De Aquilonia a Equestria Follow story

Disclaimer: Este es un fanfic sin ánimo de lucro y no intenta vulnerar los derechos de quienes tengan la propiedad sobre las franquicias de “Conan” y “My little pony”.

Esta es mi tercera historia tipo reto/castigo, por lo que no esperen una obra de arte. Apreciaría cualquier comentario, que estoy dispuesto a contestar a todos.

DE AQUILONIA A EQUESTRIA

Capítulo 1: ¡Habló!

“Y entre el hundimiento de Atlantis y el surgimiento de los hijos de Aryas, hubo una era no soñada, donde los reinos yacían en la Tierra como las estrellas en el firmamento. En esa época vivió Conan, quien con su espada ensangrentada y sucias sandalias, pisoteó los enjoyados tronos de la Tierra, en compañía de una bestia mágica cuyo símbolo era la flor de lirio”.

La Reina Crisálida había fracasado en su intento de tomar el poder de la capital de Equestria. Creyó que al mandar a otra dimensión al guarda espaldas de Fancy Pants, tendría el camino libre, pero al final se confió demasiado y ahora las cosas regresaban a la normalidad en el reino, excepto que uno de los habitantes seguía desparecido.

La espada de Conan trazó un arco y cortó en dos la cara de la abominación. Parecía ser un centauro, sin embargo, este a diferencia de las historias que contaban los bardos, era una criatura de aspecto brutal y mutado.

El tótem de esta criatura y sus demás congéneres bestiales yacía sin protección. Le llamaban la piedra de la manada y en su base se encontraba lo que el guerrero cimeriano buscaba: la cabeza cercenada de Sandrulcas, el mercenario dientes de madera de Aquilonia.

«Has sido vengado Sandrulcas», pensaba Conan, cuando por encima de la piedra de la manada surgió una luz de color verde intenso, haciendo que el bárbaro se preparase para la lucha.

«¡Maldita magia», pensó el guerrero lo mismo que otros improperios, listo para enfrentarse a lo desconocido, cuando una figura equina cayó al suelo delante suyo.

―¡Crom! ―exclamó Conan, al ver a la criatura inconsciente en la base del altar de los hombres bestia.

«Parece un caballo, no, más bien una yegua pero no de tiro sino pura sangre como los que hay en el palacio del rey de Nemedia». Observaba el mercenario de Cimeria. «Pero jamás había visto una yegua con la cola y la crin del color del diamante rosa, aunque algunos mechones de la crin son blancas. Tal vez pueda obtener algo de oro si vendo esta yegua al Rey de Brithunia, quien tiene predilección por los caballos finos.»

El bárbaro buscó alguna marca y efectivamente en los cuartos traseros del animal, encontró una curiosa marca: Parecían tres flores de lis, muy juntas todas ellas. Cuando Conan palpó la curiosa marca, la yegua recuperó la consciencia y pateó al hombre en su pecho.

―¡Dónde estoy! ―gritó la equina extraña mientras miraba a todas partes y su vista se fijó en la piedra de la manada y su tesoro de restos humanos.

Dando un grito la yegua retrocedió unos pasos sin darse cuenta que el hombre empezaba a levantarse.

Conan escuchó el grito de una mujer joven pero no pudo precisar de donde venía.

«Me pregunto quién gritaría. Bueno, primero lo primero, debo asegurar a la yegua, si escapa en estos bosques ya no seré capaz de encontrarla.»

Los poderosos brazos de Conan asieron a la yegua, la cual forcejeo con tal fuerza que le fue difícil sujetarla.

Por el fuerte agarre la yegua no podía hablar, pero al sacudir su cabeza, su crin mostró al descubierto un único cuerno sobre su frente.

―¡Por Crom, un unicornio, creí que sólo estaban en los cuentos de las viejas! ―gesticuló el bárbaro―. ¿De dónde viniste monstruo?

―¡No soy un monstruo. Me llamo Fleur Dis Lee! ―dijo la unicornio y Conan se sorprendió, pero no demasiado, al fin y al cabo, él ya había visto muchas cosas extraordinarias en sus viajes.

―¿Fleur Dis Lee? Ese es un dialecto de Aquilonia y significa flor de lis.

CONTINUARÁ…