1566617928 Francisco Rivera

Sea esta forma de aclarar contrasentidos en el acto libre de encontrarse enamorados y pasar a ser novios en hartazgos innecesarios...


Romance Contemporary For over 21 (adults) only.

#-Noviazgo
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De los novios... y otros relatos.

A los lectores de ambos sexos:


Se presenta esta narración para sugerir un tipo de relato dedicado al factor del amor y de lo amoroso entre quienes aceptan conjugar el noviazgo.

Esperemos que sea, de su agrado, y lectura amena, por igual.


Noviazgo y teoría del noviazgo en propio hartazgo.

I


Dada una decisión final entre teoría del sueño y horas deducidas, todo querer parece transitar hacia un querer propio de la chica que enamora.

Surge así la general preocupación en ella.

Si ha de responder a su amor con sello afirmativo, en su defecto espere saborear zozobra intemperante en punta de iceberg, como sazón de henchida negación para maldita la cosa si hace fina observación de la conducta de la dama o si precisa duda perruna respecto de en qué proporción o cuánto sienta usted ser amado, sin lograr quitar el peso de siguiente monomanía que lo delata:

— ¿Y, si no me ama, como creo amarla…? —, dice así, mientras vuelve a retorcer sus dedos, por quinta o décima vez.


Si hay lugar para hacer pesaroso silencio, haga ruido endemoniado en corazón acelerado o bien, en presto tronar huesos articulados de tan traviesas manos, como si tratara tronar nueces necias cuyo sinsabor resuelve o condena sentimiento restante por salir desde cada poro de ese cuerpo amante y enajenado.

En siguiente duda apremiante, resuelva o condene irresolución propia sobre, si comer o no comer ácidas cáscaras, como tampoco haga remedio a toda imploración a Dios para bendecir y sacudir ese tozudo amor a cuatro vientos que usted ostenta con reparos sufrientes.

Más entonces, también esté cercano hacer mortaja con omisión de respuesta de su ángel, quien recuerda ocasión cerrera y acre despecho si la ve feliz enamorada y la siente realizada en otros brazos más ajenos que los propios, donde el corazón y algo más de ella sola permita, cuántas veces lo requiera, que ese amor la ame sobre sí o bajo sí, dada la emoción que usted no logra propinarle aún en plena y fogosa intemperancia...


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Teoría del noviazgo en propio hartazgo.

II


Indefinida esta, todo mundo en posibilidad de hacer batir corazones parece suscribir exposición de sentimientos, pese a mostrar vertidas diferencias cuando opinan acerca del amar en amor o del amar amando lo que apenas se ama.

Esta teoría del origen del noviazgo ajeno estructura evolución y contra sentidos vanos donde no suelen conjuntar razones suficientes de cuánto ocurre mientras se ama.

Su universo amoroso es diverso botón de muestra ante otras cuestiones intrincadas para transmitir finalidad oral y, con o sin ganas suficientes, escuchar en todo momento, un credo útil o necesario para dirigirse a tanta gente enamorada.


En vista de la manifestación de muchas y variadas interrogantes sobre cómo desarrollar teoría del noviazgo agradecido, debe evitar en lo posible caer en impropio y mercenario hartazgo por demás manido.

Charlas y discusiones hacen multiplicados lances entre novios nada teorizados, pero también en oportunidades al millón multiplicadas para sólo ilustrar y colegir la extracción de su entera conclusión donde la ausencia de razonamiento parte de su echo, indicio o supuesto amor necio, respecto de lo que ahí o allá ocurra en hartazgo precipitado de algo siempre ausente desde su principio general al pasar a ser ejemplo de incontables novios en amor y enamorados de ese amar en los amares no correspondidos.

Si han amado o se están amando, quizá deban estarse conjugando o debiera amarse a deshoras, tantas veces que resulten necesarias y hasta probable resulte que olviden o reiteren recuerdos indiferentes entre hubiera y aún debiera haberse consumado más amarse sin conteo y, por tanto, otras posibles conjugaciones que ahora omito sean, acaso, inconvenientes dentro del relato de lo amado y lo amoroso dado.


Y, aunque sustancialmente el contenido amatorio es el mismo en todo el mundo, sean ejemplos oportunos de ilustrar y hasta de ampliar errores y aciertos, esperanzas y condenas.

Ediciones y reediciones de cuánto se discute e improvisa al sólo latido de millones de corazones que han o hayan servido poco y nada, para aclarar cosas de teoría del noviazgo en propio y mal habido hartazgo innecesario.

Si cada amante encuentra luz u oscuridad reinante en sentimientos enamorados, no será él o ella persona única a quién ocurra tener sentidos encontrados con amor y, acaso también, con y sin lloriqueos vanos.


Solos, mal acompañados o compartidos infructuosos por lo dedicado a tan sublime problema del noviazgo teorizado, propio e impropio hartazgo llegue a ser bien, nunca mal celebrado.

Así, ocurre también su milagro aparente cuando predomina y existe en cada universo de corazón estructurado, justo donde late, bulle y hierve un palpitar enamorado, regido por gobernanza contradictoria de propio hartazgo amoroso en cada noviazgo teorizado.

Sería mucho esperar que todo problema casual pudiera resolver con crédito a la palabra enamorada para ensamblar en propia amatoria agraciada, ser un campo de batalla trastornado y con pérdida de la amatoria batalla, ya diezmada, bien entregada, rendida y dispuesta a rehacerse furia para amar de nuevo, como si se abatiera enemigo nunca amado por entero, ni tampoco negarse ese hartazgo para guerrear y morirse enamorado.


Debe insistirse en cada novio o grácil novia que bien se ama, nunca enamora en posesión de toda verdad absoluta del amor y del amar que resulte perdurable.

Los astrólogos del mundo entero luchan cada día en adivinar mejores suertes a cada teórico del noviazgo en propio hartazgo enamorado.

Esa pugna vuelve actual cada mundo y universo del amor, siendo mil remedios y modelo vasto atenido a teorizar en el actual mundo vuelto propio universo abrupto donde alienta la conjugación del noviazgo enamorado ante propio hartazgo de lo amado.


En otro orden de medios, para lograr amar y vivir, como para amar y morir enamorado, puede surgir la discusión agria y gris de una crítica y contra crítica para teorizar noviando en propio e impropio hartazgo arrebatado.

Dicha palabra, en propio sentimiento arrobado, teoriza amor agraciado o desafortunado del noviazgo desaforado, hipotecado o mal habido en propio hartazgo serenado.

En otro caso inopinado, hay universo enamorado en desborde encarcelado y arroja medios de progresos fracturados sin lograr progresos apropiados que hagan peso necesario a tal teorizar noviazgos ensartados, cual impropios actos de hartazgos enamorados.


Discusiones por doquier y críticas insanas como teorías opuestas a rivales enamorados, descubren defectos y ventajas de esta teoría del noviazgo merecido, debido a férrea fe en todo hartazgo bienvenido, aunque atroz e inmerecido.

También es propio de cada amante expectante teorizar aparte y proseguir en forma o fondo deformado, y esperar a que toda persona enamorada adelante un ápice en propia técnica de observación amante para descubrir en propio instante si hay rama, señuelo o flama en la cuenca del amar sin precipitarse, ante ese abismo teorizado del ennoviarse en propio hartazgo escamoteado.

Atendiendo y quizá, confabulado la revisión del alma trastornada, vuelve gracia y donaire a la teoría del noviazgo sin otra propiedad habida que aquella otra de evitar hartazgo en todo amor amenazado.


Nadie sabe o acaso supo antes bien si hay reserva alguna o sorpresa grata para reventar de soberbia sana, en este campo del noviarse en tal teoría u holgazanear en bruto sin encontrar un gramo de hartazgo enamorado.

Es difícil de creer que así sea cada episodio de teoría en noviazgos infinitos donde pace un beneplácito sentimental que mantiene y soporta cada amor en propio peso entregado.

Evidencia hartazgos de plenos desamores o propios defectos de amarse holgando y amar confabulado sin reparar que fructifican más los amantes que así se aman en todo punto teorizado y en batiente hartazgo enamorado.


En fin, sea preciso debe mantenerse abierta toda mente enamorada para recordar cuando sea hora debida o indebida en que tal teoría del noviazgo generalizado evite ser presa en propio hartazgo celebrado.

Y aún encuentre adeptos en disposición primera o en espera de evidencia santa sin refutación alguna, cuando sea preciso sobrevivir sin precariedad del alma, a buen recaudo y con mejor muestra de amar amando en expansión debida de lo amado.

Eso recuerda grato sentimiento para estar bien acompañado y en acto de teorizar todo universo de la teoría del noviazgo en su propio hartazgo enamorado.


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Novicias y novicios enamorados.

III


Todo mundo conoce principios de enamoramiento propio o ajeno.

Lo que enamora a unas, quizá reside en lo físico que agrada el alma y arroba el corazón para amar cuándo es debido.

En caso opuesto, quizá sea la figura, el talante y los dones entregados por la madre naturaleza en cada ejemplo de varonil presencia o de rasgos físicos, intelectuales o morales que hacen a no escasas de ellas, suspirar por todas partes.


Acaso sea dicho, lo que llama la atención ante insospechados silencios del ser ajeno a su propio ser, sea visto a distancia prudente para juzgar de manera conveniente todo aquello que más llama la atención del prójimo cual prospecto próximo y amado en perspectiva.

Sea la percha u otros dones que aquí se obvian, pero que ellas auscultan con miradas de veloces recorridos de cuerpo entero, y hacen conjeturas de dos mil colores.

Desvelan imágenes sin atavismos ni atavíos que escondan lo que los sentidos entienden por cuanto se posee, en cantidad, energía y deseos de acariciar más en privado lo que en público sólo se muestra, cual bocado donde corre la sola pulsión de lo inesperado.


En novicias mil, suele pensarse que es posible llegar hasta el fin de un precipicio sin detenerse ante el coste de sacrificios entregados cuando, sin remedio alguno suele acompañar a tal caída el desvelo de la ofensa ante el permiso solícito de comerciar con acentuación indebida, siendo gama de galantería dedicada al novicio, que toma lo que se ofrece como regalo del cielo, precipitado.

O bien, presiona lo indecible a la novicia para tomar las inconsecuencias de sus actos de modo irresponsable, volviendo necia licencia y pernicioso ser ese tenedor de la virtud entregada.

¿Debe hacerse feliz fingimiento de amores fatuos entregados a comunes pareceres que no discurren lo que dan o cuánto reciben por lo dado y acaso, desfogado?


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Ya lo explicamos:

IV


En el amar de quien se trate, sea mujer ante hombre novicio o viceversa, es preciso detenerse y preguntar lo subsecuente:

¿Se debe llegar hasta el fin de lo que se ama?

¿Por consiguiente, de lo que se permita amar para saciarse?


Pero también:

¿De lo que se esté dispuesto afrontar dentro del amarse de manera extrema?

En el pasado, papel y pluma bastaba para escribir palabras de amores encendidos hacia las novicias del ayer casi olvidado.


Hoy, a través del teléfono celular y desde los caracteres admitidos, de los mensajes enviados hasta los números particulares facilitados, quienes se aman, no obstante, suscitan siguientes interrogantes:

¿Se ha perdido la locura, aturdimiento, alegría desbordante, ingenio en doble o triple sentido y simpatía a raudales, entre novicios y novicias en relación ante esa aproximación a la galantería encendida que se dirige hacia ellas, de manera exclusiva?

Aclaro lo siguiente: no aludo con tales denominaciones a quienes se encuentran ordenados en sentido religioso-espiritual.


Sino ante adolescentes, jóvenes y adultos de ambos sexos quienes atraviesan ese estado de amar, fingir amar o empecinarse amar de un sólo lado, sin recibir, tolerar o aprender a ser recíprocos sentimentales.


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A los lectores de ambos sexos:


Se presenta esta narración como un acto de escritura mecánica, justo un día en que repasé un diccionario, pues la abulia y cierta curiosidad me dieron la idea de sugerir un tipo de relato dedicado al factor de la palabra y su significado y sentido.

Tal ejercicio puede gustar o no, estar acorde o en desacuerdo, pero como terapia, me ayudó a destrabar un necio silencio de escritura y exprimir neuronas debido al estado de retracción social de maldita la cosa durante 2022.

Esperemos sea de su agrado y, quizá, por ser experimental, la lectura no resulte del todo, amena, pero la expongo par posible mejora de comprensión lectora.


Acotaciones

V


Pazguato no es pez, ni gato.

Monigote no es Mónica, ni cogote.

Calzo un par de chinelas y abadejo, cuezo.


Hay bacanal en rancho y no acudo porque aseguran que mi persona es menos que bacilo.

Lavo baza y evito mojarme pies de suela con microbio por lo bajo mientras rocío cenizas de ocote completamente ardido.

El báculo de mi Tata hiende la tierra, hace su bache de badulaque y ante tamaño botarate no comprende mi pobre intelectual bagaje.


Mi abuela reniega bagatelas y avienta residuos de comida donde encuentra porqueriza.

El perro corriente es bravo, y mi Tata exclama que es bagual de pocas, muy pocas pulgas.

Por la tarde me dirijo hasta la rada para bailotear ante su intemperie.


Hay quebranto de emociones y bajar de corazones que se quedan en cada choza, donde espera y desespera la moza que otea sola ese horizonte.

Vigila regreso del bajel donde aviste el amado que procede del bajío, una condición de no mostrarse bajo o indigno del amor de la que espera con tiento, pero inesperada bala imprecisa deja dos amores baldados para siempre.

Por ahora, y dónde sólo conserve escenas de fanfarronada amorosa el varón titubea, minutos antes, declarar sentimientos sin contoneos abruptos, para no sopesar báscula de afectos y después muere al confirmar que el tino del tiro hace mascullar entre dientes de moribundo un amor no confirmado, para ya no más tornar a ser depósito vivo de corazón amado en esa joven mujer desventurada.

No en balde, mal abrigo de esperanzas hace inútil lo que encuentra repleto de oprobio, pues también balea aquel inútil sentimiento, ahora frío y tendido despersonalizado.


Me parece que, hasta hoy, queda, balanza o pelota flotante, plena indiferencia ante la balsa que sigue su curso.

Asiste a lo ya atrofiado por desconsuelo, donde expone desnuda y falsa muralla, baluarte del amar verdadero mortalmente burlado ante otra dama, cegado.

Ahora, la sabiduría de la abuela refiere a la nieta que espera, en esa obsesión señera y otea horizonte sobre cuánto expone su exclamación de plañidera:


— ¡Hija, no desesperes por el mismo hombre que cada tarde esperas!

¡Mejor a otro considera y haz balumba de recuerdos amargos, hecho montón de promesas!

¡No bambolees petulancia y seca ostentación que obsesiona seso, apaga corazón y humedece sentimiento de volver ante un amar lo indiferente, y no, a nuevo y siguiente amor que corteja!


Y en diciendo esto, va hasta la penca de bananas; recoge antigua muñeca de trapo que sobrevive ajena a su bancarrota de tedio y olvido de cuando chica la cual adoraba en esa fuerza del corazón de niña, justo antes de ese despertar a la curiosidad de vida en el amor primero.

Entonces, el Tata y su manojo de recuerdos ancestrales pasa a tomar asiento en banco burdo y toma pensamiento en banda del firmamento estrellado.

Reluce bandada de nubes iluminadas por Luna montuna, que vadea cielo con destellos argentados.


Su vista se arroba, dispone ingeniar pasar rato con bandeja repleta de peces, acociles y almejas en recuerdo del pabellón de pasado belicoso, cuando mostraba paso de sostenedores de banderola color escarlata, recuerdo agridulce de aquella aprehensión de grupo bandolero entonces por él capitaneado.

Ahora lanza en tarde henchida de lo común, edicto salteador mientras músicos tocan con bandoneón, guitarra y tresillo al cantar la suerte aciaga del banquero ajusticiado.

Coloca después en ajeno alza pies depositado arrimado al festín de su peculio, y queda evidencia de bañadera mojada en propia sangre de rico y antigua persona adinerada.


Es prueba de inmersión y como ingrato baqueano acostumbra a fastidiar su zangoloteo cambista, en perjuicio capitalista de gentes empobrecidas como ahora se atiene así, a mi Tata y abuela postrera.

Ellos, en aquel pasado tiempo, hicieron modo, clamor de venganza y heredad de la tierra para legarla a la descendencia, quien hasta ahora ignora lo pasado, porque eso, nunca de los nunca se ha platicado, a cómo aquí se declara.

Y se entristece de ver lo que aún espera la moza de ese amor cautivo por otras razones que supera con creces y enredadera de piernas, abrazos y zalamerías amatorias, que han de resultar en otro momento, igual a lo que ahora se padece... en helor, rencor y vientre infértil sin abono de semilla futura.


CONTINUACIÓN:

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Nov. 5, 2021, 5:18 a.m. 0 Report Embed Follow story
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