paulina-chavez732 Lina Garvez

Entre la espada y la pared, Ellie es incapaz de intervenir libremente cuando ve a su aprendiz en peligro. Debido a su destino marcado como Reina, Ellie se pierde entre las tinieblas al no saber cómo actuar, pero un destello de luz va a su llamado para destruir todo a su paso.


Thriller/Mystery Not for children under 13.

#witchtober #challengeroctubre #fantasia #332 #cuento-corto
0
324 VIEWS
In progress - New chapter Everyday
reading time
AA Share

Antídoto

Los días pasaron, el trabajo disminuyó perturbadoramente jamás pensé en terminar tantos documentos en tres días, valla la sorpresa. Hoy es el día que el Rey de Lacrima llegó, sin presentaciones pasamos a uno de los jardines del palacio Imperial, dentro del invernadero de cristal más específico una glorieta de color rojo marrón y con unas tejas de azul marino cobalto en medio del jardín adornado de enredaderas de flores en los pilares y con una mesa cristal y sillas de madera para el té.

- Yo diría que es tarde, pero… Bienvenido – haciendo una pausa Ellie le da la bienvenida a Brunno con una sonrisa en su rostro.

Brunno solo termina sonriendo por las ocurrencias de su antigua amiga, quien hubiera creído que aquella era esa chiquilla llorona.

- Gracias…. Princesa – habló Brunno.

- Oh, ja, ja…. si te dijera que tenía mucho sin escuchar ese apodo – riendo con la dulzura que la caracterizaba mencionó Ellie, - Brunno no quiero ser descortés.

- Nunca lo serás, mi lady – interrumpió Brunno en broma.

- Entonces, porque lo haces más largo. Tú mismo dijiste que era urgente, pero en vez de usar los portales interdimensionales personales decidiste usar los portales normales haciendo casi un viaje de dos días – sin darle tiempo de hablar a Brunno – lo peor es que al llegar lo tomas como un juego cuando sabes que no puedes engañarme – terminó Ellie desviando la mirada.

- No es que quiera engañarte, solo no quiero preocuparte. Después de todo siempre serás una llorona – parándose de la silla de acerco a Ellie para tomar su mentón y subir su rostro para que lo mirara de frente, - Yo, y todos aquellos que te conocen saben que nada podrá pasar desprevenido de la princesa. Pero, lo último que deseo es verte sufrir en vano.

- ¿en vano? – cuestionó, - quien eres tú para decir que es en vano, eso lo decidiré yo y solamente yo – moviendo bruscamente su rostro a un lado para soltarse del agarre de Brunno en su mentón, - Tu vida, no es solo tuya y por ello jamás debes olvidarlo.

- ¿Cuándo te diste cuenta? – preguntó Brunno, tomando nuevamente asiento frente a ella.

- Desde que pusiste un pie en la entrada, no fui difícil desprende mucha energía desagradable.

- Fue… todo fue demasiado rápido. No hubo tiempo de preparar un ejército y mandarlo estaban a punto de travesar una de las murallas del reino y cerca de ahí esta un pequeño pueblo agrícola, - redactó Brunno, Ellie solo escuchaba lo sucedió, - tome las armas y junto con Amarandy y un pequeño ejército nos dirigimos directamente hacia allá con una tele portación instantánea en las afueras del pueblo armamos una base de operaciones….

- Brunno, ¿Qué paso? – preguntó Ellie, cuando Brunno dejo de hablar de repente.

- Todo iba bien, pero de pronto una masiva caravana de orcos, ogros y globins se hizo presente cuando de principio solo luchábamos con aberraciones de monstros. Ellie, ellos no… me posicione al frente de la cuadrilla para terminar con esto de una vez, con llena y Amarandy protegiendo mi retaguardia desfunde mi espada y empecé a atacar sin demora – habló Brunno, pero su mirada está ausente como si una vez más lo estuviera presenciando.

- Brunno – susurró Ellie, tomando una de sus manos que se encontraba en la mesa de cristal, - todo está bien, después de todo estas aquí conmigo – al escuchar sus palabras de aliento Brunno le regalo una sonrisa, aquel recuerdo aún está presente y por un momento pensó lo peor.

- Ellie, todo era muy fácil, hasta derrotarlos. Ellos de pronto retrocedieron y cuando estaba a punto de reclamar la victoria me di cuenta de mi espada, la espada esta absorbiendo la sangre de los enemigos eso no era posible cuando quise hablar ya me había desmayado – Ellie no podía creer lo que le contaban después de todo su espada era especial.

- Cuando me desperté ya había pasado dos días, si no fuera por el jugo sagrado que portaba Amarandy hubiera muerto en ese instante – dijo Brunno incapaz de creer lo que sucedió.

Aquello le resultaba difícil de creer a Ellie, la espada que portaba Brunno era tan especial que la condición de usarla solo podía ser activada por él. Si todo aquello de lo mencionaba era cierto eso quiere decir que solo buscaban llegar al rey para acabar con su vida y su sangre era el medio de la maldición.

- Brunno, ¿Puedo? – cuestionó Ellie, Brunno no tenía que escuchar más para saber lo que pedía.

Aun sentado tomo la espada en su funda para colocar la en la mesa de cristal a simple vista la espada estaba reluciente, pero las personas ahí presentes eran todo menos normales y ellos son capaces de percibir aquel hedor que provenía de la espada.

- Brunno – pronunció Ellie, quien dio la orden de que Brunno desfundara su espada. Posando la funda a un lado del respaldo de la silla.

- Parece no tener nada anormal, eh princesa – dijo Brunno en el intento en vano de bromear con la situación.

- Es bastante grave, aun se percibe aquel hedor y no solo eso. Brunno la maldición aún está presente – habló Ellie al ver la espada detalladamente sin tocarla en algún momento.

- Cht – chasqueó Brunno al escuchar las palabras de Ellie, él sabía que aún no se rompía la maldición pues el mismo era la confirmación de sus palabras aún se encontraba en aquellos sueños de un mar de tinieblas, - entonces, no existe cura alguna o es más complicado de lo que pensábamos.

- Pero, qué dices. No existe maldición que no pueda ser rota y tu espada solo necesita su antídoto – dijo Ellie desfundando una pequeña daga dorada con inscripciones en griego de su cintura, - y mi sangre es la mejor poción que puede existir – termino para pinchar su dedo índice de su mano izquierda.

Una gota de sangre rojiza oscuro se hacía visible y dejándola caer en la espada, gota tras gota fueron manchando la espada y un humo negro salía de está desapareciendo completamente en el aire sin dejar rastro alguno, no tomo mucho tiempo aproximadamente unos pocos segundos después la espada había sido limpiada con la sangre de Ellie con un Brunno preocupado el no planeaba usar a la misma reina para eliminar la maldición presente.

- Pero, princesa que hiciste – habló Brunno preocupado por la acción de Ellie, para tomar un pañuelo blanco de su chaqueta y con su otra mano tomar el dedo pinchado para posar el pañuelo en su dedo y limpiar la sangre que aun goteaba.

- Tranquilo sanare en unos días. Bien sabes que la cura más rápida siempre será mi sangre, aunque a la mayoría este en contra de ello.

Después de eliminar la maldición de la espada que ataba a la vida de Brunno, ambos continuaron charlando de la situación que se aproximaba y el peligro presente a los reinos aliados. Ellie confiando en las palabras de Brunno le dejo que se encargara de esto no sin antes que cualquier información que tuviera sobre el caso se le informara inmediato y no tomara las cosas a la ligera.

- Tranquila Ellie, ten por seguro que te informare de todo y serás la primera – dijo Brunno ya fuera del palacio con una Ellie despidiendo lo.

- Brunno se cuidadoso y si no fuera porque pronto llegara el nuevo aprendiz también tomara parte del asunto, aun así, estaré confiando en ti como siempre.

- Pero, princesa que dices haces que sonroje – dice Brunno bromeando con la situación para aligerar la despida. Subiendo en su motocicleta negra para encaminarse de regreso a su reino, - no vemos Ellie – se despidió para arrancar.

Dec. 20, 2021, 1:17 a.m. 0 Report Embed Follow story
0
Read next chapter Yves

Comment something

Post!
No comments yet. Be the first to say something!
~

Are you enjoying the reading?

Hey! There are still 1 chapters left on this story.
To continue reading, please sign up or log in. For free!