Por fin corrí la cortina, con miedo a ver cómo te cambió el mundo, miedo a lo que fuera a encontrar, siempre con este miedo a vivir.
Sí, los años pasaron, te veo a través del cristal envejecido, dices que cambiaste, mis ojos te ven igual a esa niña que solía conocer; alguien que ya no me mira de frente, alguien que finge sonreír.
Mi respiración va lento, el retumbar de mi corazón pierde suspenso ¿quién eres en realidad?
Entre brumas húmedas y neblinas de gran densidad, pareciera que los innumerables recuerdos que evocas, ya no quieren regresar, mis manos quemaron los vestigios, mi mente no echará pie atrás, esa sensación de hipersomnia llenó ese lugar donde te veo vagar sin destino aparente. Sí, nuestros caminos son muy diferentes.
Perezosos avanzan los aletargados sucesos de tiempos atrás, en esa hipersomnia que te impedía avanzar; busqué en cada libro el secreto para curar tu eterno ensueño y nada encontré pero tú en estos años lo pudiste reconocer, a esa maldita sensación de pesadez, aunque no te curaste, solo lo aislaste y nombraste, mirando al suelo señalas el cristal con el dedo mientras, lo entiendo en silencio, tu hipersomnia era yo.
Thank you for reading!
We can keep Inkspired for free by displaying Ads to our visitors. Please, support us by whitelisting or deactivating the AdBlocker.
After doing it, please reload the website to continue using Inkspired normally.