Me sentía en un camino infinito de experiencias y placer, recorriendo nuestro ser, en una nube flotante en el cosmos, mientras te gozo bajo un holocausto de deleite, de una forma inimaginable, en un acto cósmico, presenciando los días y noches al son de tus ojos, iguales a dos supernovas latentes desprendiendo energías cósmicas en la piel, fusionándonos en un ser palpitante de amor, fui feliz, sentía como si fuera eterno, fluíamos, fluíamoscuyo agua entre los dedos. Me sentía infinitamente feliz, mi existencia se basaba en ti, pero me equivoqué.
Fue un momento efímero de placer que vino y se esfumó, amaba recorrer tu esencia al son de tus ojos, ignorante de mis miedos sin saber que se fuese a cumplir, se hiciesen realidad y, te fuiste, fuiste pasajera, te fuiste al igual que el viento del amanecer, corto pero satisfaciente, rebosante de placer. Dependía de ti como dependemos de la gravedad para caminar, me sumergía, me sentía en tu infinitud, sintiendo todo, todo lo que estabas dispuesta a dar, pero te vas, huye por miedo a amar, dejándome buscándote, cayendo cuál pluma en el viento, muero, me consume el terror de no sentir tu presencia rozando mi alma en un espacio abstracto, pero perfecto, en una sincronía universal que absorbía nuestros ser en una fusión cósmica, pero me dejaste, sin sentir, sin vivir, mis sentimientos recuerdan extrañándote, mis emociones complejas te anhelan.
Ya ni sé quién soy y qué me concierne hacer, y por qué si no estás, mi alma gemela huyó por miedo a sentir la separación escalofriante de la muerte irónicamente, causando que hullera para jamás nunca sentir dolor, dejando la muerte como un suave anhelo, cuyo poder incita irse de esta vida para no sufrir más.
J N
