“Últimamente los días eran más brillante y a su vez, traían consigo cierta angustia palpable en el ambiente” pensaba al momento que vi el cajón hundirse, acto seguido observé que mamá lloraba, sin consuelo.
- ¿No te acercaras más? -preguntó el sujeto que me obligó a ir.
-No- respondí fastidiada.
“Una muerte más una muerte menos, ¿qué más da?” esa mentalidad traía de vuelta a casa.
-¿Por qué estás esquivando la realidad? -dijo bastante serio haciendo caso omiso a mi mala disposición.
-¿De qué hablas?-dije ardida intentando escapar del lugar - No hay nada que hablar.
- ¡Basta no actúes como si nada pasara! ¡Sabes que solo hay un modo de poder estar aquí conmigo! - exclamó ahora enfurecido- Le juraste a tu madre que cambiaste y mira la sorpresa…
- ¡No, cállate! - grité rompiendo en sollozos, sus palabras herían.
- 21 años, salió de su casa drogada para irse a una fiesta donde se emborrachó, robó el auto y a unos cuantos kilómetros se estrelló, ¿resultado? muerta, enterrada hoy… no quisiste acercarte al maldito cajón porque no asumes que eras ¡TÚ! - el hombre no retenía las lágrimas – no era la idea verte aquí tan joven, hija.
Fue en ese punto donde acepté la verdad, un arrebato me llevó a la muerte y toda esa luz que me envolvía durante éste tiempo aquí en el otro lado no era más que la guía para el adiós definitivo.
-Perdón, papá- dije entre llantos ahogados, mientras corrí a sus brazos.
Thank you for reading!
We can keep Inkspired for free by displaying Ads to our visitors. Please, support us by whitelisting or deactivating the AdBlocker.
After doing it, please reload the website to continue using Inkspired normally.