Leí un libro que dice que el trauma como tal, no existe.
El problema es que soy ignorante y no sé llamarlo de otra manera.
La vida tiene cosas difíciles de comprender, eso y que todos la entendemos de forma diferente, así como la luz media de un semáforo, para algunos es detenerse y para otros es darse prisa.
¿El trauma madura?
A veces se siente liviano, a veces me hace verlo como una pústula purulenta. Me pincha el estómago la náusea e incluso así pareciera que a veces trago el vómito, destruyendo mi garganta con el ácido.
Ya lo dije, no puedo explicar con psicología, por eso mis palabras son así.
No te equivoques, cuando digo “Hija del trauma”, no me refiero a mí, me refiero a la persona en estado traumático.
Mi pulso está disparado siempre, mi sistema nervioso es hijo del trauma.
Hace unos días atrás, un día de Julio, mi persona, mi ego y mi sombra estuvieron de un oscuro aniversario. Es una historia muy personal, sólo tiene sentido para mí, hija del trauma.
Hace cinco años atrás hice un cambio en mi cuerpo, insignificante, pero desencadenó la peor reacción ansiosa de mi vida hasta ese momento; tengo ansiedad aún, cinco años después. Mis cercanos se alejaron diciéndo: “eres tóxica”.
La misma semana de este año, sin siquiera darme cuenta, me atreví a hacer el mismo cambio, esa tarde google me mostró las fotos del recuerdo, cinco años… como si hubiera estado escrito desde hace mucho.
¿Cuántas historias así tienes tú?
Persona hija del trauma, que recorres tus pensamientos negativos una y otra vez, intentando encontrar un sentido a tus vivencias, sin lograrlo una vez más.
Somos pacientes caminando por los eternos pasillos de un hospital abandonado.
Somos heridas sangrando, sanando.
Thank you for reading!
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