ivanescurra Ivan Escurra

Atrapado en una isla desconocida, Pavel no tiene más opción que alimentarse de una extraña fruta. Pero esta decisión tendrá graves consecuencias.


Thriller/Mystery Not for children under 13.

#sobrevivientedeisla
Short tale
19
5.9k VIEWS
Completed
reading time
AA Share

Fruto perverso

El calor de las llamas me reconforta. Cuando por fin logro encender la fogata, me siento menos solo. La primera noche fue terrible: estaba rodeado de una oscuridad que parecía tragarse todo. Pero los sonidos… aquellos quejidos que rompían el silencio de improviso eran lo peor.

Espero que esta noche sea diferente, aunque no estoy seguro que mi pequeña fogata sea capaz de ahuyentar a los que se ocultan en las sombras. ¿Y si el fuego los atrae? Solo empeoraría las cosas, pero el calor se siente tan bien. Por más miedo que tenga, prefiero arriesgarme en vez de morir congelado. Si tan solo hubiera escuchado el consejo de mi padre, estaría durmiendo en la seguridad de mi habitación.

Había visto en las noticias que se acercaba un temporal, pero no creí que sería un problema para nuestro yate. Pensé que mi padre solo me estaba instando en desistir de mi idea porque a veces parecía amar más a su preciado yate que a nosotros. Cuando se entere de que se encuentra en el fondo del océano, de seguro pegará un grito al cielo.

Ahora me arrepiento de no haberlo escuchado. Pero en su momento, la aventura sonaba demasiado bien como para rechazarla. Había oído en las noticias que se detectó una nueva isla a pocos kilómetros de nuestra zona. Los investigadores irían a explorarla el sábado, pero yo quería ser el primero en descubrirla. Como me encontraba más cerca que ellos, me aventuré y casi termino ahogado. Ya había experimentado muchas tormentas mientras navegaba, pero nada se asemejaba a lo que había vivido.

Los investigadores debieron haber llegado esta mañana, pero tal vez los habrá retrasado el temporal. Ya llevo casi dos días varado en la isla y no he comido nada, pero en mi exploración de hoy me pareció ver un árbol con frutas. No he podido alcanzarlo porque se encuentra a gran distancia y no quiero encontrarme en medio del tupido bosque cuando caiga la noche. Sería presa fácil para las bestias que se pasan babeando por mí. Aun no los he visto, pero estoy seguro de que se encuentran ahí, esperando el momento oportuno para atacar.

La fogata surte un efecto positivo, pues ya no vuelvo a escuchar ningún sonido y el calor me permite quedarme dormido en cuestión de minutos. Al día siguiente, me dirijo directo al árbol de frutas antes de que pierda las fuerzas que me restan. Cuando por fin llego hasta él, me encuentro con cientos de frutas negras colgando. El árbol está minado, como si hubiera tenido una reacción alérgica. Parecen ampollas a punto de explotar, pero eso no detiene mi apetito y arranco una de las frutas más grandes. Su jugo negro se me escurre por el brazo y mi estómago ruge. Sin pensarlo demasiado, le doy un mordisco y antes de que me dé cuenta, ya me he comido una docena.

Siento el cuerpo pesado, los ojos me palpitan y creo que mis intestinos están a punto de derretirse. Me siento bajo la sombra del extraño árbol y me preparo para lo peor. Pero al cabo de un tiempo, comienzo a sentirme mejor. La próxima vez, tendré más cuidado con la cantidad que consuma. Después de todo, ni siquiera sé qué tipo de fruta es.

Al levantarme, me sigo sintiendo algo mareado, pero ya recobré las fuerzas y decido explorar la isla. El camino es muy accidentado y está claro que nadie lo había explorado con anterioridad. Me abro camino entre la maleza y avanzo con euforia, con la sensación de ser invencible. Cuando llego al otro lado de la isla, me doy cuenta que tengo las piernas y brazos llenas de rasguños y cortes. Pero no soy capaz de sentir nada. Tengo energía para regresar hasta el otro extremo, pero el día pasa volando y lo mejor será que prepare otra fogata en este lado de la isla. A pesar de que me siento mejor, sigo temiendo a lo que se oculta en las sombras.

La costa de la isla en dónde me encuentro es más pequeña y las olas me empujan cerca de las tupidas malezas. Logro encender la fogata pero al estar tan cerca del bosque, no puedo evitar sentirme inquieto. Ya han pasado dos días y nadie ha venido a rescatarme. ¿Cuánto tiempo tendré que esperar hasta que decidan atacarme? No consigo dormir en toda la noche. Estoy seguro que se lanzaran sobre mí en cualquier momento. Están aguardando a que cierre los ojos para arrancarme las tripas.

Los aullidos que oí la primera noche se hacen escuchar de nuevo. Pero esta vez suenan más cercanos. Las fuertes olas que chocan contra las rocas de la costa intentan tragarse los aullidos, pero no son suficientes. Comienzo a sudar frío y me preparo para huir en cualquier momento. Soy capaz de percibir cada movimiento que se produce en la oscuridad del bosque. Mis oídos se agudizan tanto que me resulta casi imposible mantener la cordura, quiero arrancármelos.

Por fin han decidido hacer su primer movimiento. Los escucho venir a mí, pero no pierdo el tiempo y comienzo a correr el largo de la costa. Huyo a toda velocidad, sin mirar atrás hasta que mi camino se obstaculiza por las rocas. Para cruzar hacia el otro lado, tengo que escalarlas o adentrarme en el bosque. A pesar sentirme mareado, decido trepar las rocas y cuando estoy por descender hacia el otro extremo, pierdo el equilibrio y me estrello contra un montículo de rocas y arena.

Cuando recupero la conciencia, el solo está a punto de salir, ¿o está ocultándose de nuevo? No tengo forma de saberlo; lo único que siento es un hambre voraz. Ni siquiera los golpes que recibí me impiden buscar el árbol de frutas negras. Me arrastro con frenesí por la isla hasta encontrarlo. Cuando logro topármelo, hundo el rostro en la fruta y trago sin masticar hasta que el sol se pone. El jugo me corre por el cuello y siento las manos pegajosas, pero no me importa. No existe placer más grande que tragar esta fruta exótica. Mis músculos se tensan y me siento listo para luchar. Ya no pienso temer a las bestias de la noche. Que vengan a mí, los estaré esperando con ansias.

Oigo un alboroto proveniente de la costa y me dirijo hacía allí. Si se trata de los exploradores, tengo que advertirles del peligro. Pero creo que he llegado demasiado tarde, porque lo que tengo frente a mí no parecen ser humanos. Son dos figuras cubiertas de un líquido negro, similar a la pulpa de la fruta que acabo de comer. Están cubiertos de pies a cabeza y sus ojos resplandecen en la oscuridad como faros.

Antes de que el miedo me paralice, me lanzo contra ellos con todas mis fuerzas. Tiro a uno al suelo y le muerdo la cara. Sabe delicioso, al igual que una fruta y la locura se apodera de mí. Escarbo en su pecho con mis uñas y le arranco la nariz a mordiscos. Su compañero intenta apartarme pero logro tomarlo de los tobillos y lo tumbo en la arena. Es más fuerte que el otro y tengo que esforzarme más para librarme de él. Pero cuando alcanzo una roca, la lucha llega a su fin. Le aplasto la cabeza en repetidas ocasiones hasta que deja de moverse.

Me parece un desperdicio dejar su cuerpo intacto. El dulce aroma proveniente de su cabeza machacada es demasiado tentador. Meto la lengua en su globo ocular y succiono el jugo. A mi parecer, es tan solo una fruta gigante. Sigo tragando hasta que mi estómago ya no lo soporta y vomito mis entrañas. La adrenalina abandona mi cuerpo y la oscuridad se apodera de mí.

Cuando despierto, el sol ya está arriba. Me fijo en mis brazos y piernas, cubiertos de sangre seca. Recuerdo la noche anterior y mi corazón se detiene por un momento ¿Al final terminaron hiriéndome? Aparte de molestias estomacales, no creo tener ninguna herida grave. Tengo miedo de mirar a mis espaldas y encontrarme con las bestias, pero reúno el valor para voltearme y lo que me encuentro no tiene explicación. Dos hombres yacen en la arena, mutilados por completo. En la costa, una embarcación está varada y logro reconocerla de inmediato. Cuando me acerco a los cuerpos, se me cae el alma a los pies. Son mi padre y mi hermano. Acabo de comérmelos.

June 16, 2023, 2:22 a.m. 6 Report Embed Follow story
12
The End

Meet the author

Ivan Escurra Me gusta escribir fantasía y horror. INTJ 😈 Parawhy 🇵🇾

Comment something

Post!
Crónicas de un Fan Crónicas de un Fan
Se hiela la sangre con cada palabra del narrador.
June 23, 2023, 19:55

  • Ivan Escurra Ivan Escurra
    Gracias por leer, David 🙌🏼✨ June 23, 2023, 20:00
Luca J. Fagalde Luca J. Fagalde
Me encantó, re god el final!!
June 20, 2023, 03:49

Ana Paula Ana Paula
¡Qué final!
June 16, 2023, 20:59

~