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Rap: Politizando el arte

Sociología del Arte

Alexander P. 

[email protected]   

(2017)

“Hacia la politización del arte: Rap”

Introducción:

Desde que la escuela de Frankfurt elabora el tema acerca del estudio de los temas relacionados con el arte y su impacto contra revolucionario, con el objetivo de la estetización de la vida política ha transcurrido un buen tramo. Por lo tanto, considero pertinente y propicio un debate a la luz del tema de la música, específicamente el caso concreto de las letras de las canciones del Rap político y su actual impacto en la sociedad. En el presente ensayo, me planteo rastrear elementos que evidencien de manera oportuna las características y enunciados que postulaban principalmente en los ensayos tanto de Walter Benjamin La obra de arte en su época de reproductibilidad técnica (2003) como también de Theodor Adorno y Max Horkheimer en Industria cultural (1998), para lograr dilucidar si, de qué manera los elementos actuales del Rap político tienen la capacidad de llevar acabo la politización del arte.

Lo que me planteo investigar tiene que ver principalmente con el tema del contenido de las letras de las canciones de tres grupos de Rap político: Tzantza Matanza (uno de los precursores de Rap en Ecuador), Mugre Sur (Ecuador) y Los Chicos del Maíz (España). Sin embargo, la intención en el presente trabajo, no es la revisión exhaustiva de los componentes acerca de la composición de los versos y demás consideraciones literarias plasmados en las letras, puesto que me planteo hacer un análisis desde la perspectiva del impacto social y político que conlleva el contenido lirico a través de la vinculación de los artistas mencionados con hechos que contengan un posicionamiento político en la sociedad, para posteriormente llevar a cabo un análisis desde la sociología del arte.

Marco teórico:

Propuestas teóricas de la Escuela de Frankfurt:

Resulta interesante como la Escuela de Frankfurt ya se anticipa a teorizar sobre acontecimientos futuros en torno a la inserción del arte popular, completamente bajo la categoría de mercancía de consumo masivo. También resultaría absurdo decir que el Rap no es producto de la reproducción artística en masa ni de su autenticidad, al respecto Benjamin señala que, “Mientras lo auténtico mantiene su plena autoridad frente a la reproducción manual, a la que por lo regular se la califica de falsificación, no puede hacerlo en cambio frente a la reproducción técnica” (Benjamin W, 2003, p. 43). En este sentido los recursos técnicos que contribuyen a la producción, constan de sistemas de aparatos técnicos, sin embargo no hace uso excesivo de estas técnicas, es más, su apreciación estética radica en la simpleza de su composición y más bien el público exige, mensaje antes que un video con grandes efectos de cámara y puesta en escena.

El elemento esencial que desencadena en la negatividad cultural del arte de masas es que tiende a la estetización de la política “de esta derivo entonces directamente una teología negativa, representada por la idea de un arte puro, que rechaza no solo cualquier función social del mismo sino incluso toda determinación que provenga de un asunto objetivo” (Benjamin W, 2003, p.70). Esta idea vamos a tener que revisarla en el siguiente capítulo donde desarrollemos mayormente la idea esencial del ensayo, que es como el contenido lirico de las bandas señaladas, figuran en la categoría de la politización del arte.

Por otro lado, el elemento que señala Benjamin al decir que “al entrar el sistema de aparatos en representación del hombre, la auto enajenación humana ha sido aprovechado de una manera extremadamente productiva” (Benjamin W, 2003, p. 73). Dicho extrañamiento podemos decir que con la aparición del Rap en momentos y lugares que el público lograba de alguna manera identificarse con su artista, esto es debido a la cercanía de la letra. En la letra existe la posibilidad para que el mensaje político o social y en muchos casos contestataría puede sentir que viven un mismo sistema de dominación. De ahí que los artistas de Rap sean preferidos y reconocidos por su público local y con mayor aceptación, a pesar de que se publiciten artistas universales con mayor intensidad. El público se identifica con el artista, en la medida en que habla con su jerga local, de costumbres locales o insultando a personajes políticos cercanos.

Tomaré de referencia a Walter Benjamin su ensayo La obra de arte en su época de su reproductibilidad técnica, al respecto quiero referirme a la idea acerca de la posibilidad ficticia de que “todos pueden ser filmados” (Benjamin W, 2003, p. 75). Ellos se refieren al cine y los elementos técnicos que constituyen la producción de la obra, sim embargo es posible llevar esta idea al planteamiento de la producción y consumo. De acuerdo a lo dicho, considero pertinente ubicar este planteamiento en la escena del Rap, en la medida en que el artista se lo identifica como un personaje que manifiesta su pensamiento en las canciones bajo un trasfondo social y político que, de manera real y casi de manera vivencial relata sus convicciones que son asimiladas por el público como propias.

Otro elemento de la industria cultural que proponen Adorno y Horkheimer, es que “la perfecta semejanza es la absoluta diferencia. La identidad de la especie prohíbe la identidad de los casos individuales. La industria cultural ha realizado malignamente al hombre como ser genérico” (T. Adorno y M. Horkheimer, 1998, p 190). Con relación a este punto me sitúo en una posición que señala que el hombre tiende a la pérdida de su particularidad, en general es un hombre genérico pero si existe interés en desvelar y descubrir una pequeña singularidad debido a que hay interés en saber quiénes somos en cuanto prácticas cotidianas en el contexto de una ciudad o país específico y nuestro relacionamiento con nuestro entorno.

Cuando Adorno y Horkheimer (1998), refiriéndose al tema sobre la tendencia de la industria cultural de “absolutizar la imitación”, pretendemos abordar este elemento posteriormente. Para tratar de ubicarla en el sentido en que, la manera en que la producción musical del Rap, es decir, se nutre y copia, violando y resignificando al apropiarse de las producciones de otro géneros musicales (entendido esto como beat/ base, skits, scratch o los samples por ejemplo) como el Rock o el Jazz, para ubicarlo en un nuevo objeto artístico dotado de su propio contenido estético.

Estado del arte:

Tenemos investigaciones un tanto relacionadas con este tema, debido a que lo planteado es un caso muy específico, puesto que se deriva del debate entre los postulados de Benjamin, Adorno y Horkheimer. Por lo pronto lo que podemos señalar es que, existen cercanías al tema que pueden estar vinculadas al tema sobre la politización del arte.

Lo que hace de común a varios ensayos sobre el tema es la referencia en cuanto a contexto histórico y su relación con contenidos políticos en el rap. Cualquier época con momentos políticos específicos tienden a crear espacios en donde el arte y específicamente la música son respuestas a los estímulos del contexto histórico/social en el que se desenvuelven. El trabajo que sería de utilidad al momento de explicar cómo históricamente el movimiento del rap ha tenido cabida a nivel mundial y su acercamiento a latinoamerica (Clavijo A, 2012, p.19-20). Y el segundo elementos de este mismo trabajo es como crea espacios de contestación que interpelan y responde a problemas de la cotidianidad de las personas.

El elemento del Rap, que reúne lo universal y lo particular en donde los sujetos quedan auto identificados en un esfuerzo artístico que sitúan, tanto al público como al artista en un mismo entramando social, al respecto se acerca un trabajo realizado en Colombia por Juana Espitia El Rap es mi nación: De representaciones y marginalidad, El barrió Las Cruces escenario de confluencia de conflicto.

Para poder señalar que el Rap cumple la función de construcción de modelos culturales es preciso señalar que “la canción de rap, tiene un papel relevante, ya que el lenguaje verbal y el musical actúan ambos, como elementos que contribuyen a la indexicalidad de lo expresado en el otro. Ello (a su vez) permite al artista manifestar con mayor precisión su relación con una determinada forma de percibir y concebir las identidades individuales y colectivas” (Ogas J, 2013).

Con respecto a la idea de experiencia (señalada por Benjamin) y la espontaneidad del Rap y su vinculación por medio del contenido lirico, lo cual se torna muy eficaz al momento de transmitir un mensaje ya sea político o social al respecto, Paul Altuna nos puede contribuir con las formas de expresión “como una herramienta comunicacional capaz de transmitir mensajes eficaces; cultura, arte, historia, política” (Altuna P, 2014, p. 8).

Además el trabajo de Andrés Clavijo (2012) nos puede permitir afirmar que, el contenido lirico es la forma efectiva de visibilización de problemas en donde se entremezclan experiencias y vivencias lejanas a los planteamientos académicos o políticos, desde una mirada pedagógica de agrupaciones en Pereira y como sus estilo de vida influyen en el contenido de sus letras (Clavijo A, 2012, p. 12).

Para poder rastrear los momentos en que la vinculación artística tal como lo describía Alphons Silberman en Situación y vocación sobre la sociología del arte, por lo tanto, es necesario fijarse en documentos que en el país ya lo registraron con grupos de Rap. La vivencia artística en este trabajo se va a situar en el campo en el que el artista logra crear una vinculación con movimientos sociales o su pertenencia a un partido político X y con una ideología Y, por así decirlo. Al respecto, encontramos el trabajo de María Cecilia Picech , que se enfoca en los vínculos sostenidos de los colectivos de Hip Hop con administraciones municipales en búsqueda del reconocimiento como practica urbana en los espacios de Quito(Picech M, 2016,p. 7 )esto a su vez está atravesado por relaciones de poder que los exhibe pero también los censura.

Metodología:

La metodología utilizada en este trabajo se basa en un enfoque dirigido hacia la revisión bibliográfica y estudios de campo. Estos estudios de campo en el país no tienen que ver con el tema como tal, sim embargo puedo tomar apuntes de otros trabajos realizados en la academia colombiana, que ya se los describió en el marco teórico. Básicamente lo esencial del trabajo radica en problematización entre los conceptos estudiados por la escuela de Frankfurt, por lo que se realiza un seguimiento exhaustivo con respecto a las premisas teóricas para contrastarlo a través de ideas concebidas desde la recolección documental de las realidades y vivencias de los propios artistas y su vinculación con movimientos políticos y sociales. Además es necesaria la recopilación de trabajos con respecto a materiales audiovisuales, textos artículos, documentos e investigaciones anteriores referentes a la música rap. Posteriormente se realizará la clasificación debida del material bibliográfico para manejar claramente los conceptos.

¿Cómo inició?

El rap resulta del viaje histórico que tuvo los grupos étnicos principalmente negros en América, principalmente en búsqueda de una identidad que por medio del colonialismo se fue perdiendo. En este acápite haré el seguimiento del trabajo de Juana Espitia, El rap es mi nación: de representaciones de marginalidad, el barrio de las cruces escenario de confluencia de conflictos (2008), para contextualizar el periodo histórico, sim embargo algunos elementos serán provistos de otros trabajos que a continuación mencionaré.

El Hip Hop se desarrolla en los años 70 en las comunidades afroamericanas, de bajos recurso económicos. “El Hip Hop es estudiado como respuesta cultural de la población afro-norteamericana, al recrudecimiento de las políticas de segregación y abandono de los guetos neoyorquinos, como el South Bronx y Harlem, hacia fines de los ’60 e inicios de los ’70” (Picech M, 2016, p.26). Fue así como el Bronx se convirtió en un espacio de confrontación: el desempleo era el factor común y la violencia entre pandillas alcanzaba su auge. Los sueños de libertad se habían difuminado tras los asesinatos de Malcolm X (1965) y Martín Luther King (1968) individuos que tenían en común su lucha por la reivindicación de los derechos de los afroamericanos en Estados Unidos[1].

El Rap nace en el seno de la exclusión y la desigualdad por lo tanto sus creadores vendrían a ser controversiales. En una de estas reuniones, en el verano de 1973 una melodía se colaba por las ventas del apartamento número 1595 de la East 174 Street del edificio “Bronx River”; el autor, uno de los ex pandilleros más temidos de la comunidad, África Bamba ata. Este personaje sin saberlo puso las bases para el inicio de un movimiento cultural que involucraría a diversidad de individuos de diferentes razas. Al mismo tiempo, el jamaiquino Kool DJ Herc, hacía algo similar al este del Bronx; a estos dos se sumaba el genio del tornamesa, Grandmaster Flash que era reconocido en la zona sur[2].

Es a partir de los guetos de los Estados Unidos, donde logra emerger una voz universal porque todas las situaciones sociales que se denuncian pasan en cualquier Gueto de cualquier ciudad siendo los jóvenes habitantes de estos barrios los que proclaman sus mensajes con distinto idioma y distinta cultura[3].

Visión del arte desde la escuela de Frankfurt:

En esta parte lo que me planteo es mostrar las perspectivas teóricas que mantienen tanto Adorno y Horkheimer en la Industria cultural y Walter Benjamin en la obra de arte en la época de reproductibilidad técnica. Esto lo realizo con el objetivo de mostrar cual será la postura que tendrá este trabajo en adelante.

Como primer elemento es necesario señalar que el Rap político es, producto de la reproducción técnica en masa, lo que Benjamin señalaba era que la copia carece de aura la reproducción técnica de la obra de arte no supone, un peligro a priori para el arte, ni un “empobrecimiento”, como afirmaban Adorno y Horkheimer (1988, p.3) sino simplemente una re funcionalización.[4] El carácter de autenticidad, no es un algo que caracterice a los rappers o de cualquier música popular de esta época. Además Benjamin se refería a que el problema por el cual las obras de arte llegan a ser concebidas bajo la teología negativa del arte por el arte, es debido al momento en que la copia es el fruto de la competición y las obras se muestran solamente en su valor de exhibición.[5] Y además la copia arrebataría la relación con la tradición y el ritual por el cual fue creado “la obra de arte tiene dos características: un valor cultural y un valor exhibidito. Al crecer la reproducción de la misma, crece el valor exhibitivo pero merma el cultural”.[6] Este es el caso actual de las obras de arte y entre ellas el rap, porque debido a que la obra de arte llega al público de manera masiva hace que paralelamente obra y público sean partícipes activos de la reproducción. Esta característica es decisiva también para que el arte en la actualidad no se aleje sino que se sumerja en las masas al ser reproducida de manera pública. Benjamin veía en las modernas obras de arte una oportunidad o un escape para que “esta nueva forma de concepción de la sociedad, aun ligada a los factores productivos capitalistas, puede representar un ataque a largo plazo al sistema de clases establecido y a la dialéctica del poder”.[7] Esto solamente es posible, a partir de la consecución de las horas de ocio asociadas muy a menudo a las clases medias. Lo que posibilitaría también al público a animarse a realizar arte y convertirse en artista. “Esta asunción del arte como parte de la masa desradicaliza su poder y de cierta forma “vacuna” a la masa frente al potencial politizador de la misma porque la acostumbra a la capacidad del arte, de alguna manera la vuelve inmune a ella.[8] En cierto sentido Benjamin tiene una visión optima de las obras de arte, hasta el punto de considerarlo como una democratización de las obras de arte en cuanto el público lo recepta. A diferencia de Adorno y Horkheimer que proponía que la racionalidad técnica (incluyendo las obras de arte contemporáneas) constituye la absolutez de dominio por medio del engaño a las masas (Adorno y Horkheimer, 1998, p.166) Benjamin si logra encontrar que las obras de arte y el desarrollo de los aparatos técnicos que los producen pueden a la larga desencadenar un empoderamiento o un futuro quiebre al estado de cosas (hasta el momento) dictaminadas por las relaciones de poder en el capitalismo.

Por estas circunstancias arriba descritas es que considero entonces posicionar este trabajo desde la perspectiva de Walter Benjamin sobre el arte debido a los puntos de percepción democrática que realiza el Rap político como arte de masas.

Elementos en la producción y reproducción del Rap:

Existen algunos elementos musicales que se toman en la composición del Rap, estos principalmente son: scratch, skits, samples. Pongo como ejemplo estos elementos porque constituyen el beat o base del Rap, esto a su vez hace eco con varios de los enunciados de Benjamin en su obra de La obra de arte en su época de reproductibilidad técnica.

Primero en la constitución musical del Rap, se realiza constantemente una reapropiaciones sonoras, esto por lo tanto muestra el carácter de la época técnica de su reproductibilidad, puesto que Benjamin señalaba que “lo que se marchita de la obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica es su aura […] al multiplicar sus reproducciones pone en lugar de su aparición única su aparición masiva” (Benjamin W, 2003, p. 44). En la composición musical del rap viola constantemente el aura por medio del uso de aparatos técnicos y su reproducción masiva en el mercado, con el objetivo único de ubicarlo en un nuevo objeto artístico. Es decir que podemos encontrar una base instrumental realizada por otro artista anterior (incluso de otro género musical), pero que ahora se encuentra bajo las técnicas de modificación y reapropiación musical de un dj. Este es el caso de la canción Mugre Sur “Oye”.[9]Sin embargo, lo que intenta hacer el dj, no es la copia indiscriminada de lo que ya existía sin más, puesto que lo esencial en el Rap político es el desarrollo del contenido y su letra.

Además existen los arreglos musicales que tienen que ver con skits, que principalmente lo que buscan es mostrar un posicionamiento o una postura política que ya se había realizado como son los audios grabados de discursos políticos, escenas de películas recortadas, series etc, que resultan (como ya lo había señalado) de una previa producción artística. Por ejemplo el Skit de chicos del maíz- revisionismo o barbarie: “no cambiar de reyes, sino no tener ninguno, ni el padre ni el hijo ni el espíritu de Franco que anida en los dos. Y es que como dijo Robespierre, castigar a los opresores es clemencia perdonarlos es barbarie. Esto fue tomado del Discurso de Sabino Cuadra diputado de Amaiur en el Congreso de los Diputados)

El segundo punto tiene que ver con la inmediatez y explicites de la letra del Rap, hace que su público se identifique debido a la cercanía social y la jerga utilizada por parte del mc. “Es una de las características principales que hace que el Rap sea de fácil asimilación por los jóvenes, sintiéndose identificados por las letras que reflejan su realidad y el ritmo que generan las palabras rimadas”(Clavijo A, 2012).En este mismo sentido, el propósito de la letra del Rap es la búsqueda del reconocimiento donde confluyen individuos con unas problemáticas similares en búsqueda de un reconocimiento. “A partir de este contexto es que se crean nuevas identidades, se inventan nuevos modos de representación y participación política, es decir los individuos se reafirman, se reinventan para poder sobrevivir en la urbe que los obliga a perecer”[10]

Por otro lado, Benjamin señalaba el derecho a ser filmado debido a la posibilidad de reproductibilidad técnica “con ello la distinción entre autor y público se encuentra a punto de perder su carácter fundamental; se convierte en una distinción funcional que se reparte en cada caso de una manera u otra” (Benjamin W, 2003, p. 76). Obviamente Benjamin se refería al cine, sim embargo lo que tenemos que darnos cuenta es que el interés de Benjamin radicaba en la forma en como el arte lograba ampliar sus límites transformando ahora al público en artista. El rap lleva al extremo esta función, porque es gente cotidiana y común los que ahora realizan arte de una forma más empírica y muchas de las veces estos artistas nunca fueron a un conservatorio musical o instituto que los profesionalice.

Tercero, la forma de transmitir sus mensajes, hace que “que los jóvenes receptores de esta música entren en un estado de reflexión profunda sobre su contexto. Siendo entonces de alguna manera el Rap una forma pedagógica para educar porque cambia estructuras del pensamiento y redefine los paradigmas de la vida de los adolescentes que padecen en los Guetos”( Clavijo A, 2012). Esto trasladado a lo que proponía Benjamin sobre la el desinterés en el autoconocimiento y el conocimiento de su clase (Benjamin W, 2003, p. 78). Porque aquí no solo se trata de mostrar que el arte cumple con los parámetros estéticos en cuanto bello o no bello, aquí el interés recae en la función social y política que el Rap de estas características puede provocar, en resumen tiene que ser catalogado bajo la perspectiva de la doble función: estética y política. Al respecto propongo que, las funciones que tiene específicamente el Rap político, es la función artística y la segunda función sería, su incidencia en el plano que resalta, el cual es mostrar la parte política que caracteriza a los artistas y su identificación con un público especifico, desvirtuando así la idea del “arte por el arte” (Benjamin, 2003, p.50).

Finalmente, si la producción técnica del rap tiene como objetivo mostrarse desprolija en algunos casos como lo es en la repetición o copia de bases ya existentes, es debido a que objetivo no solo es la consolidación en el campo artístico y sus parámetros estéticos sino que busca tener relevancia en el campo político.

Vinculación de los artistas con el público:

Cabe señalar que además de las letras que son receptadas bajo una temática de denuncia política, no constituyen completamente una vivencia artistica, el público en este caso no solamente es receptivo pasivo, puesto que aquí el público conoce al artista en la escena de protestas sociales, festivales conmemorativos en los cuales muestran su tendencia política. Al igual que Ángel quintero lo señalaba en el caso de la salsa, “el público en la música tropical es rara vez pasivo” (Quintero A, 1998, p.80) al igual que sucede en la apuesta en escena del Rap, tanto artista y publico comprenden que no es lo mismo la composición con espontanea improvisación. Me resulta valioso describir la importancia que tiene la forma en cómo se vinculan artista y público, estas formas de vinculación van a ser dos principalmente: el carácter identitarios, entendiendo esto como los rasgos étnicos locales o de clase del artista y por otro lado el performance del artista principalmente en lo que se refiere al uso de las expresiones del lenguaje. Juana Espitia describe la primera forma de vinculación:

“El rap va a ser un género musical que mantiene una relación entre lo global y lo local. Esto se comprende si se tiene en cuenta que la recepción de la cultura hip hop por lo menos en Colombia se dio entre individuos que se hallaban en contextos socio históricos específicos y que hicieron uso de su entorno para imprimirle un sentido propio y de esta manera adoptarla como forma de expresión en la cual quedan reunidas las maneras individuales y colectivas de pensar y pensarse dentro de un grupo social determinado”(Espitia J, 2008).

La segunda vinculación la describe Paul Altuna al señalar que,

“El lenguaje es puramente cotidiano, vulgar, de la jerga si lo quiere llamar así, pero también es perfecto, rítmico, exacto, poético, explícito, discursivo, político, social, etc. El público es el receptor (el destinatario); es el que recibe el mensaje; generalmente los jóvenes, aunque cualquiera podría estar expuesto. Lo que se tenga que decir es el mensaje; que viene a ser el contenido, la experiencia que se recibe a través de la comunicación” (Altuna P, 2014).

Una vez dicho esto, me propongo esbozar algunos hechos que logren mostrar la vivencia artística tanto a nivel funcional como estructural (Silberman A, 1971, p. 29) de los tres grupos de rap político: Chicos del maíz, Mugre Sur y Tzantza Matanza.

Los Chicos del Maíz, es un grupo español que principalmente que se consideran comunistas y sus temas giran entorno de la monarquía o la situación laboral, su metodología para comunicar es realizar referencias literarias o políticas históricas. En 2009 ocurre las detenciones al grupo Segi, quienes conformaban un grupo juvenil y su intención era la actuación en Euska Herria o los países Vascos en función de su independencia como territorio, a lo que el grupo español apoyo solidarizándose con un manifiesto. Posteriormente en febrero del 2011 sacan su primer videoclip “El de en medio de los Run DMC”, coincidiendo con el 80º aniversario de la II República Española. Además ese mismo año realizan su visita a Venezuela en el festival urbano “Aragua lo tiene todo” mostrándose sorprendidos por el proceso revolucionario del país. En el 2012 visitan Colombia donde participan en las movilizaciones de la marcha patriótica, que buscaba una segunda independencia. En el 2014 sacan su disco “Estanquera de Saigón” que iba acompañado de textos políticos como Alberto Garzón de Izquierda Unida (IU), Pablo Iglesias, secretario general de Podemos, Tania Sánchez Melero, miembro de Convocatoria por Madrid y Diputada de Podemos, entre otras personalidades de la izquierda española. [11]

Mugre Sur por su parte es un grupo ecuatoriano formado en el año 2000, este grupo puede ser caracterizado por la forma en que su lenguaje a menudo imperfecto logra consolidar vínculos de identidad del mestizo quiteño. Su intención es transformar el lenguaje confuso de la política y la academia a palabras simples como señala una de sus canciones “bajando la teoría al lenguaje callejero”. La jerga cotidiana y local logra facilitar las ideas políticas que pretenden mostrar, dando entender así que la emancipación de la colonización es mostrarnos como bastardos. Por otro lado la temática del grupo es mostrar los disfraces y ocultamiento que tienen las personas por no tener una identidad propia. En 2004 su temática en letra era la manifestación del ego, la enunciación de la voz y proponiendo su postura. En 2005 realizan un disco en colaboración con otros rappers de Quito, donde la temática era poner la voz en alto sobre los Tratados de Libre Comercio con los Estados Unidos. Desde ahí han pasado a la exploración de la identidad, la raíz, la originalidad incorporando a su puesta en escena arte visual[12].

claro que somos bastardos, hijos de una madre violada y de un tío violador y aun así no nos quieren reconocer, recoger ni acoger” (letra de la canción Oye)

Tzantza Matanza constituye la escena del rap en que la inestabilidad política y el saqueo desmesurado por parte de Abdalá Bucaram. Este factor logró que este grupo se articule para que denuncie, de manera enérgica la decadencia reinante en aquella época. Como características de este grupo tenemos el significado que le otorgan a la Tzantza, es decir a las cabezas reducidas de los pueblos Shuar, ellos le otorgan un significado diferente, estas cabezas pequeñas significan para ellos la ignorancia y el poco razonamiento, ojos cerrados que no ven o que no quieren ver la realidad y una boca cosida que muestra el miedo. En 2005, tras el regreso de Bucaram después de su exilio en Panamá, Tzantza Matanza produce su disco “A la cabeza” donde principalmente se muestra enérgico en la forma de reclamo hacia esa cultura sumisa que degradaba al ecuatoriano. En una entrevista realizada, ellos declaraban que “No pretendemos cambiar al mundo y no vamos a cambiar la forma de ser de la gente, pero si vamos a contar las cosa como son. En nuestro media la gente es muy sumisa y está acostumbrada a dejarse llevar por lo que le meten en la cabeza. Queremos transmitir la realidad sin el maquillaje que le ponen los medios de comunicación y si eso hace que la gente abra los ojos, pues en buena hora, porque eso sí queremos que pase”[13].

Hacia la politización del arte:

Benjamin escribía que, debido “al capital invertido en el cine, las oportunidades revolucionarias de esta supervisión se encuentran convertidas en revolucionarias” (Benjamin W, 2003, p.74). Esto es en resumidas cuentas, la perspectiva que tiene Benjamin del cine también es llevada a la música popular de estos días donde su recepción es masiva. Además que el fascismo intentaba organizar a las masas a la par que conservaba las relaciones de propiedad (Benjamin W, 2003, p. 96). Lo que me planteo en mi perspectiva es señalar que existen elementos en el arte en la época del capitalismo en que permiten entender una crítica o una salida hacia la politización de las masas. Benjamin describía que el comunismo le respondía a la estétizacion de la política con la politización del arte. Los planteamiento que Benjamin elaboró para descifrar que el arte en su reproductibilidad técnica, desencadenaban inevitablemente en el estetización de la política, podemos reconstruir sus planteamientos para llegar a dar el soporte por el cual el Rap político tienen la capacidad de politizar el arte.

Es necesario señalar por mi parte que, no solo el comunismo politizaría la vida cotidiana, existen artistas que precisamente no se reconocen como comunistas o grandes ideologías desarrollados a lo largo del siglo XX, sino que la necesidad de verter críticas políticas en la letra de una canción de rap nace de la necesidad de denunciar desigualdades sociales. Por lo que resultaría que llegar a politizar el arte no solo sería publicitar a la izquierda política.

Esta necesidad de denunciar desigualdades sociales nace con la canción “The message” grabada en 1982 por Grandmaster Flash and The Furious Five.Al respecto podemos decir que el mensaje político de las bandas no es explícitamente de una izquierda comunista e intelectual, exceptuando el caso de Chicos del Maíz:

“otra vez lo han vuelto hacer, otra vez en la tarima, Rojos como la regla de tu prima” (Abierto hasta el amanecer)

Las otras dos bandas, Mugre Sur y Tzantza Matanza, pertenecen a bandas que su intención no es mostrar los puntos ideológicos de una izquierda contemporánea. En lo que basa principalmente su contenido es en la concientización a la masa productora acerca de su función y fuerza en la sociedad, esto es, desde una perspectiva crítica.

“la mente débil siempre busca de un patrón, pero hay cuestionamiento a la autoridad, he inicio mi noción el mundo no conquista aquel defecto con resignación, hay mucha confusión y en casa quien expresa solo esta guerra con pura figura, el poder, la religión, la misma conjetura, sigue la censura y tu te acercas al anzuelo, con miedo y tolerancia tienes tus rodillas en el suelo, haciendo falsa tu existencia en este duelo” (Tzantza Matanza – Tzementerios de vivos).

En estas dos bandas concurren elementos tales como una visión humanista de la vida cotidiana, para cumplir la función que lleve a sensibilizar el arte, por medio del relato de historias y vivencias reales con inquietudes y problemas donde visibilizan el tema del racismo, la drogadicción, corrupción etc, son muy frecuentes en el rap político.

Finalmente el rap como herramienta comunicacional de fácil asimilación cumple con el elementos que Walter Benjamin en el ensayo “Sobre algunos temas de Baudelaire” (1972) plantea que, el concepto de experiencia resultan del shock producido en los sujetos, estos tienen muy encuentra la tradición, que para Benjamin es el relato tradicional en los que se encarnaba la vida del relator para proporcionar lo narrado como vivencia “solo puede llegar a ser parte integrante de la memoria involuntaria aquello que no ha sido vivido expresa y conscientemente, en suma aquello que no ha sido una experiencia vivida” (Benjamin W, 1972, p.33 ). A lo que podemos poner situar a la letra narrativa del Rap cumple también con esta función, de manera que no deja en su público la acumulación inconsciente de información produciendo así un alto grado de conciencia.

Conclusión:

He realizado un doble análisis para este trabajo, por un lado el contenido de la letra de las canciones de rap político y también el impacto social que tienen estos artistas. Para lo cual a lo largo del trabajo he descrito el contenido político que tienen dentro las canciones y sus posibles aproximaciones a la concientización en masa. Los artistas llevan a cabo su vinculación con el público que los escuchan por medio de los hechos, esto fue analizado por medio del lugar donde dieron conciertos o el impulso político que tenían los festivales, esto es básicamente bajo el concepto ideológico político de cada artista.

En la primera parte desarrollé el contexto histórico en donde nace el rap, bajo qué circunstancias y el origen y las características socioeconómicas donde se esbozaba un arte de carácter de denuncia. En el segundo acápite puse en consideración los planteamientos que se encontraban en disputa para la reciente distribución masiva de objetos culturales, por un lado Adorno y Horkheimer tenían visión catastrófica y engañosa, mientras que Benjamin tenía más bien una perspectiva optimista, aunque a la vez critica de la cultura popular, esto fue realizado en función de posicionarnos desde la perspectiva de Benjamin. Posteriormente describí los elementos de producción y reproducción, en este apartado me empeñé en valorar los objetivos que desea cumplir el rap político por medio de su composición musical y lírica, dando lugar a dos funciones, la estética y la política, haciendo énfasis en la segunda.

Bibliografía:

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Altuna, Paul, (2014): Estrategias de aprendizaje a través de la música/expresiones culturales: El rap como herramienta comunicacional para transmisión de mensajes. Universidad Central del Ecuador. Quito- Ecuador (2014). Enlace: http://www.dspace.uce.edu.ec/bitstream/25000/3158/1/T-UCE-0009-239.pdf

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Benjamin, Walter (1972): Sobre algunos temas en Baudelaire, en: Benjamin, Walter: Iluminaciones II. Baudelaire. Un poeta en el esplendor del capitalismo, Madrid: Taurus, pp. 123-170.

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Clavijo, Andrés (2012): La música rap como manifestación cultural urbana en la ciudad de Pereira. Universidad Tecnológica de Pereira. (2012).Enlace: http://repositorio.utp.edu.co/dspace/bitstream/handle/11059/2872/781649C617.pdf?sequence=1

Espitia, Juana (2008): El Rap es mi nación: De representaciones y marginalidad, El barrió Las Cruces escenario de confluencia de conflictos. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá (2008). Enlace: http://javeriana.edu.co/biblos/tesis/csociales/tesis24.pdf

Ogas Joffre, Julio (2013), Nombrando Latinoamérica. Revolución y resistencia desde la nueva canción al hip hop, En: Musiker. 20, 2013, 275-297.

Quintero, Ángel (1998): Del canto, el baile… y el tiempo, en: Quintero, Ángel: Salsa, Sabor y Sociología de la música tropical, México: Siglo XXI, pp. 32-86.



[1] Juana Espitia (2008) Bogotá. El Rap es mi nación: de representaciones y marginalidad, el barrio de las cruces escenario de confluencia de conflictos p. 20-21.

[2] Ibíd.

[3] Andrés Clavijo (2012) Pereira. La música Rap como manifestación cultural urbana en la ciudad de Pereira p. 20.

[4] tomado del trabajo de Arancha Rodríguez, “Sobre la obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica de Walter Benjamin: una lectura interdisciplinar.

[5] Ibíd.

[6] Ibíd.

[7] Ibíd.

[8] Ibíd.

[9] En esta letra de la canción podemos encontrar que la base original fue realizada por Gary Gliter en Baby please don’t go en el año en 1972 y que Mugre Sur realiza sobre esta reapropiación cambiándolo de género musical.

[10] Esta cita fue tomada del trabajo de Juana Espitia “El rap es mi nación”: de representaciones y marginalidad, el barrio de las cruces escenario de confluencia de conflictos.

[12] Esta aportación fue tomada del sitio web: http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/carton-piedra/34/mugre-sur-revolucion-con-lengua-bastarda

[13] Entrevista realizada por la revista Rolling Stone. La tropa arranca cabezas contraataca. Julio 2005. Sitio web: http://www.rollingstone.com.ar/719425-la-tropa-arranca-cabezas-contraataca.

May 19, 2018, 4:18 p.m. 0 Report Embed Follow story
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