El pequeño cachetón le sonrió, caminando más rápido al otro pasillo.
"¡Corre, corre, corre!"
Y si, lo hizo. Cuando él llegó a la esquina, Jimin ya estaba a dos pasillos más lejos.
Omega que huye, es omega que necesita alfa.
Trató de convencerse que Jimin no era para él, pero su alfa estaba obsesionado, le gustaba verlo de lejos, olerlo cuando pasaba a su lado o gruñirle a alfas desconocidos cuando estaban cerca.
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