jordi Jordi Lacasa Mora

El futuro será el pasado, y el presente, y el futuro. El origen, la nada.


Short Story All public.
Short tale
1
5.2k VIEWS
In progress
reading time
AA Share

Me llamo Carl

   Me llamo Carl y soy un robot alemán. Trabajo en un bar de guiris. Yo soy un robot y no sé sonreír, pero da lo mismo.

Lo del curriculum es lo de menos. Yo no tengo, y aun así desempeño una función importante para el bienestar de infinidad de personas, que se tragan cualquier cosa que se me ocurre soltarles sobre la barra. Hoy es mi primera noche de trabajo. Me compró el dueño de un bar de copas en la isla de Mallorca. Hablo inglés y alemán. El castellano lo escribo pero apenas lo hablo, porque no me hace falta en el lugar donde trabajo. Tuve que aprender a rebuznar para poder atender a algunos de los clientes que frecuentan este bar de copas. También sé preparar cócteles y bocadillos de atún. Y echar gentuza a la calle, aunque esto último me lo han prohibido para evitar que me quede solo en el bar. Cuando alguien se porta mal le preparo un bocadillo de atún. Sé elaborar cócteles, pero esta chusma bebe garrafón, uno de ellos me acaba de pedir matarratas con hielo y una pajita. Le he puesto la copa. La pajita que se la haga su puta madre.

Llevo ya unas horas sirviendo copas a diestro y sobre todo a siniestro. Tengo a un grupo de borrachos en un extremo de la barra que van haciendo rondas de chupitos y se empeñan en invitarme a todas. Yo, por no hacerles el feo, que para feos ya están ellos, acepto cada nueva ofrenda con mi cortesía de robot. Chupito de zanahoria. Yo soy un robot y no sé beber, pero da lo mismo, ellos no son robots y tampoco saben. Dicen que el alcohol se va al cerebro, y me imagino todo ese alcohol que han ingerido estos bestias atrapado en el interior de unos cuerpos sudorosos, buscando desesperadamente unos cerebros que no existen. Chupito de mortadela. Intento llamar a mi jefe pero no me coge el móvil. Debe estar durmiendo, como debería estar durmiendo toda esta gentuza a estas horas intempestivas. Otro me dice que soy muy raro y le pregunto si en su casa no hay espejos. Lleva puestas unas chancletas de playa sobre unos calcetines a cuadros, lo cual le da un toque de elegancia y distinción acorde a las normas estrictas que rigen el apartado que comprende el aspecto físico y mental de los distinguidos clientes del local. Se acuerda de mi mamá robot y me amenaza con tirarme al contenedor de androides camareros; luego se desmaya en la barra perdiendo el conocimiento, el poco que tiene. Otra ronda de chupitos, esta vez de alcachofa con gluten. Menos mal que no tengo estómago. Ante semejante espectáculo, noto que empiezo a sufrir un cortocircuito y se me enciende la luz de los antinieblas porque no veo un carajo. Todos se burlan de mí y de mi estado lamentable. Chupito de tomate y jaque mate. Caigo fulminado.

   Me llamo Carl y soy un trasto inútil. Me he despertado en un chatarrero. Veo trozos de mi cuerpo esparcidos por todo el taller. Mi cabeza yace encima de una mesa no muy limpia. Mis brazos, ya inactivos, arrinconados en la parte más oscura de este cementerio de hierros. Mis piernas, tiradas en el suelo junto a otros despojos. No sé a qué huele el sitio porque nunca he sabido oler nada. Tampoco estoy triste porque carezco de sentimientos. Veo a un hombre que se acerca mirándome fijamente. Le ofrezco una copa y no dice nada. Su mano va directa a mi botón de apagado. Creo que...

June 23, 2018, 7:22 p.m. 0 Report Embed Follow story
1
To be continued...

Meet the author

Comment something

Post!
No comments yet. Be the first to say something!
~