El Sol despunta en el horisonte cuando un tropel de animales acude a calmar la sed en el abrevadero. Aquel pequeño arroyo de agua que baja por un costado de la montaña. El primero en acercarse con cautela es el venado quien traga varios sorbos de agua y luego dando saltos ante el canto de alerta de las guacharacas, se pierde en la espesura del bosque. Pasados unos minutos un pequeño zorro se acerca a tomar agua pero la silueta de una anguila le hace retroceder y esperar un mejor momento. De pronto se rompe el tenso silencio de aquel lugar con la llegada de un numeroso grupo de monos saltarines, quienes se avalanzan sobre el torbellino de agua. Las palomas asustadas se cobijan en las ramas de los arboles dando riendas a sus cantos:
-Cucurrucutu, cucurrucutu, cucurrucutu.....
De la espesura del bosque sobresale una familia de vaguiros mejor conocidos como cochinos de monte, quienes sin perder tiempo y haciendo gala de sus filosos colmillos disputan el lugar a los monos saltarines, cuyas madres llevando sobre la espalda a sus pequeños hijos prefieren una retirada honrrosa que un enfrentamiento de fatales consecuencias.
No cabe un alma en el abrevadero cuando se escuchan los ronquidos de un tigre, razon por la cual todos huyen hacia la espesura del bosque menos el puercoespin, quien erizando sus puntiagudas agujas continua tranguilamente bebiendo agua. Desde la rama de un frondoso arbol, el loro observa el panorama no muy habitual en donde el tigre y el puercoespin comparten el preciado liquido tratando de ignorarse mutuamente.
Pasados unos minutos un fuerte gruñido se escucha en el abrevadero:
-Gruuuuu, gruuuuuu, gruuuuu-.
Todos reconocen el inconfundible gruñido del rey de la selva, por todos los medios tratan desde sus escondites de ubicarlo mientras desde la rama del arbol el pequeño loro sonrrie al comprobar que su imitacion ha sido genial. Aquel abrevadero que en un determinado momento de la mañana se convirtio en un verdadero caos ante la presencia de tantos animales ahora luce en total silencio y en completa soledad.
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