u16317673971631767397 Andrés Núñez

Jean es un chico común y corriente, que le gustaba jugar mucho a un juego que su mejor amigo le dio a conocer. Sin embargo un suceso cambiaría su vida por completo. Una oportunidad que parecía broma le dará un nuevo momento para brillar y convertirse en un héroe.


Adventure Not for children under 13.

#aventura #fantasía #328 #isekai #rpg
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Capítulo 1: El comienzo.

Mi nombre es Jean y tengo 20 años. Soy un chico cualquiera, el cual vive como cualquier otra persona de mi edad viviría: me levantó por la mañana, me alisto para ir al instituto, asisto a clases, regreso a casa, como con mi familia, hago los deberes, paso el tiempo junto a mis amigos, leo un poco, me voy a dormir y repito la misma secuencia al día siguiente. O al menos esa es la vida que solía tener, porque ahora gracias a que mi mejor amigo Steve me mostró un juego llamado Laplace y comencé a dedicarle más tiempo de lo que esperaba.


Laplace era un juego MMORPG que se centraba en un mundo medieval donde las aventuras desbordaban por doquier, la magia estaba presente en todo momento, había muchas razas diferentes de seres humanos y humanoides, los monstruos eran increíblemente llamativos. En pocas palabras, era un mundo de fantasía donde tú mismo podrías ser tu propio héroe y convertirte en leyenda tras realizar un sinfín de aventuras y hazañas.


Por supuesto no iba a dejar la escuela, también quería mantener mi vida estudiantil en perfecto estado, sin embargo, la viciada que me daba con Laplace era impresionante. En menos de un mes ya tenía el rango S en todas las habilidades de mi personaje, era nivel 150 y todos los primerizos siempre me pedían ayuda cada vez que me topaba con ellos. Sin embargo, esto comenzó a afectar mi vida social, cada vez salía menos y trataba de centrarme más en el videojuego. Hasta que pasó algo que cambiaría mi vida por completo.


Era un día como cualquier otro, mientras estaba en el receso dándole consejos a Steve acerca de Laplace, ya que por obvias razones lo había superado hace bastante. Cuando de repente se escuchó un fuerte estruendo que me dejó con la sangre helada, como si mi cuerpo supiese que algo malo estaba por suceder. A lo lejos se veía humo saliendo del centro comercial que estaba a unas cuantas calles del instituto. En ese momento la alarma de emergencia de la escuela se activó, lo cual significaba que todos debíamos salir al área verde del instituto para que todos estuviéramos a salvo. Pero en ese instante recibí una llamada de mi madre, la cual con una voz débil me dijo:


- Hola, cariño, sé que es repentino que te hable en horas de escuela, pero hay algo que tengo que decirte… Tu padre y yo estábamos de compras cuando de repente un avión se estrelló en el centro comercial. Buscamos una salida desesperadamente, pero al ver tanta gente bajo los escombros y ver que no podíamos salir, solo nos sentamos a esperar a las autoridades o en el peor de los casos… la muerte.


Al escuchar eso, un sentimiento de pánico y ansiedad inundaron mi cuerpo. Muchas lágrimas empezaron a salir de mis ojos mientras que con mi voz cortada le dije a mi madre:


- N-no es cierto, ¿verdad? Por favor dime q-que es una mentira.

- Me gustaría decir que así es, pero creo que como siempre tu madre tiene razón hehe… Por cierto, tu padre quiere hablar contigo.

- Hola, campeón, ¿Qué tal?

- ¡Papá! ¡Por favor, sigan buscando la forma de salir! ¡No quiero perderlos!

- Oh, hijo, no nos perderás. Aunque no estemos contigo físicamente, siempre estaremos a tu lado, en tu corazón. Como los abuelos lo hacen con nosotros. Recuerda que, a pesar de todo, eres nuestro mayor orgullo.

- Recuerda que siempre te amaremos cariño. Por favor, sigue siendo un buen chico. Te dejamos tu comida favorita en el refrigerador cuando regreses a casa.


En ese momento se escuchó una explosión a lo lejos y enseguida la llamada se cortó.


- ¿M-mamá? ¡MAMÁ!


Comencé a llorar inconteniblemente mientras recuerdos de todo lo que viví junto a ellos pasaban por mi mente. Steve trató de consolarme, pero no podía dejar de llorar y gritar. La idea de no poder ver la sonrisa de mamá al regresar a casa y no poder escuchar las grandes historias que papá siempre contaba a la hora de comer, me aterrorizaba. No podía dejar de darle vueltas a ello mientras la directora nos daba unas palabras en la zona de reunión. Una vez terminadas las clases me dirigí a mi casa, apagado, sin ganas de continuar, “Desearía poder haberlos salvado…” ese pensamiento no dejaba de dar vueltas en mi mente. Cuando llegué a casa, lo primero que hice fue ir al cuarto de mis padres, me recosté en la cama que tenía impregnado el olor de mis padres. Un sentimiento de nostalgia y vacío me inundaron y comencé a llorar otra vez. Cuando desperté, eran cerca de las 9 p.m., así que bajé a tener una cena solitaria. El silencio y la oscuridad que inundaba de la habitación me entristecía más y más con el paso del tiempo, en ese mismo instante decidí aislarme de todo y todos, no volvería a salir de mi habitación nunca más. Pasaron los días y en las noticias nombraron el terrible accidente y las personas fallecidas en la misma, Steve me mandaba mensajes continuamente preguntándome como estaba y que si necesitaba algo el estaría ahí para mí, pero nunca le respondí. Un día mientras jugaba un extraño mensaje me llego:


- El mundo real es difícil, ¿No lo crees?


“¿Qué es esto? ¿Es alguna clase de troll de internet?”, me pregunté. Pero siguiéndole el juego le dije:


- Si, bueno, no es como si pudiese elegir libremente poder vivir en otro mundo.

- Y si te diera la oportunidad de renacer como un habitante de Laplace, ¿La aceptarías?


Cuando leí eso comencé a reír de lo estúpido e ilógico que eso sonaba, así sin pensarlo dos veces le contesté sarcásticamente:


- Claro, no lo dudaría. Me gustaría ser un habitante de la raza de los héroes como mi personaje, así tendría muchas aventuras.

- No se diga más. Bienvenido a Laplace, Jean.


Cuando leí mi nombre me dio un escalofrío, ya que ese no era mi nombre de usuario sino mi nombre real. Antes de poder escribir otro mensaje, la pantalla de mi ordenador se empezó a distorsionar y un agujero negro comenzó a abrirse en el medio de él y antes de darme cuenta, estaba siendo succionado por él. Al abrir los ojos no podía creer lo que estaba viendo. Dragones surcando el cielo, criaturas nunca antes vistas, magia, un cielo diferente. De alguna manera pasó lo inesperado, era algo inimaginable, había llegado a Laplace.

Sept. 16, 2021, 5:06 a.m. 0 Report Embed Follow story
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