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En Winspencer, Jamie Dey, de 14 años, vive una vida de secundaria junto a su mejor amiga Megan sin poder recordar que alguna vez estuvo en una dimensión de fantasía donde sus sueños se volverían realidad. Sin embargo, a pesar del hechizo de Iris Isabel, Jamie vuelve a Mundo A en un momento crítico en su vida. Y es gracias a la princesa Blanca —quien le presta a Jamie una de sus preciadas llaves, capaces de abrir un portal a cualquier universo— es que ella llega a Asteroide Virtual, hogar del poderoso Kroll, la princesa Luna y sus amigos espadachines. Inspirada por sus vidas de peleas épicas, su amistad y heroísmo, Jamie se convierte en una de ellos, comenzando su gran aventura en una dimensión que le aguarda un destino que trasciende las eras.


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Capítulo 1: El príncipe azul

En una vida insignificante, los pequeños detalles producen virtud, y finalmente, heroísmo.


Winspencer, la Tierra

Mundo 0, Dimensión 0

Ese día era 4 de septiembre del 2009 y era el primer día de clases en la escuela secundaria de Winspencer. Se escuchó el toque de entrada y varios alumnos se apresuraron a entrar. Algunos se empujaban en la puerta principal para llegar temprano a las clases con los profesores de turno. Algunos más entraban a sus salones guardando los empaques de sus desayunos improvisados al tiempo ciertos estudiantes se encontraban escondidos detrás de los salones, renuentes a estudiar. Una pareja de novios platicaba bajo la sombra de un árbol. El sol brillaba con deslumbrante luz sobre la ciudad en tanto una chica corría deprisa bajo su cálida energía en la calle que conducía a la entrada; ella miró su reloj: ¡Eran las 8:15! Mientras intentaba llegar a tiempo decía para sí misma:

—¡Voy a llegar tarde!

Ella llegó, al fin. Algunos se burlaron de su cabello alborotado, pero no le importó que su largo cabello enmarañado le perturbara más el día. Empujó la puerta y caminó, casi sin aliento, hacia su aula. Una vez en la puerta de su salón, tocó. Un compañero le abrió la puerta y él volvió a sentarse como si nada hubiera sucedido. Mientras que, la maestra cruzó sus brazos: Jamie notó de inmediato que estaba enojada.

—¿Éstas son horas de llegar?—preguntó, pero Jamie no pudo hablar con rapidez, estaba agotada por correr veinte cuadras en un tiempo record para ella. La profesora Julia prosiguió—. ¡Son las 8:23 a.m.! Llegas retrasada el primer día de clases—Diana Sila miró burlona junto a sus amigas Leadney y Hald—. Estamos en el siglo 21. ¿Por qué llegas tarde?

Jamie tomaba aire para poder hablar;

—En el desayuno, la taza de café cayó sobre mi uniforme. El tiempo se fue mientras lo lavaba—explicó la chica—, y luego, cuando esperaba el camión escolar, pasó Diana con sus amigos y me empujaron a una zanja. Me ensucié y regresé a casa para cambiar de uniforme, pero era demasiado tarde…

La maestra interrumpió, encolerizada:

—¡Y ahora culpas a Diana Sila!—se indignó—. Ella nunca haría algo malo y tú lo sabes. Ella no es responsable por tus desajustes de horario de verano. Diana no merece, no voy a permitir que a mi alumna pref…— Julia se detuvo y continuó rápidamente antes que Diana le aplaudiera—la insultes de ese modo.

Jamie no tuvo tiempo de replicar y defenderse. Diana sonrió, pues era verdad lo que había contado Dey a su profesora Julia. Tenía preferencia a Diana Sila por ser popular y adorable, mientras que Jamie, al igual que las otras chicas, no contaba.

Hora de receso.

Mientras almorzaban, Megan no pudo evitar estallar de ira al saber de la injusticia a su mejor amiga.

—¡No puedo creer que te dejes de la maestra, y de Diana!—le dijo Megan, su única amiga. Por desgracia, Megan no estudiaba en la misma clase que Jamie.

—No puedo pelear contra ella… me expulsarían de inmediato. Tampoco quiero problemas o pelear.

Jamie suspiró. Megan colocó su mano en su hombro

—Todo irá mejor, amiga.

—Gracias, Megan.

Jamie no se imaginaba peleando con alguien más por propia voluntad. Ella no era problemática como Diana. Megan admiró esa faceta de su mejor amiga en Winspencer, pero siempre recordaba las cosas que sucedieron en Technology City. Le gustaría contarle, pero ¿acaso ella creería en la “fantasía”? Al menos, la vida normal valía la pena.

Después fueron juntas a comer a la cafetería. En los cortes informativos que anunciaban en el televisor del comedor, Megan se preocupaba cada vez más por un mundo destructivo; guerras, catástrofes biológicas. Sin embargo, se sentía tranquila por el hechizo que Iris puso sobre Jamie. Además, en el colegio se preocupaban por la salud de los estudiantes y les realizaban estudios médicos anuales. Incluso ese día tomaron muestras médicas antes del receso.

Después de clases, Jamie caminaba junto a Megan rumbo a la salida, conversando sobre su tarea escolar:

—La clase de matemáticas es muy difícil, y lo peor es la tarea—se quejó Megan.

—No lo será, yo te ayudaré y no será difícil—ofreció Dey—, sabes que no soy la mejor, pero siempre puedes pedirme ayuda.

—Gracias, Jamie—le dijo, no podría revelarle que ella dominaba las materias e incluso notaba errores en los profesores.

En un momento inesperado, un chico pasó junto a ellas y le entregó a Jamie un sobre:

—¿Qué es?—le preguntó, extrañada.

—Es para ti—dijo él.

—¿De quién?—se extrañó la chica.

Sin embargo, el chico se alejó corriendo. Jamie miró a Megan en complicidad, obtener una respuesta. Jamie sabía con exactitud:

—Es otro de los insultos de Diana—concluyó Dey Unnane.

—Quédatelo. Ahora sí tendremos pruebas en su contra, presentaremos una queja formal al director—aconsejó Megan con sabiduría.

Sin embargo, al abrir el sobre, ambas reconocieron que no era un escrito realizado por Diana. Tampoco se trataba de una broma de alguno de sus amigos, porque el estilo, la letra y la presentación cambiaban de forma radical, como si se tratara de una creación de una entidad de otro mundo; la elegante firma era un sello antiguo decorado con tinta negra. Jamie se asustó en cuanto leyó el nombre del remitente; Michael Soinleid Asto, un estudiante nuevo que se ganó el corazón de todas, o casi todas las chicas de la secundaria de Winspencer. Pocas veces lo vio, y a pesar de ser el joven ideal para cualquiera, ella nunca se interesó en él. Incluso, llegó a sentir cierto rechazo a su popularidad; quizás porque la asociaba a la odiosa Diana Sila.

Megan sonrió y le dijo a Dey:

—¡Michael te mandó una carta! Él es el chico más popular, guapo y sobre todo, millonario. Tu familia estará feliz con él, lo amarán. Jamie, ¡acéptalo!—gritaba Megan muy emocionada.

Pero, Jamie, molesta, le reprochó;

—¡No! Megan, no es una declaración, puede ser cualquier otro asunto —aclaró—¿O no?...

Jamie comenzó a abrir el sobre ambas leyeron las líneas escritas;

“Querida Jamie Dey:

Sé sobre las cosas malvadas que Diana te hace. Sé quién es ella en realidad. Todos dicen que es hermosa y popular, pero para mí tú eres la más linda.

Sé que puede parecer extraño para ti, pero, ¿te gustaría salir conmigo? Me encantaría una respuesta tuya.

Te estima, Michael Soinleid Asto”.

Entonces, Megan exclamó radiando felicidad sincera:

—¡Se te está declarando!—gritó con una sonrisa auténtica, aunque a ella le gustara Michael, aunque sólo por apariencia. Jamie la miró. No fue conmovida ni un poco por el chico llamado Michael, y lamentó no corresponderle.

—Pero, yo no tengo interés— dijo Jamie, al fin —. No lo conozco.

—¿Qué dices?

—Eso, sabes, él puede ser todo lo que dices; pero, no es ideal para mí. Yo no siento algo especial por él.

—Es… él es perfecto…¡Como tú!—halagó la chica—. Sólo hace falta acercarte a él. Un paseo, una tarde en la cafetería… ¡Un romance ideal para ti!

—¿Perfecto? La perfección no es el conjunto de las características materiales y sociales impuestas por el mundo—añadió la chica.

—¿No?—preguntó Megan, simuló estar intrigada con la respuesta de Jamie.

—No me interesa eso, yo tan sólo daré mi mejor de mí a quien de lo mejor de sí mismo para siempre…

Jamie enumeró diferentes requisitos que escapaban a la realidad de Mundo A. Megan pronto se percató que describía a alguien que ella olvidó: Peter Emphirio.

—¡Eso es mucha fantasía!—exclamó Megan, casi a punto de reír, solo fingiendo.

—¡Eh! Yo sólo describía…al hombre que quiero. No lo sé, parece que de cierta forma, sé cómo es, pero no le he llegado a conocer. Todo parece tan confuso en mí, a veces cierro los ojos —confesó—, y puedo saber que existe alguien como en mis ilusiones. No sé por qué.

Megan temió. ¿Y si sus recuerdos volvían? Ella no pudo deshacer el poder de Iris Isabel. Era mejor así. En Megan Eisender surgió un ligero temor… si Jamie se enterara de que Megan lo conocía, nunca se lo perdonaría.

—Nunca vas a encontrar a un hombre así, con tantas cualidades. Debes de entender que no existe el príncipe azul, el que tú buscas, Jamie. Los hombres perfectos sólo existen en los sueños de una chica enamorada — y sus palabras inusuales sorprendieron a Dey, tenían sentido —. Los príncipes viven en los cuentos, en otros mundos… En éste mundo no los hay… Si tuviera la oportunidad de ser querida por alguien que se acerca a tu príncipe azul, ese sería Michael.

Y enfatizó:

—Yo lo elegiría si estuviera en tu lugar.

—Megan… yo no, entiéndeme.. no saldré con Michael— suspiró — , estoy segura que encontraré al chico que quiero, lo presiento de alguna forma inexplicable—y mientras decía esto, Megan se exaltó un poco, e inclinó su mirada hacia arriba, al vacío.

Temió de nuevo. Hace cuatro años, sus sueños ya se habían cumplido. Iris abriendo el portal. Ellos tratando de volver a estar juntos. La sonrisa de satisfacción de Wendy. Peter lloraba, le dijo a Wendy que nunca la perdonaría por haberlos separado, incluso cuando en la siguiente iteración y en todas las futuras, le amara con toda el alma.

“¡Nunca me olvides…!”

—¿Qué pasa?—preguntó Jamie al ver que Megan comenzaba a llorar, y se acercó a ella para ver si estaba bien.

—Estoy bien.

—Megan… puedes confiar en mí… Nunca te había visto llorar.

—Solo estaba recordando una historia muy bonita que no pudo ser—dijo con una sonrisa, mientras se limpiaba las lágrimas—. Por eso, no me hace feliz que tú no seas feliz. Michael parece un buen chico y estaría dispuesto a dar todo por ti. Ustedes lucen bien juntos.

—¡No, lo siento, eso jamás pasará!—decía la chica, mientras rompía la carta, de repente.

—¡Jamie!—se sorprendió Megan, comenzando a creer que Jamie no iba a estar con nadie si no era Peter—¡Es tu oportunidad de ser feliz…! ¡Di ‹‹ Sí ››!

Jamie sonrió a Megan e insinuó que iría con Michael, quien no estaba muy lejos de ellas, observándolas, recargado en el tronco de un árbol frondoso. Megan se sintió entusiasmada; Jamie estaría con el chico perfecto. Él ý su familia no sólo eran influyentes como la familia de Dey, sino que también era amable y carismático. Para Megan, la oportunidad de ser feliz para Jamie volvería alguien de su misma realidad llegó, como lo prometió a sí misma.

Jamie avanzó hacia él, limitando su nerviosismo. Sonreía un poco para ocultar aquella desdicha y la culpa por las palabras planeadas para destrozar el corazón de Soinleid Asto. Llegó hasta donde estaba él, quien la notó y siguió desde que avanzaba hacia él. En Michael surgió la ilusión; la joven más bonita a su criterio, llegara a ser por fin su primera novia.

—¡Hola, Jamie!—la saludó antes de su llegada.

—Hola, Michael.

—¿Recibiste mi carta?

—Sí, te agradezco tus sinceras palabras.

—¿Y, cuál es tu respuesta?— se animó.

—Yo sólo puedo ser una amiga lejana, muy lejana, bastante lejana, casi inexistente.

Michael Soinleid Asto la miró; no podía ser verdad.

—Olvidé preguntarte si tenías novio, o si te gustaba alguien.

—No es esa la razón—aclaró—. En realidad, no tengo interés.

Michael se sorprendió con sus palabras hirientes. Jamás escuchó o conoció el rechazo de esa manera. La mayoría de chicas del instituto se le acercaban e insinuaban, incluso le pedían que saliera con ellas, pero a él no le importaba estar en su compañía. Esta vez experimentó lo que hizo a otras. Suspiró en un fino lamento.

—Sí, amigos, pero, piénsalo.

—No tengo nada que pensar: Todo lo tengo claro. Todo.

—No sabía que pensaras de esa manera.

—Gracias por entenderlo, Soinleid. Ahora sabes mi respuesta.

—Te esperaré el tiempo que sea necesario, yo te amo de verdad, debes saberlo.

—Pasará el tiempo y te olvidarás de mí. La vida cambia a cada instante y no vuelve jamás—decía con firmeza—. Eso espero, que te olvides de mí porque no siento ni sentiré lo mismo por ti, lo lamento. Esto que crees sentir no es amor, es atracción—sentenció con prudencia—. Adiós.

Jamie sin darle tiempo de decir algo más, se fue dejando atrás a Michael triste: No era cierto, tal vez, ella quería hacerse del rogar o quizás le mintió. Tal vez no traicionaría la amistad de Megan, su mejor amiga: Era natural que todas le desearan, excepto Jamie, la única de quien estaba enamorado.

—¿Qué pasó?

—Lo siento, Megan—la miró.

—Entiendo, amiga—sonrió ella, aunque en realidad, no estaba de acuerdo con su decisión; él no podría ser tan malo como Jamie lo veía.

—Adiós, Megan, nos vemos mañana en clase—dijo Jamie al mirar el estacionamiento, no tenía mucho tiempo para abordar el camión escolar.

Megan se quedó atrás, y mientras el camión partía, Megan casi estallaba de coraje al ver que un prospecto se le escapaba de las manos. Sin embargo, aún era joven, no tuvo otra opción que despedirse de ella por la ventanilla.

—Hasta mañana….

—Siento empujarte a amar, pero Peter…—lamentó Megan, mirándola partir, y comenzó a llorar por los dos—. ¡Peter no puede abandonar Technology City.. no puede venir a ti… si estuviera en sus manos, lo haría…! ¡Pero yo estoy aquí para ti como tu mejor amiga… él me diría que te cuide por él!

Diana lo observó todo desde los arcos blancos frente al jardín del nuevo edificio 4.

—¡Cómo pudo dejar a Michael de esa forma!—gritó, furiosa, porque ella se había encaprichado a Soinleid Asto. Tenía un motivo más para odiarla.

—Yo lo hubiera aceptado—comentó Hald, la hermana de Michael y ahora amiga de Diana.

—¡Esa estúpida se roba el corazón de los chicos que me gustan!—Diana cruzó los brazos.

Leadney, amiga de Hald y Diana, no pronunció ninguna palabra; su corazón estaba destrozado: Ella estaba enamorada en secreto de Michael. Así, las tres jóvenes miraban furiosas a Dey Unnane, mientras ella se alejaba en dirección a su casa a bordo del camión.


Dec. 5, 2023, 5:55 p.m. 0 Report Embed Follow story
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Destiny
Destiny

Destiny, es el nombre de la realidad global, la obra protagonizada por YS, donde ocurren las historias de Poder Infinito y Jamie Dey' Stories en las Dimensiones Oo, A, B...Z y en diferentes líneas existenciales (LE) ⚫Realidad 1: Project HS ⚫Realidad 2: Darker Destiny ⚫Realidad 3: Fantasy Dream Read more about Destiny.