Diste la vida por mi desde antes que yo nací. Me volviste tu adicción, al verme soñolienta ahí. Me amaste al verme tan frágil, protegiste con tus brazos, todos esos cabellos dorados, que ahora con los tuyos, se parecen a un garbanzo.
Madre mía, madre de dos, diste fruto a toda mi voz. Me hiciste florecer en medio de una centella de bendiciones. Me diste tu fortaleza, me diste toda la vida, por eso y yo más te llamo: mamita, de Dios y mía. Compraste miles de ropa, trajes por doquier, pero entre esos, el más bonito me diste al nacer; me acobijas en tus brazos, donde me arrullaste bebé, ahora yo te agradezco por siempre verme crecer.
Ahora ya yo tan grande, te agradezco todo a ti, por eso en una escritora me convertí yo aquí. Tú eres mi inspiración, gracias a tu amor, yo una niña de luz soy.
Thank you for reading!
We can keep Inkspired for free by displaying Ads to our visitors. Please, support us by whitelisting or deactivating the AdBlocker.
After doing it, please reload the website to continue using Inkspired normally.