Un nuevo amanecer contemplaba mi ventana. Y tú, yacías en mis pensamientos después de verte por vez primera, en aquel hospital… tu vestido ceñido al cuerpo lo delineaba como pincel en lienzo virgen, tus labios, qué labios más rojos y provocativos, tu mirada pícara y coqueta a su vez... lo recuerdo como si fuese ayer. El destino nos juntó cómo cómplices una vez más, en dónde tu número sería la tentación más letal, que hayas podido entregar, entre pláticas, gif y fotografías me dejabas a la intriga de querér más y ahora estamos aquí juntos. Después de tanto quedar…
Aunque si me lo preguntas, estoy loco por recorrer cada milímetro de tu cuerpo, saber su composición atómica y erógena que experimenta con cada rose, beso, caricia y mordida que doy al navegarlo mientras pienso en hacerte mía, poder sentir que es estar dentro de ti, sintiendo tu humedad, rigidez, tus caderas contra mi cuerpo, compartiendo ese calor, esas contracciones, tus gemidos en mis oídos, tus manos en mis piernas apretando de una manera inolvidable. Tus ojos, esos ojos inquietos y juguetones pidiendo ser saciado tu placer compartiendo el éxtasis que nos invade en nuestro encuentro… Te siento con mi hombría, rígida, como droga que permite la liberación de lo que puedas imaginar, no quisiera detener un músculo en el acto de hacer que te vengas, sentir y compartir esa explosión de deseo carnal que sientes por mi. Teniéndome entre tus muslos, dándome placer al mismo tiempo que te deseo como droga adictiva que no me deja un instante.
+
Thank you for reading!
We can keep Inkspired for free by displaying Ads to our visitors. Please, support us by whitelisting or deactivating the AdBlocker.
After doing it, please reload the website to continue using Inkspired normally.