gaby_rodrz Gabriel Rodriguez

Un joven le cuenta a su amiga una historia de amor basada en hechos reales para demostrarle que el verdadero amor se demuestra con acciones.


Romance Young Adult Romance All public.

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Las acciones del amor

Era un sábado soleado en el mes de julio en la cuidad de Santurce localizada en el estado de San Juan en Puerto Rico. Un joven de 25 años llamado Gabriel, se encontraba sentado en una mesa hecha en cemento -donde usualmente los viejos van a jugar dominós- En la Plaza de Recreo Barceló en el Barrio Obrero de Santurce. Estaba junto a su amiga Patricia María de 24 años.

Hace tres meses que no compartían y aprovecharon que ambos tenían el día libre de sus respectivos trabajos para conversar. Patricia le pidió a su amigo que la aconsejara sobre que regalarle a su novio. Dentro de dos semanas cumplirá dos años de noviazgo y ella quería un obsequio bien pomposo que su novio nunca olvidará en su vida. Ella desbloqueó su teléfono móvil y le mostró una foto de una camiseta y un reloj que vio en una tienda por departamento para hombres. Aunque el set de camisa y reloj costaba $85.99 Coquí dólares, lo consideraba bonito, pero no lo suficientemente pomposo. Gabriel le aconsejó que no gastara dinero comprando obsequios caros ni extravagantes. No hay necesidad de exagerarse tanto. Patricia le preguntó porque y él le respondió que ella debía enfocarse en crear momentos inolvidables. Las palabras, los regalos, no valen nada comparado a un beso, abrazo, compartir, cuidarse mutuamente cuando estén mal de salud, ser su roca fuerte en los malos momentos y celebrar juntos los triunfos de ambos.

"El amor se demuestra con acciones" Dijo Gabriel.

"Con un regalo también demuestras amor. Le estabas diciendo 'estaba pensando en ti'."

"Buen punto." Respondió Gabriel moviendo la cabeza. "Sin embargo, como una frase que leí en Google hace tiempo: 'el amor que se alimenta de regalos siempre estará hambriento'."

"Creo que tienes razón..." Dijo Patricia mientras guardaba su teléfono móvil.

"No hay mejor regalo que el tiempo." Dijo Gabriel mientras reflexionaba que el mundo por poco acababa hace unas semanas. Tantas parejas que en ese momento de desesperación e incertidumbre hubiesen querido un poquito más de tiempo. Patricia le dijo que en ese momento ella pensaba que nunca más volvería a ver a su novio. Él trabajaba para la policía futurística y se encontraba manteniendo el orden en las calles. Aquella vez ella se encontraba en uno de los refugios habilitados por el estado. Recordó como aquel día la tierra temblaba y el cielo de agrietaba. Quizás nunca más estaría entre los brazos del amor de su vida. Gabriel le aconsejó que esa es la razón principal por la cual ella debe enfocarse en crear más "momentos" y acumular menos "materia." Una acción valía más que cualquier camisa en la tienda de ropa Duess que desaparecería con el fin del mundo. Entonces, decidió contarle una historia que el conocía para reforzar sus argumentos.

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La historia de las acciones del amor según contada por Gabriel a Patricia:

Hace mucho tiempo que ni me acuerdo la fecha exacta, un viejo amigo estuvo desesperadamente enamorado de una de sus mejores amigas. Para ese amigo mío, el amanecer y el atardecer comenzaban en ella. La convirtió en la "emperatriz de su universo." Faltando un mes para cumplirse un año de conocerse, ella se mudó a otra cuidad y no se volvieron a ver más. De vez en cuando se escribían en las redes sociales, pero para él no era lo mismo. Todas las noches él dormía mirando la última fotografía que le tomó con su teléfono en la playa de San Juan. Esa fue la última vez que compartieron antes de ella mudarse. Un lunes, mientras mi amigo caminaba en dirección hacia la estación Bayamón del Súper Tren Urbano, se topó con su gran amiga. Sus ojos brillaron como diamantes y su rostro tenía la sonrisa más grande de su vida.

"¡No puede ser!"- exclamaba ella sonriente mientras corría abrazarlo.

"¡¡Te extraño mucho!!" – le decía el a ella mientras se abrazaban.

Estuvieron más de una hora hablando y poniéndose al día de sus vidas. No obstante, el único tema que mi amigo no trajo a la conversación fue sus sentimientos. Él no tenía el valor de confesar lo que sentía. ¿Y si hubiera una forma de demostrarle lo que sentía por ella sin tener que decírselo? Por arte de magia le llegaría esa oportunidad. Su amiga le dijo que ella tenía una "competencia" en el Coliseo Mario Morales en el estado de Guaynabo. El evento se llevaría a cabo el domingo a las 6:30 de la tarde y las taquillas tienen un costo de $12.00. El de inmediato sacó el dinero. La joven se sorprendió y comenzó a reírse. Ella creía que el primero quisiera saber de qué trataba la competencia y porque costaba tanto. Sus amigos y familiares siempre le preguntaban.

"¡No importa! Yo solo quiero verte y apoyarte." Respondió mientras se intercambiaban el dinero y las taquillas. En ese instante llegó el tren interrumpiendo su fabuloso reencuentro.

"Ahí llegó tu tren." – señalaba la joven hacia la estación mientras sonreía. "¿Vas para Metrópolis, ¿verdad?"

¿Y tú vas a tomar el autobús para Naranjito?"

"Así es." – respondió. "¡Te veo el domingo!"

"¡Prometo estar en primera fila apoyándote!" – él le dijo mientras le daba un beso en la mejilla y un abrazo de despedida.

Al fin llegó aquel domingo tan esperado. Se levantó tempranito para prepararse y llegar a tiempo a ver a su amiga. Tenía listo su cámara, su cargador portátil para el celular, taquilla, mochila para guardar su cámara, y otra mochila Just in case. Cuando terminó de prepararse, mi amigo le pidió a su padre que por favor lo llevara hasta Guaynabo. Mi amigo no sabía guiar ni tenía carro porque la vida había sido muy dura con él. Su padre le dijo que NO lo llevaría porque no sabía la ruta hacia el estado de Guaynabo y estaba muy lejos. El NO iba a fallarle a su amiga del alma y estaba dispuesto a hacer lo que fuera para llegar. Rompió su alcancía y tomó todo el dinero que había en ella sin saber si tendría el suficiente para regresar a casa. Tomó cinco autobuses, dos trenes, y caminó 25 minutos. Deambuló todo el día frente aquel coliseo entre lluvia, sol, y hambre hasta que llegase la hora de la gran competencia. Horas después, ante casa llena, dio inicio el evento y mi amigo estaba en primera fila como se lo prometió a ella. la muchacha compitió fuertemente contra más de 100 rivales, mientras mi amigo capturaba cada momento en fotografías. Lamentablemente, la chica fue derrotada y eliminada en la primera ronda. Durante el receso de medio tiempo, mi amigo corrió entre los bastidores a abrazarla fuertemente y hacerla sentir como una campeona. Ella sonrió, sus ojos brillaron, y aguantando las lágrimas le agradeció por venir. Al día siguiente, mi amigo fue hospitalizado a causa de una pulmonía. Ella nunca se enteró.

Muchas personas piensan que el amor se demuestra recitando palabras lindas, regalar en el día de los enamorados, celar a su pareja, o tener sexo. ¡Yo no estoy de acuerdo! el amor real se manifiesta y se demuestra con ACCIONES. Cualquiera dice palabras bonitas y las palabras se las lleva el viento.

Aunque en aquel momento él NUNCA le dijo directamente que la amaba, él se lo demostró con sus acciones.

Poema: "Nunca se lo dije"

La amé y nunca se lo dije,
La adoré y nunca se lo dije,
La deseé y nunca se lo dije,
¿
Por qué no pude decírselo?

Nunca se lo dije,
Ella nunca lo supo,
¿Lo habrá sospechado?
¡se hubiera sorprendido!

Quise estar en su corazón y nunca se lo dije
La quise arropar de besos
Y nunca se lo dije.
¡Nunca, Nunca, se lo dije!


Poema: ¡Tan linda y tan mágica!

Ella me pinta un bosque y me pierdo
Que asombroso su poder sobre mi
¿Cómo olvidarlo?

Ella creció alas y me llevó al cielo
¿Quién lo diría?
¡Tan linda y tan mágica!

Cría colores y te darán magia,
Yo la ayudé con los colores de mi alma,
La convertí en la emperatriz de mi universo,

La prieta de mi vida diaria,
¡Me enseñó magia!
A amarla como es,
¡Tan linda y tan mágica!


Poema: "Jardín de Piedras"

La conocí en un jardín de piedras,
Entre un río y un tren,
Un medio día soleado de abril.

Me envolvió con su carisma,
Su cuerpo de sirena y sonrisa,
Entre su pasarela talentosa.

¡Sea mi reina! Hoy y siempre,
Juntos hacia el palacio del alma,
Unidos en una sola esperanza.

Nov. 15, 2018, 4 p.m. 0 Report Embed Follow story
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The End

Meet the author

Gabriel Rodriguez Fotógrafo y escritor. Resido en Puerto Rico.

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