richter-darkslayer Richter DarkSlayer

Solo una pequeña narración de la vida de un joven cualquiera y su vida diaria.


Romance All public.

#romance
Short tale
1
15.5k VIEWS
Completed
reading time
AA Share

Esperó que no volvamos a encontrarnos...


Desperté al oír fuertes sonidos que provenían de la puerta. Alguien la estaba tocando de forma agresiva y al notar que no hay respuesta, la persona usó una llave para entrar. La habitación estaba desordenada y bastante sucia. Al ir más profundo, la persona llegó a un cuarto más pequeño, el dormitorio.

--¿¡Cuánto tiempo más tienes pensado dormir?! ¡Ya es tarde!

La voz femenina pero de tono potente, sin duda despertó al joven que dormía envuelto en sabanas. En la ciudad, las noches son bastantes frías por ende, es normal cubrirse con varias mantas. Mientras que la chica trataba de levantarlo tirando de la frazada, el joven se resistía.

--Déjame dormir 5 minutos más mamá.

--¿Qué estás diciendo tonto? Soy Ariel. Ya levántate de una vez. ¡Vamos a llegar tarde al colegio!

--Ahh, ¡Ya! ¡Ya! Enseguida me levanto…

Aunque el joven había dicho aquello, se levantó, acomodó su almohada y simplemente se volvió acostar. Por supuesto que la chica llamada Ariel no lo toleraría y siguió insistiendo.

Esta es una rutina diaria que tienen Alex y su amiga de la infancia, Ariel. Francamente, ya me tienen cansado. Los gritos de Ariel son realmente molestos, no solo para mí, sino también para los otros vecinos. Puesto que el cuarto de Alex queda al lado mío y con las paredes bien delgadas, puedo oír claramente lo que dicen.

Pero a pesar de todo, Ariel tiene motivos para alzar la voz. Exactamente como dijo, ya era tarde. Luego de cepillarme los dientes me acerqué a la cocina, en la mesa había un reloj digital que marcaba las 7:30 am. La entrada al colegio es a las 8 en punto, por lo tanto, tenía que darme prisa si quería llegar a tiempo.

No se confundan, a diferencia de Alex, que se pasó toda la noche jugando; Yo tuve que hacer horas extras en el trabajo. Eso explica mi falta de sueño y mi mal humor. Normalmente, suelo levantarme a las 5 de la mañana para prepararme el desayuno. Después de todo, vivo solo en este mini-departamento. Antes de sacar conclusiones, no vivo solo porque mis padres hayan muerto o porque no me lleve bien con ellos. Me mude a este lugar por cuestiones de espacio; Tengo cinco hermanos menores que junto a mis padres y demás parientes, rebalsan la casa. Como estudiante de secundaria, tuve que adecuar mi espacio para poder concentrarme en los estudios. Decidí vivir por mi cuenta en este lugar y, aunque llevo haciéndolo ya más de dos años, sigue siendo bastante difícil vivir solo.

Mientras alistaba mis cosas para ir al colegio, no pude evitar oír la conversación de este par de jóvenes vecinos. Ya que no tenía tiempo para cocinar algo, decidí ir a comer en un restaurante de camino al colegio.

--Escucha, Ariel. Hay una forma efectiva para hacerme levantar.

--¿A si? ¿Cuál es?

--…

--¿?

--Un beso.

--¡¿Qué?! ¿P-por qué haría algo como eso? Y-yo…

--Solo bromea-

--¡Está bien! S-supongo que no tengo opción.

--¿En serio?

Sin duda, el primer comentario de Alex incita a pensar algo obsceno. Estos dos han estado haciendo esto desde hace un año, cuando se reencontraron. La razón de porque Ariel se mudó aquí, es obvia. Aunque el tonto de Alex, sigue sin notar los sentimientos que ella tiene.

Debido a que mi humor iba a empeorar si seguía oyéndolos, encendí la radio que estaba en la cocina. Levanté el volumen para poder oírlo desde la ducha, mientras me bañaba.

--<<…y continuando con las noticias, tal parece que el índice de crímenes ha ido incrementando. Hasta hace unos días, en la avenida ****** hallaron muerto a un joven de tan solo 24 años. Sus datos son los siguientes…>>

--(Ese lugar está muy cerca de aquí. No sé qué estaba pensando en mudarme a este barrio… a sí, mis ingresos son bajos… ¿Fue realmente suerte que encontrara este lugar? ¿Por qué motivo estaría tan barato el alquiler de una habitación? Pienso que, lo de ser descuento para estudiantes es solo un pretexto para ocultar algo…)

--<<En otras noticias, varias señoritas han desaparecido estos últimos días. Creemos que tiene relación con el tráfico de órganos y prostitución que hay en la ciudad. Nuestros agentes han estado atentos ante cualquier actividad sospechosa. Ya hemos atrapado a dos bandas famosas conocidas como “Los Tigres” y “Hombres de negro”. Ojo, este grupo tiene la particularidad de llevar alguna que otra insignia para distinguirse; Ese fue el caso para la banda Los tigres. Se confirmó que muchos portaban tatuajes de tigres en la espalda…>>

Esto me tiene cada día más preocupado. No eh visto a muchas chicas en este edificio, pienso que Ariel podría ser la única. Pero estoy seguro que estos casos no se limitan solo a objetivos femeninos, también podría estar en peligro. La próxima vez que entre en contacto con mi familia, le advertiré a mis hermanas sobre esto.

--Bueno, termine de cambiarme. Veamos la hora… 7:50 am. Lo haré a tiempo.

Tomé mi mochila y salí de la habitación con rapidez. Pero cuando estaba a punto de dirigirme hacia las escaleras, una voz me detuvo.

--¡Oh! Pero si es Walter. Es raro verte levantarte tan tarde.

--Buenos días Ariel, Alex. Es como dices. Se me paso la hora, pero no tengo intención de llegar tarde. Hasta luego.

Sigo sin comprender que es lo que hay en la mente de estos dos. No, que cosas hay en la mente de los jóvenes de hoy en día. No pude evitar irritarme al ver que Alex tenía mal puesto el uniforme; Sin nudo de corbata, camisa arrugada y fuera del pantalón. Esta actitud descuidada demuestra que tan poco capaz como persona eres. Aunque no es de mi incumbencia, no puedo evitar preocuparme por el futuro de mis vecinos.

Luego de salir del edificio, tuve que ir corriendo hasta el restaurante de la avenida; Puesto que la zona donde vivo no es muy frecuentada por personas. Así que, no encontraras un lugar en el puedas comprar o vender productos satisfactoriamente.

Luego de 5 minutos, baje la velocidad de mi carrera. Incluso con mi falta de sueño, no soy tan imprudente de ir a toda velocidad y arriesgarme a chocar con alguien para salir lastimado. Pero tristemente, hay gente que no piensa lo mismo que yo. Al doblar una esquina, una chica casi se estrella contra mí.

El color de uniforme era igual al de mi colegio, no recuerdo haberla visto antes. Sé que llevas prisa pero no deberías cruzar sin ver a ambos lados. Ella tenía un pan de molde en la boca, no entiendo la referencia. Sin duda hay mucha gente despreocupada e irresponsable.

Quería rogar a dios para que llegara sin contratiempos, pero veo que ya no es posible. Mientras esperaba a que el semáforo cambie para cruzar, oí un anormal ruido. Provenía de una de las llantas de un camión, el cual se curvaba peligrosamente. Presintiendo lo peor, tome mi distancia y me aleje del borde de la pista. Pero un joven distraído, por la PSP que llevaba en la mano, adentro en la pista sin notar al camión.

No lo pensé dos veces, jale de su camisa hacia atrás. Justo en ese momento, el mismo camión de antes, pasó rosándole la nariz y terminó estrellándose contra un poste. La calle se llenó de abucheos y demás ruido, así que rápidamente me retire de aquel lugar. El joven a quien salvé yacía sentado en el suelo, su mirada estaba fija en el camión que estuvo a punto de atropellarlo. Particularmente estaba viendo el PSP que había sido aplastado por el camión.

--(¿Incluso en tal situación, te preocupas por tu consola más que en tu vida?)

Luego de alejarme de un montón de miradas molestas de admiración, entré a un restaurante y ordené uno de mis platos preferidos. El local no era particularmente caro por ello, los precios estaban cómodos y pude darme el lujo de comer carne. Satisfecho, me dirigí entonces al colegio.

Mientras caminaba por la zona central de la ciudad, algo me llamó la atención. Estando a punto de entrar en un callejón estaba una mujer. Por su apariencia, no parecía que hubiese mucha diferencia entre nuestras edades. Era bastante atractiva y por la ropa que vestía, sin duda provenía de una familia de buenos ingresos.

--Disculpa, ¿Estas perdida?

--¿Eh? Si. E-estoy buscando tal lugar…

Al ofrecerle ayuda, ella respondió con una sonrisa y me contó algunas cosas demás. Fue sutil, pero me di cuenta que esta chica no estaba acostumbrada a la ciudad. ¿Cómo puedes contar algunos detalles de tu vida con tanta confianza?

Tal como parece, ella se había mudado a este país hace poco. Se notaba ligeramente su acento extranjero y, al parecer, la persona con quien compartió el taxi le recomendó tal lugar para trabajar. No sé qué le habrá dicho esa persona para convencerla, ¿pero no es algo sospechoso que dicho lugar sea dentro de un callejón?

--…eso realmente me ayudó mucho. Las personas de aquí sin duda son muy agradables, hasta el taxista que me trajo, fue muy amable para traerme a este lugar. Llevaba ya más de 20 minutos buscando por toda la cuadra y resulta que estaba aquí. Muchas gracias.

Tal vez deba dejar de meter mi nariz en asuntos de otras personas, pero en esta ocasión no pude evitarlo. Antes de que ella se alejara demasiado, la detuve y después de un breve intercambio de palabras, la convencí para ir a comer algo.

--Bueno, supongo que tengo tiempo para tomar algo…

--Si, además, aún es muy temprano. Por algo no hay gente merodeando por ahí. Seguro que todavía no llegan los trabajadores.

--Ah, entonces, gracias por tu invitación.

No sé si lo llamaría sexto sentido, instinto o percepción; Pero hay algo que me ha estado molestando desde hace rato. Particularmente, era la mirada de un taxista que estaba cerca de donde nos conocimos. Normalmente lo hubiese ignorado si es que este individuo, no nos hubiera estado espiando por más de 10 minutos. Ese fue el tiempo aproximado que estuve conversando con la señorita extranjera.

Al momento de entrar al local de comida, le pregunté disimuladamente sobre el individuo que la trajo. Para ser más exactos, su apariencia. A continuación, me sorprendí ligeramente al notar que dicha descripción, encajaba perfectamente en el taxista que nos estaba observando anteriormente.

--El hombre que la trajo, ¿dijo que la iba a recoger?

--No realmente. El señor me trajo desde el aeropuerto hace unos días. Tengo entendido que trabaja con la misma empresa de transporte del avión que me trajo. Hay mucha gente viajando así que no sería tan mala como para tenerlo esperando durante tanto tiempo.

--Ya veo. Entonces, escucha atentamente…

Cuando le expliqué tal detalle, la expresión de su rostro cambio a una confundida. Y en ese mismo instante, en el local de comida rápida, entraron tres jóvenes. Hay unas cuantas personas dentro de este local, pero entre ellas, hubo ciertos individuos que me llamaron la atención.

Primero estaba un hombre de edad media, obeso y con un celular pegado a la oreja. Lleva buen rato hablando por el celular, tanto que no sería sorpresa que su acompañante se aburriera y terminara su comida para irse de una vez. Cosa que no fue así. Aquella segunda persona, al igual que el señor obeso, portaba un traje formal. Su estatura era mayor y a diferencia del otro, este era calvo.

Y tercero, entre los jóvenes que entraron, inesperadamente, uno de ellos tenía puesto una camisa. Por su apariencia, diría que son pandilleros y no tendría ninguna duda de que lo fueran si tan solo no llevaran ropas de marca.

Es común toparse con esta clase de jóvenes, lo que sí es raro, es ver a tres con ropa bastante cara. Hasta donde sé, unos simples jóvenes como ellos no podrían permitirse tales lujos. A menos que fueran hijos de gente millonaria pero, ¿alguien de tal calibre entraría en un simple local de comida rápida? Lo mismo va con los hombres de apariencia extranjera; el Señor Obeso y el Señor Calvo.

Cuando terminé de explicarle a la chica extranjera sobre que es probable que la estén siguiendo, se mostró visiblemente nerviosa.

Ahora que lo pienso, hay algo extraño en esta chica. Su comportamiento refinado fue notorio al comer con elegancia. Aunque lleva puesto un par de lentes y sombrero de estética escocesa, su piel sin una sola imperfección la delataba.

Esta joven es posiblemente alguien famosa que quiere pasar desapercibida entre la plebe. Si es así, sería normal tener guarda-espaldas vigilándola todo el tiempo. Sin embargo, las miradas que dan estos hombres, estratégicamente colocados cerca de la entrada, es bastante hostil.

--(Esto es malo…)

No sé porque esta chica se pone nerviosa ahora. Hasta donde lo noté, es bastante despistada y puede que, también algo tonta. Dudo mucho que haya entendido lo que dije con tantas indirectas que le mande. Hasta se me cruzo por la mente que ella quizás esté nerviosa porque, al invitarla a tomar algo, ella pensó que yo la había reconocido. Francamente hablando, no estoy al tanto sobre personajes famosos así que, no tengo ni idea de quien pueda ser.

Las miradas que de vez en cuando da hacia mí. También se le nota inquieta al cambiar constantemente de posición y por ultimo; no ha dicho ni una sola palabra hasta ahora. Y aunque yo, le estoy contando amablemente sobre la cultura de este país tal y como ella me lo había pedido, solo responde sistemáticamente. “Sí”, “no”, “se ve interesante”, “tal vez”, etc.

En lo que estaba conversando con ella, más personas entraron al local. Por su apariencia, son solo gente normal. Una familia para ser más exactos. Aproveché el leve momento de distracción en que los hombres enfocaron su atención en las personas recién llegadas, para analizarlos con detenimiento. Y tal como lo imaginaba, estos cinco están en la misma banda.

¿Qué me hizo pensar eso? Pues, cada uno tiene en el bolsillo de su camisa tres lapiceros en particular. Colocados de la siguiente forma; empezando por el rojo, luego blanco y por último, azul; formarían la bandera de Francia. Todos estos tipos tienen, ocultado bajo sus casacas, exactamente la misma posición de colores.

El acento de esta mujer sin duda es el francés, aunque es posible que estos sujetos hayan venido con ella, las miradas dirigidas hacia ella indican otra cosa. No lo pensé más y tomé su mano, aprovechando la multitud de gente que estaba entrando y saliendo, escapé de aquel lugar con ella.

--Respóndeme con sinceridad, ¿viniste aquí acompañada?

--¿Eh? ¿A-a que te refieres?

--¿Guarda-espaldas o algo?

--B-bueno…

--Tu silencio te delata.

Tal y como sospechaba, al salir, los tres jóvenes que entraron empezaron a seguirnos. Mientras caminábamos rápidamente, empecé a cuestionar a la francesa. Ignorando el hecho de que estaba sonrojada, me detuve y la miré fijamente a los ojos.

--Así que eres alguien famosa… tal y como me lo imaginaba. Pues señorita, tendrá que hacer todo lo que diga. Ya que, hay un grupo de sus admiradores persiguiéndonos.

--¡¿C-cómo lo supist-?!

--Por algún motivo, te has escapado de tus guarda-espaldas y ahora, un grupo de gente mala trata de acosarte.

--¿Eh?

Cuando estaba conversando con ella dentro un callejón, tres hombres empezaron a perseguirnos. Eran distintos a los otros y el problema con estos era que, portaban armas de fuego. Inmediatamente tomé la mano de la chica y empezamos a correr. Evitando lugares abiertos o donde estemos solos, finalmente terminamos bajo de un puente.

Ella estaba bastante agitada y no pudo evitar desplomarse en el suelo. Luego de unos minutos, pude oír varios pasos por sobre encima del puente. Le cubrí la boca al ver que ella estaba por decir algo y en silencio, esperamos a que el grupo se fuera. No lo había notado hasta ahora, pero ella traía puesto una peluca. Bajo la falsa cabellera de color marrón estaban brillantes hilos dorados. Una rubia, ¿eh?

--Ahh, realmente… mis fans son bastante molestos.

--¿Así que no te has dado cuenta que intentaban secuestrarte?

--¿Eh? Estas bromeando como…

--…

--¿E-en serio?

Supongo que podría llamarlo suerte, escapar de una banda criminal. Sin duda, mi vida está en peligro ahora. Si salimos ahora, es posible que nos encuentren. Pero estar aquí todo el rato tampoco es bueno.

--Oye, vi que en tu bolso traías otra peluca, póntela.

--¿Eh? ¿Porque?

--Ellos han visto a través de tu increíble disfraz. En cuanto a la otra peluca que llevas, préstamela.

--¿Para que la quieres?

--Para ponérmela, ¿para qué más?

Debido a que era una peluca de mujer, saque de mi maletín unas tijeras y la corté. Ahora, me veo más normal. Ignorando las quejas de la señorita, procedimos con nuestro escape. Ya incluso me había olvidado por completo asistir al colegio. Bueno, que importa, recién ha pasado una semana desde que iniciaron las clases de todas formas.

Luego de alejarnos de la parte central de la ciudad, entramos a un café para saciar nuestra sed. O mejor dicho, la despreocupada señorita quiso probar bebidas de los plebeyos. Mientras bebíamos le dije que llame a alguien para que vengan a recogerla, así que ahora, estamos esperando.

--¡Ah! ¡Esta amarga!

--Es porque no le has echado azúcar. Dios mío. Ten.

Omitiremos la parte donde ella me agradece y me habla sobre su vida. También nos saltaremos las presentaciones porque, es aburrido. Cuando vi la hora en mi celular, este marcaba las 12 del mediodía. Ya veo porque me empezó a dar hambre. Sin duda, el tiempo avanza cuando eres perseguido por un grupo de matones por más de una hora. Aquello sigue dejándome paranoico.

Perdimos a nuestros perseguidores muy rápido y de forma fácil. De lo que eh visto en las películas, los mafiosos hasta enviarían helicópteros por nosotros. Ya me canse de decir que fue suerte.

Entre mis pensamientos, un ostentoso coche negro se detuvo frente al local de donde estábamos. Dos hombres vestidos de negro salieron y se acercaron hacia nosotros.

--¡Señorita! Hasta que por fin la encontramos. ¿Dónde se había metid-?

El hombre detuvo sus palabras al verme y antes de que intentaran algo hostil contra mí, la señorita intervino. Luego de una larga discusión, en la que incluían berrinches, la señorita se subió al coche y se fue.

Oí unas palabras de agradecimiento al momento de que ella se fue. A diferencia de antes, su nerviosismo había desaparecido. Incluso, intercambiamos números de teléfono y correo.

--Esperó que no volvamos a encontrarnos, Camila.

Luego de tomar un respiro, me dispuse a regresar a mi casa luego de hacer algunas compras. El resto del día me la pase leyendo en mi habitación. Después de eso, nada más paso.

O al menos, no hasta esta noche. Serían las 8 de la noche supongo. Debido a mi falta de sueño me había acostado temprano, sin embargo, fui despertado por algo. No sé qué habrá sido, pero algo me dijo que no encendiera la luz. Aquello estaba en lo cierto, porque en la puerta de mi cuarto, en el suelo, vi una sombra. Gracias a la luz de afuera, pude ver con claridad la sombra de un par de piernas, exactamente paradas frente a mi puerta. Yendo en silencio, lo confirmé. Si aquellos tipos venían a por mí, ya tenía en la mano un par de nudilleras.

Felizmente, la persona tras la puerta se fue luego de un rato. Aquella noche, nuevamente, no pude dormir por mi paranoia.

--¡Demonios, olvidé ir al trabajo!



En aquella noche, fuera de la habitación de Walter, una joven estaba parada frente a la puerta. Su nombre era Camila y con una edad de 17, era una actriz de televisión. Una chica bastante talentosa y competente, que ahora, nerviosa no sabía cómo acercarse a la persona que lo salvó el día de hoy. Bajo el pretexto de agradecimiento, ella quería seguir conversando con Walter.

¿Que como sabia donde vivía Walter? Es hija de un hombre millonario, por lo tanto, ella ordenó que investigaran la vida privada de Walter.

--(E-está bien. Solo quiero agradecerle por lo de hoy. D-definitivamente, no tengo algún otro motivo.)

A simple vista podría parecer solo una doncella enamorada.

--(R-realmente, no me había imaginado que vivieras en tales condiciones.)

Ella miraba fijamente la puerta mientras que la veía con lastima, se lamentaba por Walter.

--(Pero no te preocupes, voy a ayudarte como tú lo hiciste por mí. Puede que sea algo insignificante para ti, pero para mí fue bastante especial. Hehehe…)

La tierna sonrisa de la joven poco a poco se iba quebrando.

--(Hehe, que bueno que padre haya aceptado mi transferencia a este colegio…ahora podre estar junto a ti… No, definitivamente vamos a estar juntos. Si tan solo hubiese alguna habitación disponible podría haberme mudado aquí. Hehehe no importa.)

Cuando ella estaba a punto de tocar la puerta, su celular empezó a vibrar. Ella lo tomó y luego de una breve conversación, Camila asintió y luego curvó sus labios. Y sin más, se fue en silencio luego de dar una última mirada a la puerta de la habitación de Walter.

El mensaje trasmitido por el celular fue el siguiente:

--<<Ya instalamos las cámaras en la habitación de Walter tal y como ordenaste.>> 

July 24, 2017, 2:42 a.m. 1 Report Embed Follow story
2
The End

Meet the author

Comment something

Post!
EL Efraín Landáez
Man me gusto tu historia corta, sigue asi amigo :D
July 26, 2017, 00:25
~