Uno con el mar Follow story

Esta noche paseo por la cubierta de popa y el reflejo de la luna en las ondas del mar me hipnotiza, me llaman y quiero verlas más de cerca. Me siento en la barandilla y me agarro de ella, la fresca brisa mueve mi camisa con su baile, el sonido de las breves olas al romper en el casco del barco me dicen que ya no valen nada mis esfuerzos diarios por brillar, por ser el macho alfa o el rey de la selva, todo se reduce a nada. El mar llama, as ahí donde debo estar, es ahí donde está la paz. Me levanto y quedo de pie sobre la barandilla, subo los brazos mientras la brisa se hace más fuerte y cierro los ojos para dejarme llevar por el sonido de las olas, el olor del mar, las caricias del aire en mi rostro, el frío se cuela por mi huesos y recuerdo el plácido calor del agua, el vaivén de sus ondas que me mecen como a un bebé y me dejo caer… anhelando la paz que hay en el mar y me hundo en su abrazo, haciéndome uno con él me dejo llevar, profundo, sin más.