Marco Campos
Me encuentro observando.
Un precioso pero triste atardecer.
Con el temor de un recuerdo.
Una ventana para atraparte.
Desde mi solitario columpio.
Puedo sentir esa brisa moverse.
El chillido mecía una vida.
A veces pregunto: ¿Ser un objeto?
Hasta que el viento ayudó.
Disfrutando una ciudad de polvo.
Mis emociones dejan problemas.
¡Qué lindo es la realidad!
Cuando intervenir los sueños.
Cuando la imaginación me hace.
Me hace sentir feliz.
Para seguir soñando.
Un espacio donde encontrarme.
Una mecedora que me ayude.
Liberando la presión.
Que en el pasado guardé.
En el pasado había muchas cosas.
Cuando el tiempo lleva cicatrices.
¡Qué me hacen recordar!
Una ciudad destructiva parece.
En mis sueños me veo cruzar.
Un portal donde puedo caminar.
En una ciudad mi mente viaja.
Por otro mundo alterno.
Un ruido del exterior.
Bloquear mi travesía.
Ese lugar espera ¿por qué,?
No hay más opción.
Ya estoy acostumbrada a pasar.
Los días pero no a vivirlos.
Un entorno de bondad y maldad.
¿Por qué llamarse ¿Ciudad de polvo?
Una ciudad desvaneciendo.
Las acciones sepultan la estructura.
Mientras mi vida me dice recordar,
mi columpio donde ese viento.
Me hace sentir libre y lejos,
de esa ciudad podemos disfrutar.
Los árboles en la distancia,
No hay problemas para flotar como el aire,
de sus mentes contaminar,
una niña con mente de mujer,
¿Qué hace volar su imaginación,?
Vamos de camino a esa ciudad,
el columpio abandonaré.
Thank you for reading!
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