—¿Qué son esos aullidos?
—Yo también he estado escuchándolos desde hace unos minutos.
—No puede ser… Mirad al cielo.
—¡¿Cómo no nos hemos dado cuenta?!
—¡Corred! ¡Id hacia el refugio tan rápido como podáis! La cuarta aurora está aquí.
Tan bella luz polarizada pintaba el cielo oscuro estrellado. Acompañada de esta belleza vino el despertar de los depredadores terrestres más peligrosos jamás vistos, de su largo periodo de letargo.
—Seguid corriendo ya estamos cerca.
Algo les comenzaba a seguir oculto en la maleza y cada vez estaba más cerca del grupo. El ruido que a sus espaldas reinaba, cesó.
—¿Qué demonios es esa cosa?
No hubo otro momento en las vidas de los protagonistas en el cual hubieran sentido tal instinto asesino. Finalmente, el Kayree había entrado en escena.
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