Te lo digo de corazón Follow story

Quiero empezar diciendo que en este momento hay muchas cosas que me atormentan… Supongo que cada uno de nosotros tiene problemas, los cuales, en muchas ocasiones, parece que no tienen fin. Pero nuestro verdadero valor se mide, distingue o conoce por la forma en la que afrontamos nuestros problemas. No conozco persona en el mundo que no tenga algo que le esté afectando.

Te pregunto a ti, lector, ¿cuántos problemas tienes hoy en día? ¿cuántos problemas tuviste el día de ayer? ¿cuántos problemas supiste dejar atrás, y cuántos problemas aún siguen atormentándote como a mí? Muchas veces, suelen ser problemas que tuvimos desde niños; ¡demonios!, ¿cuánto tiempo pasará para que podamos superar eso? ¿cuánto más tendrás que pensar en una solución? ¿cuánto más podrás con el peso que provoca un problema sin resolver? ¿cuánto más…?

Te puedo decir, que no todo en esta vida tiene una solución; pero puedo aclarar que todo tiene una razón y esa razón, siempre es positiva, aunque el error que hayas cometido haya sido muy grande… todo siempre tendrá una buena razón de ser.

El ser humano, siempre es muy pesimista, pero te haré una última pregunta… ¿quieres ser diferente?

Si tu respuesta fue afirmativa, creo que eres del tipo de persona que me agradaría conocer, te motivo a que sigas pensando de la misma manera, todo viene desde muy dentro de nosotros, y lo que pensamos se hace realidad en nuestra forma de actuar.
Si tu respuesta fue negativa, te invito a que puedas pensar un momento más en tu respuesta y que puedas encontrar la razón por la cual quieres seguir siendo “del montón” en un mundo en donde vale más lo que eres realmente, y vale muy poco imitar a los demás.

Me ha tocado aprender todas estas cosas de la peor manera posible… Yo también tuve una respuesta negativa a esa pregunta y sé que es estar en el vacío verdadero. Pero aquí me tienes ahora, escribiendo un poco de lo que sé para intentar hacerte entrar a un verdadero mundo donde la tristeza puede llegar a convertirse en felicidad, y donde un corazón roto puede llegar a convertirse en amor verdadero. En el paraíso todo es posible.

No sé si estoy en el cielo o el infierno, pues fui una mala persona en mis tiempos, pero al mismo tiempo, fui bueno. Diariamente me pregunto ¿por qué terminé conmigo?

Te pido por favor que pongas atención a mis últimas palabras, pues él me está llamando y creo que, si no me apresuro, algo saldrá muy mal. No quiero que estés en este lugar, él no es muy bueno conmigo, tal vez tampoco sea bueno contigo, no quiero que tengas que escuchar su voz diariamente, por favor, escucha mis últimas palabras… todo lo que intenté fue hacerte pensar que en cualquier momento puedes hacerles falta a las personas que te aman y tú también los extrañarás; si pensabas que escapar del lugar en el que te encuentras ahora era la mejor solución, te pido que no lo hagas, no sé qué tanta posibilidad exista de que termines en donde yo estoy, y por más que me encantaría conocerte querido lector, te pido que no lo hagas. Te pido que sigas siendo fuerte… pues aquí en donde yo estoy, no quieres estar.

Te lo digo de corazón…