Era temprano en la mañana y el olor a madre selva golpeaba las paredes de los pulmones mientras Loveless y yo estábamos recostadas en el césped, absorbiendo cuanto sol se podía sacar en ese frío, frío invierno.
El paso inexorable del tiempo nos dejaba con el césped alto y empoderado, meciéndose entre nosotras, acariciándonos al compás de pequeñas ráfagas.
— ¿En qué pensas? –Me preguntó Loveless luego de un momento de silencio, mientras acariciaba los surcos de mi mano con la punta de sus dedos fríos.
Inspeccioné las constelaciones que las prematuras manchitas de edad formaban y los orificios donde antes había habitado un rostro lleno de piercings.
—Cuando estamos juntas empiezo a perder vista de la identidad que cree para mí misma…Me estoy difuminando, volviéndome algo nuevo. Quiero ser feliz con quien soy, pero aún más quiero que vos seas feliz con quien somos -Quise decir, pero no lo hice.
En su lugar cerré los ojos y dije:
— Pensaba que, de todas las épocas, de todos los lugares, nosotras logramos coincidir en el mismo tiempo y espacio. En este exacto mismo momento y….eso debe significar algo. Tiene que significar algo
Sentí el peso de Loveless sobre mí y pronto sus labios se movían sobre los míos, sonriendo, emitiendo ese siseo de estufa que emitíamos todos los pacientes del psiquiátrico en aquel invierno frío, tan frío.
— ¡Ustedes dos! –Nos gritó Nancy, la celadora del primer turno -¡Se separan!
Loveless sonrió sobre mis labios una vez más antes de incorporarse, dejando solo el fantasma de su aroma a cigarros y perfume de pitanga.
— ¡Qué necesidad de ser tan estricta! –Se rio, esa risa desquiciada que arrancaba como un ronroneo en lo más profundo de la garganta y luego explota en un balido.
Ésta se recostó nuevamente muy juntito a mí, podía sentir su respiración acompasada golpear mi oreja.
–Vamos adentro –me susurró.
Y, sin necesidad de abrir los ojos, supe qué era exactamente el encontrar un hogar en otra persona, en otro cuerpo que vibrara en la misma sintonía de uno, en el calor que, no importaba si quemaba, mientras que las flamas del amor eterno nos consumieran en ese frío, frío inverno.
Thank you for reading!
Capitulo uno: Frío, Frío invierno
De entrada me gusto la portada de este historia, está muy bonita. El título de la obra no lo comprendí, ya que en la sinopsis o en el capítulo no se da información de el mismo. Leyendo encontré varios errores, esperando que el autor corrija. El capítulo es corto y eso me gusto. Continuaré con ella.
La historia está ambientada en un psiquiátrico, hasta ahora no había leído una historia LGBT que fuera así. Eso es un punto a favor, pero aún así el autor no da mucha información de la trama y los personajes, posee errores de ortografía que se deben mejorar. Esperando que lo siguiente me agrede más.
Capitulo tres: Beloved me contó
Este capitulo tiene muy bonitos pasajes, y preguntas que autor deja al aire, haciendo que queramos culminar la lectura. Eso es bastante bueno, aún sigue teniendo problemas con los tiempos verbales y el desarrollo en general de la historia. Continuaré con la lectura.
Capitulo cuatro: Las Espinas Tienen Rosas y No Al Revés
Este capitulo solo refleja pasajes, reflexiones de uno de los personajes, no da a conocer nada de la trama, es como si fuera una filosofía. Aún siguen persistiendo los problemas de redacción. Esperaba mucho más, ¿Será igual o mejor el siguiente? ¡Voy a leerlo de todos modos!
Capitulo cinco: Nos escapemos, nos
Capítulo solo un poco desarrollado, solo un poco. La autora no conecta los hilos de la trama, salta de un inicio a un avance brusco impidiendo que se sepa la real razón del actuar de los personajes. Debe mejorar mucho la historia, continuaré hasta el final la lectura.
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