hector-andres-cornejo Hector Andres Cornejo

Se que no Leerás esto porque no te interesa, pero aún así lo escribiere, lo que muchos considerarían el diario de un simple loco, que creía la invasión zombi se haría realidad, y para ser franco también lo creería así. Si no fuera por que en realidad llevó 5 años sobreviviendo después del día en que comenzó el holocausto.


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El comienzo del final

Se que no leerás esto porque no te interesa, pero aún así lo escribiré, lo que muchos considerarían el diario de un simple loco que creía que la invasión zombi se haría realidad, y para ser franco también lo creería así, si no fuera por que en realidad llevó 5 años sobreviviendo después del día en que comenzó el holocausto.

Se que sonara extraño e irónico, pero antes de que todo esto comenzará, yo me ganaba la vida escribiendo libros acerca del fin del mundo, destacandome principalmente en la categoría de la invasión de los zombi, desde que tengo memoria siempre me gustaron las historias y películas de ese tipo , me gustaba pensar e imaginar que haría yo en aquella situación, de como escaparía de los muertos vivientes, lo que me llevó a escribir un libro titulado "supervivencia" un manual ideado por mi, de lo que consideraba necesario para superar cualquier amenaza en el caótico mundo zombiliano, que rápidamente se convirtió en un éxito de ventas en librerías y grandes tiendas, durante un tiempo me volví el escritor de misterio más solicitado por los lectores del género a tal punto que escribí 6 libros más, cada uno un éxito rotundo y que llegaron a tener sus propias películas igual de exitosas , tengo que reconocer que de haber sido yo el director de aquellas películas habrían sido más espectaculares aunque tener 5 premios a la mejor película no estuvo nada mal.

En palabras simples gracias a mis libros gane mucho dinero, el que utilicé para preparar mi casa en caso de una invasión de zombis, comprando comida, armamento y cosas por el estilo, seguramente estarán pensando "que clase de idiota gastaría millones de dólares para prevenir algo que nunca va pasar", pues déjame decirte que después de tanto tiempo escribiendo, llegue a un punto en el cual comencé a tomarme en serio mis propias teorías, lo que provocó que la prensa, la comunidad y mis millones de fanáticos me considerarán un lunático y me llevaran a un manicomio con el pretexto de que había perdido el juicio, lo que me rompió el corazón, ya que nunca pensé que mis antiguos seguidores me considerarían un peligro para la sociedad, intente muchas veces dar a entender que yo era un hombre cuerdo, pero lamentablemente, según los expertos, el creer ciegamente en el despertar de los muertos no era nada normal, incluso un psiquiatra me catálogo en reiteradas ocasiones como un "loco sin remedio" si no mal recuerdo se llamaba Maicol North, director general del manicomio en el que se me encerró y a quien nunca tolere.

Si mi memoria no me falla, todo comenzo el décimo quinto mes de mi estadia en ese lugar, era un día tranquilo como cualquier otro en el cual no podia mover nisiquiera un musculo, debido al chaleco de fuerza que que me habian colocado producto de mis reiterados intentos de escape, razon por la cual era necesario tener una enfermera a mi lado las 24 horas del dia, eran las 17:30 hrs y el turno de cuidarme recaía nuevamente en los hombros de Elisa, una simpatica muchacha de 23 años quien aseguraba ser fanática de mis novelas. Todos los dias me contaba con estusiasmo como la trataba la vida, de como le iba con su novio Carl, un estadounidense del cual se habia enamorado perdidamente y me relataba también los momentos importantes de su relación, siendo siencero me diverti escuchando sus historias amorosas, la historia de como se conocieron en la playa, los reiterados viajes a los parque de atracciones que realizaron juntos y las excursiones a diferentes centros turisticos a lo largo del pais, también me conto de las infidelidades que su enamorado habia cometido, una extensa lista de amoríos secretos que ella logro descubrir a lo largo de su relación, pero que aun asi lo seguia amando, si les soy sincero no podía comprender como ella lo podía perdonar sin importar lo que él le hiciera, si bien es cierto que Elisa no era la mujer más bella del planeta tampoco era fea, era una mujer atractiva y divertida con la que uno se podia llegar a encariñar.

Era mi cumpleaños aquel dia y como Elisa me tenía gran cariño, metió de contrabando una deliciosa rebanada de pastel que con cuidado me daba de comer, estaba deprimida, Carl le habia vuelto a ser infiel con otra mujer, no podia parar de lamentarse y llorar por lo que habia sucedido, con todas mis fuerzas yo la intentaba animar diciéndole que él no era el único hombre sobre la tierra, aunque creó que con la boca llena de pastel no sonaba muy convincente, puesto que ella comenzaba a reir por cada palabra que le decia, lo que se podria considerar un éxito inesperado

-agradezco que siempre escuche mis poblemas, sinceramente no se quien de los dos es el paciente- decía mientras me limpiaba la boca sonriendo, hubiera deseado poder responderle en aquel momento, pero el ambiente no me lo permitió, desde el pasillo se empezaron a escuchar gritos de desesperación por parte de las enfermeras y pacientes, quienes corrian desesperadamente - ¿que esta sucediendo?- pregunto Elisa a una de las enfermeras que corria fuera

- Ese paciente... ese paciente se ha vuelto loco, comenzo a atacar a las enfermeras, sera mejor que corras, algo extraño les esta sucediendo- contesto ella sin dejar de correr

- tenemos que irnos- dijo Estela poniéndome rápidamente de pie sin darme explicacion alguna, para luego salir al pasillo

-¡¡corran esas cosas ya estan cerca!!- gritaban las personas escapando en dirección al salón de recreación

-¿que esta pasando? - pregunto Elisa

-no tengo ni idea- conteste corriendo al igual que el resto- pero tampoco tengo la intención de quedarme a averiguarlo- añadi siguiendo a la multitud, mientras podia escuchar claramente los gritos de desesperacion y angustia de la gente que se quedaba atrás, a los pocos minutos de caminar vimos la entrada del salón

-¡¡rápido corran...!! - grito un guardia parado en la entrada- ¡esas cosas están a punto de llegar...!- indicó acelerando el paso con su mano, apenas logramos cruzar la entrada al salón recreativo el guardia cerró la puerta y antes de que se pudiera juntar escuche un gruñido similar al de una bestia

- ¿que fue sonido?- le pregunte

- no lo se- respondió el guardia tratando de trabar la puerta con todo lo que tenía a su alcance- pero les puedo asegurar que nunca vi algo similar, esperó que esto lo pueda frenar- agregó exaltado, aunque no era el único todos en aquel lugar estaban igual, algunos se hacían los fuertes e intentaban calmar a los más asustados mientras que otros hacían que la histeria grupal aumentará, sinceramente yo prefería mantenerme neutral esperando a que alguien me explicará lo que allí sucedía y no tardó en llegar el director del lugar para dar conocer su supuesta explicación, aún lo puedo recordar

- ¡tranquilicen todos por favor!- grito el hombre- lo que acaban de vivir en este lugar fue provocado por un paciente...- dijo tomando unos breves momentos de descanso, como si intentará formular al interior de su cabeza las palabras correctas para la situacion- su nombre era John Argado, un militar de nuestro ejercito traido desde medio oriente, no estoy seguro del lugar exacto donde estaba realizando su servicio, pero durante su estadia en ese sitio comenzo a tener un comportamiento extraño, sufria de delirios y malestares constantes, al principio pensamos que se trata de un problema mental producto de la guerra y decidimos darle tratamiento en este centro de rehabilitación, sin embargo algo extraño sucedio- añadio, deteniendose nuevamente nervioso mientras intentaba recobrar la compostura - no se como lo podría explicar, pero tengo entendido que esto comenzó hace un mes aproximadamente, los soldados que fueron enviados a ese lugar comenzaron a atacar a sus propios camaradas de una manera bastante singular, intentando morderlos como si fueran...

-¡zombis!- indique yo burlonamente interrumpiendo su discurso

-efectivamente...- contestó el director mirándome desconcertado - odio admitirlo pero es el ejemplo más parecido que se puede dar, sin mencionar que al igual que estas historias de terror ficticias, las personas mordidas comenzaban a actuar de la misma forma errática, al principio no era nada serio, aquellos que eran mordidos podian ser confinados en una celda y evitar que propagaran la epidemia, pero recientemente hace dos días recibí un informe devastador, los sintomas habian evolucionado, ya no se limitaban únicamente a un compartamiento errático con delirios, los afectados eran más violentos, más fuerte e incontenibles, las celdas ya no eran impedimento para ellos y la velocidad de contagio era cada vez menor a medida que el virus conseguia alcanzar a más personas, desafortunadamente la la mitad de oriente medio ha sido afectada por ella- agregó

- ¿¡¡eso quiere decir que ese hombre era...!!?- dijo una enfermera aterrada sin poder completar sus propias palabras debido al terror que sentía

- un infectado con el virus- respondio El director- no estoy seguro de como sucedido, pero de alguna manera ha logrado infectar a la mitad de los pacientes- añadio con un tono serio provocando los gritó de la enfermera

-¡¡Bravo, excelente actuación!!- grite yo al ver lo que sucedia, pensando ciegamente que me estaban tratando de jugar una broma a mí, el único loco del manicomio que creia en la invasión zombi- nunca pense que tuviera tal sentido de humor mi querido directo, siendo sincero siempre pense que seria de los tipicos ratones de biblioteca enfocados en su trabajo, pero tengo que reconocer que como actores son formidables, especialmente esa mujer su panico e histérica son perfectos, te lo digo enserio cariño deberias dejar este lugar y dedicarte de lleno a la actuación profesional- añadi riendo esperando pacientemete que reconociera su engaño

- desearía que esto fuera sólo una broma- respondió el directo serio, en un silencio que inundo la atmósfera- pero ya perdí a mi hijo quien era el encargado del cuidar del paciente y fue el primero en ser mordido- indico tratando de mantener la compostura, cuando repentinamente un fuerte sonido se escuchó en la puertas cerradas y trabadas por el guardia del lugar, algo las estaba tratando de forzar lo que provocó que las personas allí presente comenzará a gritar- ¡por favor cálmense!- volvió a pedir el director

- ¿¡Acaso esta loco!?- respondió la enfermera- ¿como quiere que nos calmemos con esas bestias afuera? Usted mismo fue testigo de violentas que pueden llegar a ser - agregó, se notaba en la cara del director su preocupación, no cabía duda alguna de que al igual que todas las personas allí presentes no sabía que hacer bajo esas circunstancias

-Usted...- dijo el director mirándome repentinamente- usted nos puede sacar de aqui- añadió, buscando con su mirada un rayo de esperanza, esperando a que en verdad lo pudiera ayudar

- ¡¡es verdad...!!- comenzó a decir la gente del salón acercandose a mi- usted es el escritor de aquellos libros de zombis, usted es el único que nos puede sacar de aquí-- decían con esperanza casi suplicándome, a mi un simple loco de patio que ahora se habia convertido en la unica esperanza de escapar.

Dec. 25, 2017, 3:42 a.m. 0 Report Embed Follow story
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