ilana-charul-palacio1539380889 Ilana Charul Palacio

una pagina de diario de una tierna niña que cayo en los horrores de la guerra y sufrio hasta la muerte por algo arraigado a su ser. Un cuento ficticio basado en la historia de todos aquellos que no lograron contar su propia historia.


Short Story Not for children under 13.

#diario #holocausto
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Diciembre 7, 1942

Hoy es el dia Jan lo presiento, se que estas hecho de hojas de papel y grapas viejas pero se que en ti puedo confiar todo incluso mi camino tan vergonzoso a la muerte. Se que hoy es el dia porque dicen  que uno empieza a recordar toda su vida cuando la luz se empieza a acercar, todo se vuelve mas claro cuando esto sucede. En estos momentos a lo que debe ser la madrugada y con el frio casi arrancándome la nariz y poniéndome los pómulos de color blanco solo puedo pensar en el Frederik, en mi padre, se que tengo a mi madre a mi diestra pero no es lo mismo, el no habría perdido la esperanza, lo se, lo conozco me hubiera enseñado a afrontar la muerte como una vieja amiga, como la mejor de todas. Pero no esta y siento su vacio, ahora mismo la llegada de la luz me hace recordar cuando tenia tres años, cuando mi padre me alzaba en sus brazos y me llevaba por toda la ciudad; viendo cada uno de los escaparates, saludando cada uno de los vecinos. Era feliz y aunque lo sabia no lo disfrutaba, no lo aprovechaba, no sabia lo que vendría hacia mi, era ingenua ante todo pero ¿quien me culpa? Solo he aprendido ha ser menos de este modo porque me ha tocado trabajar todos los dias en ese lugar infernal; sin descanso, sin comida, sin abrigo. Ademas me toca cuidar de mi madre, es interesante saber como los papeles se han invertido, es ironico una niña a sus doce años cuidando de su madre. 

Ya casi se acerca la hora de la formación matutina, lo se porque veo que la noche se empieza a esclarecer, temo cada dia por este momento, antes amaba el amanecer pero esta guerra me ha hecho odiarlo, ha echo que este me infrinja un temor arraigado en mi ser. No he logrado dormir, mis manos no dejan de temblar porque se que ya se acerca mi hora pero en el fondo siento una paz infinita de saber que por fin sere relevada de mi tarea infernal, solo quiero descansar y como van las circunstancias esta es mi unica opción viable por el momento asi que esperare. 

Estoy sentada mirando la puerta, ahora me llega el recuerdo de la nieve; de esa sustancia blanca fria y tan divertida. Cuando era pequeña me encantaba jugar a tirar bolas de nieve y armar cosas con ella, era hermoso. El recordar esto me suelta una lagrima de la cuenca pero decido aguantar el llanto, el saber que ha 10 metro de distancia del otro lado de la puerte se encuntra aquella nieve y que no puedo tocarla me hierve los nervios pero no puedo hacer nada ¿o tal vez si? Lo he meditado Jan y siento que mi cuerpo me urge a que diga mis ultimas palabras y cumpla mi ultimo deseo asi que esto creo que es un adios pero antes quiero tocar aquella nieve por ultima vez. 

Hasta luego Jan mi viejo amigo.    

Oct. 13, 2018, 6:56 a.m. 0 Report Embed Follow story
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