zorroronova David Romero

Una joven esta obsesionada con envejecer. No se siente a gusto consigo misma, y eso traerá horribles consecuencias.


Horror Ghost stories For over 18 only.

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AJEIV

- Pero si pareces una adolescente


Era la frase recurrente cuando Vanesa decía que se vieja aquel día. No era nada en especial, simplemente aquella sensación, aquel pensamiento no paraba de rondar su cabeza desde hace unos días.


Vanesa solía tener el pelo corto, de un tono castaño, aunque a veces rojizo, Le recordaba al corte de pelo que estaba de moda en los años 20. Muchos le decían que le favorecía, pero ella se veía como si tuviera 80 años. Ello sumado a su baja estatura la hacía compararse con una ancianita. Aunque todos no paraban de recordarle que eso la hacía mas mona, mas niña…


La joven Vanesa tenia menos de 30 años, mas de 20… Pero ella se sentía como si tuviera 50 años. Acudió a profesionales los cuales le recomendaron lo mismo que sus amigos y familiares, que dejara de darle vueltas a la cabeza y actividades para combatir la anedonia. Pero se encontraba falta de ganas y ánimos, ese día tras salir de terapia se metió en la cama y cayo en un sueño profundo casi inmediatamente.


En el sueño se veía así misma, tan bella, tan joven que parecía que no era ella misma… Pero sabía que era ella. Esa belleza inalcanzable, ese perfume que jamás ha llegado a oler, ese pelo del tono que ella siempre había deseado, esa piel tersa y fina que parecía no ser tocada ni por el aire. Era perfecta. Se acerco a aquella figura para verla mejor, dándose cuenta que permanecía inmóvil, sobre una roca cubierta de una fina seda color esmeralda. Permanencia allí, como si fuera una figura en un cuadro, con los ojo cerrados.


“...”


Los labios de la Vanesa onírica se abrieron y dejaron escapar un susurro apenas comprensible. Así que se acercó más a ver si podía entender lo que no paraba de susurrar. Su oreja casi rozaban lo labios de aquella figura postrada sobre la roca. Y comenzó a escuchar un sonido acuoso, algo que le resultaba familiar y extrañamente cálido. Se aparto y volvió a observar el semblante de si misma.


Las cuencas vaciás adornaban de una manera horrible una enorme sonrisa cubierta de sangre, horrorizada gritó, mientras su versión onírica le escupía a la cara un pedazo de oreja.


“Tu nunca serás como yo. Eres vieja”


Se despertó, estaba alterada, salio corriendo al baño y encendió la luz, para verse al espejo mientras se veía reflejada. Estaba horrible, los ojos rojos e hinchados hacían que se marcaran las patas de gallo, el agua que brotaba de su nariz hacia resaltar el vello del bigote. Pero lo peor de todo era que su cabello castaño, ahora se veía manchado por varias canas grises como la ceniza. Inmediatamente se confirmo así misma “Soy vieja”. Comenzó a sacar multitud de productos, se tiño el pelo, depilo el bigote, entrecejo, brazos, piernas, inglés, hombros, axilas… Mientras realizaba este ritual se dio cuenta de que le habían salido multitud de manchas en la piel, cobre todo en el anverso de la mano. Estuvo horas en el baño.


A la mañana siguiente quedo con su grupo de amigos y pareja, no podía anular la cita, llevaba mucho in verlos y sabían que estaba en terapia, se preocuparían por ella… O a lo peor pensarían que estaba loca. Cuando llego estaban todos allí mirándola con los ojos abiertos, nunca olvidara aquellos ojos. Para ella no eran mas que ojos en siluetas negras, despersonalizadas juzgándola, observando sus imperfecciones, el como el tiempo le había estado apuñalando sin piedad durante la noche:


- ¡Estas fantástica! - exclamo uno de las siluetas- ¿Qué te has hecho que estas super guapa?


Al poco rato, todos comenzaron a cubrirla de elogios, pero ella no e lo podía creer. Estaba claro que estaba usando un tinte que no pudo cubrir todas las canas, llevaba unos guantes rojos para que no se vieran sus manchas y unas enormes gafas de sol para ocultar unas horribles patas de gallo. Las siluetas de enormes ojos esbozaron sonrisas luminosas, las mas falsas que había visto en su vida. Su respiración era cada vez mas rápida, las siluetas rondaban a su alrededor como si fueran tiburones esperando el momento ideal para descuartizar a su presa.


- ¿Ese abrigo es de tu madre Vane?- preguntó una voz femenina soltando un risilla.

- ¿Y esos guantes?

- ¿Esas gafas?

- ¿Ese pantalón?

- Ese¿

ese?


Ese?


Esee?


Eease¿


Comenzó a marearse, las palabras de aquellos ya no le llegaban. Se disculpo antes de romper a llorar y dijo que se encontraba mas, nada mas cruzo la esquina corrió hasta su casa. Cerro la puerta, se sentó en el suelo y comenzó a llorar. Al cabo de un rato e incorporo y dejo las gafas en el recibidor y se vio en el espejo.


VIEJA


Estaba escrito con tinta en el espejo, como si alguien lo hubiese escrito con tinta. Vio su reflejo, las arrugas de su rostro eran remarcable, quiso gritar pero en vez de eso comenzó a toser violentamente.


Click Click


En el suelo vio varios dientes, estaba tosiendo sus propios dientes. Se llevo las manos a la boca y pudo palpar los huecos que había entre sus dientes. Estaba envejeciendo a un ritmo acelerado.


Alguien llamo a la puerta:


- Vanesa soy yo. - era la voz de su pareja.- ¿Estas bien guapísima? ¿Necesitas algo?


Que le iba a decir si se le habían caído los incisivos:


- ¿Estas en casa?


Como la viera en ese momento, seguro que se moriría. Pero entonces recordó que él tenia llaves, podía escuchar como las estaba buscando en los bolsillo de la chaqueta. Recogió los dientes del suelo y fue corriendo al baño, encerrándose en el mismo mientras entraba su pareja en casa.


Encerrada en el baño, sudando comenzó a notar como su pelo comenzaba a caerse. Comenzó a buscar algo, no sabía muy bien que pero de ahí no podía salir y alguien se estaba acercado.


“¿Quieres ser como yo?”


Vio su reflejo en el espejo… Era joven de nuevo, bella, igual en el que sueño. Pero en el espejo seguía poniendo VIEJA:


- Si por favor, acaba con esto…- rogaba mientras uno de sus ojos caía al lavabo- Que no me vean así, que no me juzguen… ¡No quiero morir de vieja!


- ¿¡Cariño estas bien!? - exclamo alguien al otro lado de la puerta- Llevas ahí mucho rato, voy a entrar como no me respondas…


El reflejo sonrió poniendo su mano contra el espejo:


- Si no quieres morir de vieja pon tu mano junto a la mía y te aseguro nunca volverás a envejecer.


La puerta del baño se abrió:


- Vanesa, ¡llevas una hora en el baño estas… Guapísima!


- Lo sé, tenía que usar el baño. Pero ya estoy mejor. ¡Vámonos!


La pareja dejo el baño, había pelos en el suelo, dientes en la papelera…











Y en el espejo escrito “AJEIV”

Nov. 15, 2018, 1:12 a.m. 1 Report Embed Follow story
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The End

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