Es momento de irnos Follow story

—Querida, ya es hora.

—Me preparé para cuando llegara este día, como tú me dijiste, ¿sabes? No es tan fácil.

—Siempre te lo dije: no será fácil, pasaría en nuestro mejor momento. Cuando estemos eufóricos, tranquilos, muy enamorados, será el instante en que tendremos que abandonarnos.

— Podemos intentar seguir juntos, nos amamos.

—Es por eso, no quiero intentarlo.

—No sé qué haré, no quiero esto. Todos mis planes están contigo.´

—Vamos, querida. Podrás hacer eso y más.

—Te amo, estúpido. No lo haré, estaré contigo, sé que en el fondo quieres eso.

—¡Jmm! Amor de mi vida, en el fondo...—una lágrima estaba pronta a salir, pero se contuvo— en el fondo tengo una vida planeada contigo. También te amo.

—Me quedaré contigo, no me importa lo que digas.

—¡Oh, mi reina! No lo hagas. Me prometiste que cumplirías lo que acordamos. Vete, ama a alguien más, consigue un buen amante. Vamos, no busques un niñato romántico que te regale flores ni que te dedique canciones. Busca un hombre que te desee carnalmente y espiritualmente. Ve con alguien que te haga el amor como nunca, y tú... tú hazle el amor como si fuese tu último día de vida. Enamóralo, vívelo y vive. Que tú mujer eres perfecta, naciste para dar felicidad. 

—(Ella lloraba y reía al mismo tiempo) No sé cómo puedes decirme eso. ¿Es tan fácil para ti? ¿Me olvidarás con otra mujer? ¿Desapareceré de tu vida?

—Querida, no necesito otra mujer. Además, jamás mencioné que iba a olvidarte; siempre estarás viva en mí. Es el motivo por el cual nos dejaremos, te extrañaré tanto que te plasmaré en decenas de mis poemas. Estarás viva, enamorada, libre... libre en mi poesía; libre en mi vida, y la vida juntos que haré en mis escritos. Ven, dame tu mano —un beso cálido envolvió la mano de ella—: "Quizá pienses que nos despedimos para no vernos nunca más, en realidad me despido de ti con el mejor recuerdo, me despido ahora en esta felicidad para que estés toda la vida conmigo, sonriéndome y besándome en mis sueños. Sé que no será físicamente, pero te prometo que mis pensamientos contigo abrazarán mi alma y la tuya; y cada vez que te piense, sé que en algún lugar, sea donde sea, tú estarás pensándome.    —De la mano se aproximó un beso hacia su frente— Te amo, estúpida.

—Te amo, te amo. Mi estúpido, te amo.

—Gracias, mi amor, gracias por existir. Gracias por convertirte en mi poesía. Ya es hora, es momento de irnos...

-J.S