La espera por la existencia Follow story

Uno no comprende la importancia de ser cuantificado hasta que eres inmigrante y te toca buscar un espacio en ese nuevo lugar donde te deseas erradicar. Algo tan simple como un número de cédula en el caso de Chile un rut, se vuelve una meta a cubrir, una necesidad casi a nivel de lo fisiológico dentro de una pirámide de Maslow. Nunca uno piensa la satisfacción que te puede dar el haber sido cuantificado.

En general una cédula o  rut es un documento oficial que acredita identidad ¿Acredita identidad? Es decir que ¿sin el no tengo identidad? Sonará tonta la pregunta, pero de cierta forma si, esta figura creada para lograr la organización y control de la población de un país resulta ser un aval de existencia al cual se alinean todos los sistemas en los cuales se participamos: políticos, económicos y sociales.

Pienso como inmigrante lo que significó para mí y seguramente para la mayoría, no sólo de venezolanos en el mundo sino para todos aquellos ciudadanos que han tenido que salir de sus países a buscar mejores oportunidades, los que en Chile pudiesen ser peruanos, haitianos, coreanos, entre otros, no se imaginan la felicidad que puede dar cuando al fin luego de seis meses de haber llegado a Chile pude tener en mis manos mi documento de identidad siendo inevitable el decir “¡miren tengo rut, ya existo!” y claro todo el que no ha pasado por esta espera le parecerá gracioso, pero es que si efectivamente antes de esto no existía, no se imaginan la cantidad de limitaciones que se puede tener y todo lo que ese simple documento puede significar pasando a considerarse hasta un logro en la vida el haberlo obtenido.

Sin el rut, en algunos casos, no puedes tener cuenta en los bancos, no te dan trabajo así cumplas con el perfil, no puedes trabajar por cuenta propia ya que no puedes facturar, si quieres atención médica debes costear en las que son más costosas, se vuelve más complicado alquilar un lugar para vivir, entre otras cosas. Si bien alguna de estas limitaciones pueden ser cubiertas si se tiene la debida información, como por ejemplo que te atiendan de emergencia y te cubran con un seguro que el estado dispone para casos irregulares o alquilar un apartamento pero pagando mucho más de lo debido, no dejamos de estar marginados y tener que, en la mayoría de los casos, buscar un respaldo o quien haga de puente para lograr trabajar, alquilar y en conclusión vivir en el país.

Se puede decir que hemos pasado a otro estatus que sigue siendo otro margen como ciudadanos, un poco más inclusivo donde uno puede desplazarse en el ámbito laboral lo cual da mucha más estabilidad y esperanza a desarrollarse, pero eso sí con el debido comportamiento y siendo uno de los que sin titubear aportan por medio de los impuestos, condición más obligatoria para un inmigrante que desea alcanzar su Visa definitiva que para un propio chileno.

Definitivamente migrar es aprender a entender la importancia de la identidad que en tu país lo tenias por dado.