dinero,
sin embargo te diré,
(pues tu razón no la entiendo),
que lo mandaste a través
del mandamás del Gobierno
y, como era de esperar,
estos cabrones ineptos
me hurtaron noventa euros.
Seguramente quisieron
cobrarme la comisión
del envío. ¡Qué usureros!
Te digo que esta gentuza,
no acata ni tus correos."
ME QUIERO INDEPENDIZAR
(Chiste)
Mamá, me voy a ir de casa,
me quiero independizar
pues necesito tener
más responsabilidad.
¿Entonces no te esperamos
siquiera para comer?
Pues bueno, mamá, creo que...
¡para comer sí estaré!
EL COLESTEROL
(Chiste)
Va un borracho caminando
con las piernas separadas,
y un amigo que le para
le pregunta, preocupado:
"-¿Por qué causa vas andando
con las piernas apartadas?"
"-Porque tengo, hace semanas,
el colesterol muy alto."
"-¿Y en qué está relacionado
ese cúmulo de grasas
con esa forma tan rara
de andar, que vas demostrando?"
"-Es que el doctor, con voz clara,
me ha dicho en pocas palabras
que los huevos... ¡ni tocarlos!"
EL NEGRITO QUE FUE AL CIELO
(Chiste)
Un negrito llega al cielo,
aparece ante San Pedro
y le pregunta su nombre.
Temiendo, porque era negro,
que arriba hubiera racismo,
le contestó muy severo:
"yo soy Leonardo Di Caprio."
San Pedro, no satisfecho,
volvió a preguntarle al hombre,
pero él siguió en el intento
de ser quien aseguraba.
San Pedro, en su titubeo,
miró al negrito y le dijo:
"Di Caprio, espera un momento".
Y consultó con su Dios:
"óigame, jefe, soy Pedro.
El Titanic, que yo sepa,
se hundió, eso me temo
o, ¿quizá es que se quemó
y no sabemos de ello?”
LA CUSTODIA DE LA HIJA
(Chiste)
Se presenta ante el juzgado
una pareja. Es el divorcio
el causante de la cita,
y su problema no es otro
que a quién concierne la hija.
La mujer le dice al juez:
a esta niña traje al mundo
con mucho empeño y dolor
y no la merece él,
debo custodiarla yo.
-¿Qué tiene usted que decir,
preguntó el juez al marido,
si algo alega en su defensa?
El hombre, muy decidido,
se levanta como un rayo
y le dice muy ofendido:
-Dígame usted, señor juez,
si yo meto una moneda
en las máquinas de venta
para adquirir un refresco
y sale una Coca Cola,
¿quién cree que será su dueño,
yo o esa máquina tonta?
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