El raro astronauta, cuyo nombre ignoro, enfrenta grandísima parte de su contradicción mental. Su cielo es alumbrado por un planeta desconocido, de encanto lapislázuli, reservado en apariencia, interesante e inquietante.
Quien lea el presente texto, queda cordialmente invitado a captar e interpretar toda posible metáfora, idea también propuesta en relatos como "SYL 22,91".
Ruego a la persona lectora abordar el presente texto con expectativas sencillas, pues quien aguarde vivas aventuras de creaturas metafísicas, escenarios arcáicos, bellas damas con cascos espaciales y ropas ajustadas, o explosiones nucleares siderales, resultará decepcionado.
Intento una propuesta centrada en la experiencia emotiva del personaje principal; esa que muchos subestiman quizás por temor. No pretendo numeros elevadísimos en cuanto a visitas, sin embargo, quien lea por entero este trabajo, buscando símbolos y metáforas implícitas, encausará bien su tiempo, y tendrá mi eterna gratitud.
Thank you for reading!
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